Capítulo 56: Yuta Okkotsu

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"Wow... De verdad, wow," dijo Shoko, sorprendida mientras le daba un trago a su vaso con vodka. La luz tenue del bar reflejaba en el cristal, creando destellos que jugaban en su rostro.

"Sí, es en serio," respondió Satoru, recargado en su brazo derecho sobre la mesa. El ambiente del bar era acogedor.

El bar tenía un encanto clásico, con paredes de madera oscura adornadas con fotografías antiguas enmarcadas, mostrando escenas de la ciudad en décadas pasadas. Las luces cálidas colgaban del techo, proyectando un resplandor dorado que hacía que todo se sintiera acogedor y nostálgico. La suave melodía de jazz provenía de un rincón donde un pequeño grupo tocaba en vivo, añadiendo un toque elegante al ambiente.

Shoko se había quitado la bata, quedándose en un suéter negro de cuello alto que la hacía ver casual y elegante a la vez. Satoru llevaba una camisa azul oscura, sus ojos ocultos detrás de la venda blanca que había decidido no quitarse.

"Te ganaste la lotería con esa chica, Gojo," dijo Shoko, mirándolo con seriedad. "No lo vayas a arruinar. Ni siquiera Geto te habría perdonado."

Satoru suspiró, asintiendo. "Lo sé, no pienso hacerlo," respondió con firmeza.

"Pues felicidades", Shoko le sonrió con sinceridad. "¿Para cuándo están planeando la boda?"

"Para noviembre", Satoru esbozó una sonrisa tranquila.

"¿Y si vas a invitar gente? Desde que se graduó, la has mantenido como un secreto."

"Me lo pidió ella por cuestiones familiares. El trabajo de los Kurayami requiere un perfil bajo, pero al menos Megumi, Nanami, Yaga y tú la conocen."

Shoko asintió, entendiendo la situación. "Sigo sin tener idea sobre a qué se dedica su clan. Aún así, será bueno verla en la boda. Me alegra que finalmente estés dando este paso."

"Sí, es algo que ambos hemos estado esperando. Quiero que todo sea perfecto para ella," dijo Satoru, su voz llena de determinación.

Shoko lo miró con una mezcla de cariño y seriedad. "Sirvete un trago por hoy, vamos a brindar"

Satoru sonrió, y le pidió a un mesero una soda. "Tal vez tome un poco en mi despedida de soltero, pero por hoy la llevaré tranquilo, pequeña borracha."

Shoko soltó una carcajada, mientras el mesero le llevaba una soda de toronja con hielos.

"Al menos dejé de fumar," dijo ella, levantando su vaso para brindar. "Por tu futura boda y porque, a pesar de todo, sigues siendo un idiota con suerte."

Satoru rió y levantó su vaso también. "Salud por eso."

Chocaron sus vasos y bebieron, disfrutando del momento de camaradería en el cálido y acogedor bar, rodeados por el suave sonido del jazz y la tranquilidad que solo los buenos amigos pueden brindar.

El sol de la mañana se filtraba a través de las copas de los árboles, creando un mosaico de sombras en el campo de entrenamiento de la escuela de hechicería. El aire fresco estaba lleno de la energía y el entusiasmo de los jóvenes hechiceros mientras se preparaban para el entrenamiento del día. En el centro del campo, Satoru Gojo, con su característico vendaje blanco sobre los ojos y una expresión relajada, esperaba a sus estudiantes.

Frente a él estaban Maki Zenin, Panda e Inumaki Toge. Los tres formaban un círculo, con la determinación reflejada en sus rostros. Satoru había desactivado su técnica de Infinito, ofreciendo una rara oportunidad para sus estudiantes de intentar golpearlo. La promesa era simple: si lograban encestarle un golpe, los dejaría ver el almacén maldito y escoger un arma.

Ecos del Pasado, Destinos Futuros - Satoru Gojo x TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora