Me robe a la novia

CAPITULO 27

Artem

Luego de que mi familia fue a visitar la tienda de Tori, creo que van aceptando la idea de que ella es ahora mi esposa. Sin importar que resulte luego que todo termine, prefiero que no la sigan viendo como una oportunista, aunque mi padre siga estando escéptico hacia la relación, porque yo estoy seguro que sospecha de algo, pero no le doy importancia, sólo serán unos días más aguantando sus malas caras y sus insultos hacia Tori.

Que bueno que ella no entiende el idioma, porque si así fuera estuviera lo suficientemente ofendida cada vez que la llama mujerzuela y tengo que defenderla. No me importa que él continúe molesto, se que luego que consiga lo que deseo cambiara de opinión, mientras no debo arruinarlo o dejar que mi padre lo haga.

Todos comen y miro que en ocasiones tratan de meter en la conversación a Tori, ella me sorprende lo amable que es con mi familia mientras que a mí parece que sigue odiándome. No la he tocado, me levanto temprano, también optado por trabajar hasta tarde y dejar que ella se duerma antes, debo mantenerme alejado aunque se ha difícil luego de saber cómo es.

Fuego.

Mis hermanas hablan sobre salir de compras pero no incluyen a Tori y hago mi jugada.

— Pueden ir con Tori y que le muestre su nueva tienda — digo para que los entienda y me mira frunciendo el ceño.

— ¿Abrirás una nueva tienda? — Maki parece la más interesada parece que le gustó lo que hace Tori, es que ella es inteligente y aunque diga que no es gran cosa, se que algún día será conocida.

— Si, en uno de mis locales del centro ...

— En realidad no estoy decidida — me interrumpe y la miro.

— Si, aún está indecisa, aunque yo sé que será bueno para ella — insisto.

— Deberías de hacerlo — habla mi madre — Ya te arriésgate a salir de la oscuridad, ahora saltar no será malo.

Le sonrió a mi madre que es una mujer soñadora, papá la mira y no lo escucho pero se que gruñe algún insulto hacia. No está de acuerdo con nada que tenga que ver con mi esposa.

— Gracias, pero aún tendría que pensarlo bien para abrir una tienda grande — Tori no solo está indecisa, sino que no cree en ella, a pesar de haber logrado abrir su pequeña tienda y su laboratorio, prefiere ser anónima.

— Debes aprovecharlo, con el apoyo de Artem, claro — Shama me mira y ella es de las que creen en el matrimonio, su esposo es amigo de la familia, sentado a su lado se podía creer que mi hermana lleva la batuta en su familia, pero no es así, Valeri es un hombre de negocios y dueño de una distribuidora de productos del hogar, es bien comerciante, bien hombre, padre y esposo. A pesar de que al comenzar fue un matrimonio arreglado Valeri y Shana han tenido buena conexión, ellos se quieren y quieren a sus hijos.

— Si... bueno... lo estoy pensando sin presiones — habla mi terca esposa — el local en cuestión es de Artem, no mío.

Mi familia habla entre ellos para que Tori no los entienda.

— ¿Qué mujer no aprovecha el dinero de su esposo? — dice despreocupada Maki y la miro con una mano en el mentón.

— Quizás solo actúa delante de nosotros — habla Sergie y lo miró con rabia.

No conoce a Tori, ha hecho de todo para sacarle información y ella ha demostrado ser independiente, muy inteligente y aún así, está como nuestro padre. Pero no entraré en otra discusión con ellos por lo que piensan sobre ella.

Me levanto de la silla y me coloco detrás de mi esposa mientras saco mi tarjeta negro, la pongo sobre la mesa a su lado.

— Ve de compras con mis hermanas — le digo y ella mira la tarjeta sin tocarla.

— Gracias, tengo mi propia tarjeta — dice y me inclino hacia estar muy cerca de su oído.

— La cual está en negativo — le recuerdo.

Pero aún así no toma la mía.

— No necesito usar tu dinero — me contradice — ya hiciste mucho y te lo pagaré.

Sonrío mientras meto mi nariz entre sus cabellos, no voy a tener una discusión con ella delante de mi familia, se que todos nos ven y nos escuchan.

— Págalo como quieras — le susurro y siento como exhala aguantando el aire en sus pulmones. — Pero ve y compra lo que te dé la gana, sin discusiones.

Tomo la tarjeta y se la acerco, no hacía nada.

— Yo puedo usarla por tí, si no la quieres — dice Maki quien trata de levantarse y la miro amenazante.

— Ella la tomará y comprará lo que desea con ella — digo dándole un beso en la cabeza y alejándome.

Me he mantenido lejos de su cuerpo y su olor, pero ahora solo estar tan cerca me ha puesto lo suficientemente duro para que me duelan las pelotas.

No lo arruines — me repito mientras dejo a Tori atrás. — Solo aguanta unos días. Mantente lejos y no lo arruines.

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LOS GEMELOS: ARTEM Y MIKAELA  (Imagen generada por bing)