CAPITULO 50

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Tori

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— ¿Conoce a este hombre? — Estaba en una habitación y ha pasado demasiado hasta que llegaron dos hombres que se identificaron; uno como Francke Williams y el seguro que me ha estado interrogando de manera insistente, se hace llamar Agente Giovanni Coti, un nombre sumamente extraño, pero por su acento es evidentemente italiano.

— Ya le respondí, sí lo conozco, se llama Paul Garnmet, así lo conozco yo — le respondo como quinta vez, ya que insiste en que le diga el verdadero nombre de Paul, el cual, no tengo idea de cuál podría ser. — Yo lo conocí con ese nombre, si Paul tiene otros no me los dijo.

— Y explíqueme, que aun no entiendo bien — se estira en su asiento y me mira con duda — ¿Cómo usted se casa con un estafador y las dos semanas está casada con un hombre millonario, que es conocido en varios países?

— Se que usted no me cree, pero yo ya le dije, que Artem...

— Si, si, — me interrumpe y mueve sus manos frente a su cara — ya nos dijo esa mentira, de que el rapto y la obligó a casarse con usted — mira sus notas y luego me mira a mi — ¿Cómo un hombre con Artem Sokolov va hacer algo asi, si puede elegir a cualquier mujer? explíquenme esa parte, porque mi compañero y yo — golpeaba el brazo del otro hombre que solo me mira como si buscara una verdad que nunca diré, porque no se cual es esa verdad — no entendimos nada.

— Así pasó, hui de mi boda cuando descubrí a Paul con... mi hermana y me subía a un taxi y él me rescató, luego insistió en casarnos — digo todo otra vez y ya estoy cansada, no se que mas quieren estos hombres.

— ¿Por qué un hombre como él quería casarse con usted? — el hombre saca otra foto y es la de mi padre, se me hace un nudo en la garganta y unas lágrimas salen de mis ojos. — ¿Qué tiene de especial? ¿si eres hija de un estafador?

— Yo... no se que hizo mi padre, yo... yo solo no lo sé — respondo con tristeza, empiezo a llorar porque estoy cansada y confundida, no se que quieren estos hombres que diga. Escondo mi rostro entre mis manos.

El agente William me da unas servilletas de papel para que me limpie.

— Gracias — lo miro.

Él asiente, pero sigue sin hablar.

— La familia Sokolov perdió a uno de sus miembros luego que lo estafaron y perdiera una de sus más grandes empresas, ¿sabía eso? — me vuelve a preguntar el hombre.

— Artem me habló sobre eso, si — les aseguro.

— Sabe que su esposo, o mas bien su ex esposo, porque no entiendo la rapidez en la que anuló su matrimonio con el hombre — coloca la copia del certificado de anulación y luego coloca el certificado de matrimonio con Artem — dos semanas de diferencia entre un matrimonio y otro, tenía mucho afán de conseguir marido ¿no? con mucho dinero, por casualidad.

— Ya le dije, Artem se encargó de todo, pregúntenle a él, él es quien tiene la explicación de porqué lo hizo así — les respondo agotada— yo no tengo dinero, yo no...

El hombre saca unos estados de cuenta a mi nombre.

— Si, ya revisamos sus movimientos, estaba en bancarrota y de repente tiene demasiado dinero en sus cuentas luego de su boda con Artem Sokolov — miró los papeles y no sabia que tenia tanto, jamás revisar eso porque se lo que entra en mis cuentas y lo que debo pagar, no soy buena con la economía lo sé.

— No se de donde salió ese dinero — digo con sinceridad, el otro hombre tose y lo miro — no aceptaba el dinero de Artem, teníamos muchas peleas por esa razón, no me gusta tomar el dinero de otros.

Ahora Williams saca una bolsa de plástico transparente donde están mis pendientes.

— ¿Sabe cuanto cuestan esto que me negaba quitarse cuando entro aquí? — me pregunta — para ser una mujer que no acepta el dinero de su "esposo" se pasea con unos diamantes de 35.000, que él, mismo compró.

Ahora el muestra otros documento que parecen ser de la tarjeta de Artem, los 35.000 están marcados en amarillo floreciente, cargada de una joyería muy famosa.

— Él me los regalo, me dijo que como no obtuve de él un anillo de compromiso, los pendientes eran... los sustituían — digo y hasta parece mentira cuando lo digo.

Un largo silencio mientras yo miraba todo y si lo veía con sus ojos yo no me vaina bien ahí. Parecía parte de un estúpido plan donde yo conseguiría un hombre con dinero para que me mantuviera, pero no era así.

— Hablen con Artem, él les puede decir...

— El señor Sokolov ya dio su declaración — habla el italiano — y le digo señora, usted no quedó muy bien parada según sus palabras — me dice y se levantan.

— ¿Qué? ¿Qué dijo? ¿por qué me dice eso? — Artem no puede mentir, él debe decirle todo lo que pasó, yo no tengo nada que ver con esta farsa, yo no sé lo que quería Paul y lo que hacía mi padre, soy inocente y Artem lo sabe.

Él lo sabe.

Él tiene que ayudarme a salir de esto.

— Señora — dice el agente Williams — ¿desea que le traiga algo de comer? — yo miro al hombre y yo niego con la cabeza.

— Solo quiero irme a mi casa, yo no he hecho nada — le digo con la voz temblorosa.

— Eso no lo decide usted, eso lo deciden las pruebas que hablan por sí solas — el otra vez el otro agente es quien se dirige a mí y parece que me odiaba.

— Pues eso que dice, no es verdad — le afirmo con la voz temblorosa y lágrimas saliendo de mis ojos — nunca haría algo asi, yo no soy así, no lo soy, quiero hablar con mi esposo, Artem tiene que decirme a la cara todo eso que usted dice de lo que me acusa.

— ¿Y de que la acusa según usted? — dice haciéndome parecer loca porque tergiversa todo lo que me dijo antes.

— ¿Qué? — respondo confundida — usted me dijo que él... usted... ¡no sé de qué hablar! — aseguró negando con mi cabeza.

— ¡Basta Coti!, dejemos que tome un descanso — habla el otro agente y empuja a su compañero, ambos caminan hacia la puerta — le traeré algo para que coma, lo va necesitar.

Ellos salen y yo apoyo mi cabeza sobre la mesa y comienzo a llorar, pensando que esto es una gran pesadilla y no me lo merezco.

Yo amo a Artem y el esta matando ese amor, si no viene y me ayuda, lo matara por completo.

Me robe a la noviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora