Ecos del Pasado, Destinos Futuros - Satoru Gojo x Tú

Capítulo 39: Un Equipo a Prueba

Satoru ya lo había visto, y Akari tal vez también, pero sus alumnos menos experimentados no habían notado los rastros de la energía maldita que dejaban un camino de huellas en la arena de la playa. El aire salado y el sonido de las olas golpeando la costa les rodeaban mientras el grupo caminaba por la playa de Kamogawa.

Satoru se detuvo y giró hacia sus estudiantes, su expresión era seria pero con un toque de entusiasmo. "Muy bien, equipo. Es hora de una lección práctica sobre cómo detectar energía maldita."

Keiko y Daichi intercambiaron miradas de curiosidad y concentración. Akari ya había comenzado a observar su entorno con más atención, tratando de captar los detalles que Satoru parecía haber notado.

Satoru señaló las huellas en la arena. "¿Ven esas huellas? No son solo marcas en la arena. Están impregnadas con energía maldita. Es sutil, pero si prestan atención, pueden sentirlo."

Keiko frunció el ceño, inclinándose para observar más de cerca. "¿Cómo podemos detectarlo, Gojo-sensei?"

Satoru sonrió, complacido por la pregunta. "Bueno, cada energía maldita tiene una vibración única, una especie de resonancia que pueden sentir si se concentran lo suficiente. Cierra los ojos y enfóquense en el entorno. Sientan el flujo de energía a su alrededor."

Los tres estudiantes cerraron los ojos, siguiendo las instrucciones de Satoru. Akari, ya familiarizada con la técnica, fue la primera en sentir la sutil vibración. Keiko y Daichi, aunque más lentos, comenzaron a percibir una ligera sensación de inquietud que emanaba de las huellas.

"¿Lo sienten?" preguntó Satoru, observándolos atentamente.

Keiko asintió lentamente, aún con los ojos cerrados. "Sí, es como una especie de zumbido... muy leve."

Daichi frunció el ceño, concentrándose. "Yo también lo siento. Es... incómodo."

Satoru sonrió ampliamente. "Exactamente. Esa es la energía maldita. Ahora que saben cómo detectarla, podemos seguir el rastro y ver a dónde nos lleva."

Abrieron los ojos y observaron las huellas en la arena con una nueva comprensión. Akari señaló hacia el horizonte, donde las huellas parecían desvanecerse en la distancia. "Parece que van hacia el norte, a lo largo de la costa."

Satoru asintió. "Correcto. Vamos a seguirlas, pero mantengan sus sentidos alerta. No sabemos qué podemos encontrar."

El grupo comenzó a caminar por la playa, siguiendo el rastro de huellas impregnadas de energía maldita. El sonido de las olas y el viento les acompañaba mientras avanzaban, cada uno de ellos enfocado en la tarea.

Keiko, aún un poco insegura, se acercó a Akari. "¿Siempre es así? ¿Puedes sentir la energía maldita tan claramente?"

Akari sonrió, alentadora. "Con práctica, se vuelve más fácil. Es como afinar un sexto sentido. Al principio es difícil, pero luego se vuelve casi instintivo."

Daichi, caminando al lado de Satoru, miró a su profesor con admiración. "Gojo-sensei, ¿cómo lo haces parecer tan fácil?"

Satoru rió suavemente. "En mi caso puedo verlo perfectamente. Pero lo más importante es la concentración y la paciencia. Ambos tienen potencial, solo necesitan tiempo y dedicación."

Keiko y Daichi asintieron, sintiéndose un poco más confiados. Mientras seguían el rastro, la sensación de camaradería comenzó a crecer nuevamente, ayudando a disipar la incomodidad que habían sentido antes.

Después de un rato, las huellas llevaron al grupo hacia una zona más rocosa de la playa. Satoru levantó una mano para detenerlos. "Cuidado. La energía maldita es más fuerte aquí. Algo podría estar cerca."