Me robe a la novia

CAPITULO 59

Tori

Pensé que me sentía bien, pero ahora estoy mal, muy mal y molesta.

¿Qué pretende Artem?

¿Por qué se está mudando frente al apartamento donde vivo?

Mi puerta frente a su puerta.

¿Qué quiere?

No lo acuse, no quise empeorar todo para él cuando sabía que estaba muy mal con todo lo que estaba pasando, pero eso no le daba derechos a creer que yo quiero volver a su lado.

El me engaño, me usó y no lo he visto arrepentido por eso, no lo está, sigue igual, y haciendo esto, de mudarse frente a mi solo hará que mis hilos se rompen y deje de ser considerada con el.

Cuando salgo el otro día del edificio donde vivo, veo a Artem ahí, frente a su auto, como si estuviera esperando algo.

— Tori — dice y lo miró y luego lo ignoro, camino hacia el otro lado de la cala, pero siento sus pasos detrás de mí, me alcanza — puedo llevarte, no deberías de caminar con esos zapatos tan altos.

— ¡Vete a la mierda Artem! — le escupo mientras me detengo y lo enfrento — no quiero nada de ti, no quiero verte — lo señalo con mi dedo y luego lo entierro en su musculoso y duro pecho.

Maldición! como odio a este hermoso ruso!

— No quiero verte más, así que no se te ocurra seguirme — le digo y me mira, sus ojos están llenos de algo parecido a la angustia pero igual se ve tan seguro, tan Artem.

— Solo quiero ayudarte — habla con su voz gruesa.

— No te he pedido ayuda, no quiero nada de ti — me alejo y paso mis manos por el cabello mientras sostengo con fuerza la correa de mi bolso — solo vete y déjame en paz.

— Eres mi esposa — lanza y nos miramos, mi pecho está agitado, no quiero discutir, solo necesito pasar la pagina, pero es difícil cuando Artem se empeña en seguir con lo mismo.

— No, no soy tu esposa, fue la estúpida que elegiste para usar — bulevar a usar mis debo mientras se lo entierro en el pecho y trato de empujarlo, pero Artem es de piedra, no se mueve. — conseguiste tu venganza, ya no más, basta de todo esta farsa.

— Te amo — suelta de repente haciendo que me sorprenda demasiado, nunca lo dijo antes porque no lo sentía ya era tarde para usar esa palabra que al final no significan nada para él.

Bufo

Y aunque él es más alto que yo, lo empujo con mis dos manos apoyándolas en su pecho, apenas se tambalea pero no deja de mirarme cuando toma mis manos y trato de soltarme.

— No te lastimes tratando de golpearme — me suelto de su agarre y lo miro con rabia.

Dudo que le importe una mierda de lo que me pase, nunca demostró que le importara.

— Solo vete — digo y me vuelvo a seguir mi camino

— En verdad te amo, Tori — habla y me detengo, no me vuelvo, solo exhalo tratando de que sus palabras no sigan afectando.

Quería gritar, quería golpearlo, si, él tenía razón me lastimara pero ya el lo hizo, tengo una herida que no sé si sanará y si el sigue rondando mi alrededor no permitirá que mi herida sane.

No le dije nada, solo lo deje ahi, seguir caminando, pero Artem no se rindió, me siguió, subió al metro, luego camino hasta que entre al laboratorio, Amari lo vio detrás de mí, él no me hablo mas no se me acerco, pero sentía su mirada y sus pasos, al salir, fue igual, el estaba ahí, esperando, lo ignore y aunque me estaba cansando de su estupidez.

No lo quería, no lo perdonaría, no me importaba que estuviera asi el resto de su vida. siguiéndome como un acosador.

Una tarde preferí ir directo al apartamento, era lo único que hacía, y él detrás como una sombra que me perturbaba, fui tan estúpida esa mañana que sabía que él estaría esperando que me apresure y deja las llaves dentro del apartamento y me di cuenta cuando estuve frente a la puerta.

Me paralice pensé y luego maldije.

— ¿Pasa algo? pregunto, pero lo ignoro como siempre hago cuando quiere conversar y acercarse a mi.

— Eres un poco idiota Tori — me digo y rebusco en mi bolso.

— Son tus llaves, ¿las olvidaste? — vuelve hablar y no quiero escuchar su voz, se que fue por su culpa y su acosa eu me tiene los nervios de punta — donde las dejaste? en el trabajo, podría llamar...

— Cállate Artem, no me dejas pensar, además esto era tu culpa — lo acuso y vacío mi bolso en el suelo y me tiro a revisar uno por uno a ver si mágicamente aparecen las llaves, pero no.

— Yo la abriré — dice el idiota mientras se inclina para ayudarme a levantar mis cosas, pero o empujo.

— Tu solo molestas, Artem — gruño — déjame.

Estoy demasiado molesta y frustrada, todo esto es su culpa, estoy cansándome de esto.

Entonces como un loco hace una estupidez, comienza a golpear con su hombro la puerta y luego que no abre la patea.

— ¡ESTAS LOCO! — Le grito, pero él no me escucha, sigue golpeando la puerta sin cesar.

Entonces Marcus llega.

— Señor, llamemos a un cerrajero — le dice pero el idiota no lo escucha, hasta que la cerradura cede, y se escucha el ruido de algo que se rompe y un gruñido.

— Ya... mashenka... está... abierta — habla y lo miro con su pecho subiendo y bajando por el esfuerzo, sudor, bajando por su frente y un mueca en su rostro que parece de dolor.

— ¿Estás bien? — le digo y luego reacciono, no me importa nada — estás loco — le regaño— rompiste la puerta, ahora no se podrá cerrar.

Abro la puerta y veo como Marcus que trata de tocarlo pero él no se deja, su mano aprieta su hombro y lo miro.

— Solo arregla la puerta — le pide a su amigo y mano derecha.

Marcus lo mira y luego me mira, que aun estoy ahí mirando a el estúpido de Artem. Si le duela algo no es mi culpa. El se creyó un gorila que podía derribar una puerta, es un idiota.

— Llamaré a alguien para arreglarla, señora Tori — me habla ahora Marcus quien trata de ver los daños.

Yo asiento pero por un segundo me quedo mirando hacia la puerta que aún está abierta y por donde se perdió Artem.

¿Estará bien?

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¡BUENAAAAAAAS!

Aquí los nuevos capítulos, ¿qué les parece lo loca que está Artem? yo por mi parte dejo que sufra mucho, ella no se merecía que le mintieran.

Les comento que si les parecen cortos los capítulos, es porque ya va a terminar, y es difícil llegar a esta etapa y no querer que termine.

Hoy tengo doble tanda, porque el fin de semana que viene ya publicaré el final.

Disfrútenlos