CAPÍTULO 31

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Tori


No se que me dijo el ruso, pero sonaba tan sucio y perverso que me puso a sudar, nos miramos y había en sus ojos grisáceos un brillo extraño, algo que me decía que estaba jugando.

— Bud' shlyukhoy tol'ko dlya menya — (la traducción son palabras sucias) su voz era más gruesa de lo normal y como yo pude ver como una gota de sudor cruzaba su frente.

No se que carajos dice pero está tan caliente que me quema.

— Voy.. creo que...al baño — tartamudee y me fui de ahí sin verlo.

Se que no estaba tan borracha, pero sabía muy bien que mi lengua se aflojaba demasiado más de dos copas de vino y no se cuantas llevaba ya, y sin decir que me podía demasiado cachonda.

Conseguí un pasillo y estaba segura de que encontraría algún baño para poder calmar la calentura que tenía mi cuerpo, lo necesitaba, porque estaba que saltaba sobre Artem sin importarme que estaban sus familia y mis padres ahí, sería demasiado vergonzoso.

— Te ves lo suficientemente zorra que te fallaría aquí mismo... — ¡oh carajo!, sus palabras sucias me pusiera a mil por hora la adrenalina, y mi sangre se calentó.

Encontré un condenado baño al final y entonces me metí, cerré la puerta a mis espaldas y suspire aliviada de que pudiera estar sola.

La piel me brillaba del calor, no se si seria el vino, no se si fue la boca sucia y deseable de ArteM, pero estaba con el corazón y mi sexo palpitando como ansias.

Moje mi cara, mis cabellos y deseaba meter todo el cuerpo en el lavado pero no podía, sería estúpido, trate con una toalla secar mi desordenado cabello que estaba completamente enredado y me miro al espejo.

¿Qué carajos te pasa Tori? ¿Por qué te portas de esta manera entre a el? — cuestiono mi comportamiento aunque es estúpido cuando se que no lo pudo ver porque deseo saltar sobre.

En serio que soy una zorra sin remedios, al final tenían razón su padre sobre mí, parecía una mujerzuela cuando se trataba de su hijo.

Luego de un buen rato tratando de calmar la necesidad, abrí la puerta, podía escuchar voces y música algo alto, camino mirando mis pies y luego al levantar la cabeza una sombra aparece bloqueando casi toda la entrada del pasillo.

Artem aparece con esa mirada y brillo de lobo cazador, no descuida la mirada de mi y mi corazón comienza otra carrera llenando de adrenalina mis venas. Dejo de mirarlo un segundo y aprieto mis manos en puño a cada costado de mi cuerpo, pero estos ansioso, deseoso de que me toque y lo miro.

Pícaro y seductor.

Puedo ver una pequeña sonrisa asomada en la comisura de sus labios.

Quiero ignóralo, pero su presencia se adueña del pasillo, en cuanto estoy por rodear su cuerpo estira el brazo y entonces rodea mi cintura y me arrastra hasta pegarme de espalda a la pared poniente su mano en mi vientre sintiendo que se hunde en mi piel.

Jadeo y lo miro, él sonríe.

Se inclina hasta susúrrame:

— ¿Te quemas, Mashitka? — su aliento quema mi cuello cuando baja y sopla sobre mi piel.

No puedo evitar un gemido cuando posa un beso en mi clavícula, me mira.

Levanto mi barbilla, está tan cerca que respiramos el mismo aliento.

— ¿Me enseñaras lo zorra que puedes ser Tori? — dice y abro muchos de mis ojos.

Sus palabrotas en vez de ofenderme, me calientan.

Entonces subo mis manos hasta meterlas por dentro de su camisa, acarició su cuello y lo que puede mostrar de su pecho.

Es tan duro.

Artem gruñe y muerde mi labio mientras su mano ahora caricia mi cadera.

— Te dije que puedo ser aún más zorra — lo reto con mis palabras y bajo hasta encontrarlo duro y aprieto, el muerde su labio y gruñe otra vez, parece un animal hambriento.

Sobo su polla y sonrió desafiante.

El mira hacia el inicio del pasillo y mete su rodilla entre mis piernas haciendo presión en mi sexo y jadeo sorprendiéndolo, estoy tan sensible.

Gimo.

Su mano va de mi cadera a mi trasero y siento como levanta mi vestido, me mira cuando siente la fina tela de mis tangas, sus dedos sigue su camino hasta que encuentra mi interior y no se detiene hasta meter sus dedos encontrado mi humedad.

— Eres una pequeña puta — susurra en mi boca, jadeo cuando comienza a follarme con sus dedos sin aviso, suelto su polla y apoyo mi frente en su pecho, no aguanto ni mis piernas, estoy tan sensible que necesito correrme.

Su pierna pone más presión y yo arqueo mi espalda para que tengo más acceso a mi interior, Artem vuelve a mirar hacia el pasillo cuando escuchamos voces más cerca y no para, continua.

— Córrete zorrita cachonda — me incita mientras muerde mi labio y yo no aguanto, mis gemidos estoy segura que lo pueden escuchar quien se acerca a es aparte de la casa, entonces Artem me toma con su otra mano la cabeza y me besa mientras arremete sin control contra mi interior que siento que gotea antes de logre correrme en sus dedos.

— Oh Artem...por... por favor — suplico para que no pare.

— Vamos mi putita, córrete para mi — dice y no me logro controlar, entierro mis uñas en sus brazos mientras mi cuerpo se tensa por completo antes de hacer lo que me pide.

Me corrí para él, en el pasillo donde cualquiera podría encontrarnos.

Artem continúa con sus dedos dentro de mi cuarto tratando de controlar mi respiración, él besa mi boca y susurra palabras que no entiendo, luego se aparta.

— Terminemos con esta reunión — dice y la veo alejarse sin dejar de mirarme caminando hacia atrás — quiero follar con mi pequeña putita.

Luego mete sus dedos, esos que antes estaban dentro de mí e en su boca.

Hijo de puta, otra vez me pone a latir el corazón como loco, no me dejo recuperarme, pero por lo menos me dejó sola, y así poder sentirme como una sinvergüenza sin remedio, luego de lo que pasó.

¡NO TIENES ARREGLO TORI!

¡NO TIENES ARREGLO TORI!

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Me robe a la noviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora