CAPITULO 53

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 Tori

Furiosa y a la vez decepcionada, por un segundo sentía pena por mi madre, pensé que como yo, se sentía engañada, pero me consigo con una mujer que definitivamente no conozco

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Furiosa y a la vez decepcionada, por un segundo sentía pena por mi madre, pensé que como yo, se sentía engañada, pero me consigo con una mujer que definitivamente no conozco.

Nunca creí sentirme desencaja en un lugar como en este lugar, que fue siempre seguro para mi, me doy cuanta que solo fue un espejismo. ¿Quiénes eran estas personas? no puedo creer que haya vivo con una venda en mis ojos; creo que soy la única cuerda en esta familia, o más bien, pertenezco a esta familia? No soy alguien que ellos encontraron en su camino, porque no puedo creer que esto está pasando. Al llegar a la entrada, sudando y jadeando por llevar arrastras mis maletas, consigo a Iris, él me mira.

— Mi instinto de policía no me falla — asegura y se acerca para ayudarme con mis maletas, otra vez — no estaba seguro si este lugar era seguro para usted, y como dije, mi instinto no falló.

No respondí nada, estaba jadeante y molesta, tanto, que respiraba con dificultad y sentía mi cara enrojecida de la ira.

— Supongo que no tiene a donde ir o ¿me equivoco? — dice él cuando puso en marcha su auto, no respondo, aun estoy molesta e indignada — bien, tengo una idea a donde llevarla.

No hablamos hasta llegar a un lugar que no sabía que existía, era un lugar tranquilo de casas pequeñas que tenían jardines, parecía salido de una libro de historias bonitas y con finales felices, aunque en ese momento todo en mi vida está en tonos gris, sentía que estaba fuera de lugar, donde fuera que vaya.

— Espere aquí — me dice el hombre y lo veo salir del auto.

Iris no llevaba traje como siempre lo había conocidos, llevaba unos vaqueros gastados y una camisa negra remangada, tenía gafas y su cabello despeinado, supongo que este es el siendo reala y no esta representando alguno de sus papeles. Lo observo entrar en una casa, tocar y espera que abran mientras revisa su alrededor, se abre la puerta y aunque no veo bien a la persona, él habla dejando una distancia entre la persona dentro de la casa y él, al rato, una rubia de coletas sale, Amari, por un segundo sentí vergüenza que una persona como ella me viera en estas fachas y abandonada, sin ningún lugar donde ir.

Este era el último lugar al que se me ocurriría acudir.

Amari se acerca, vestía pantalones cortos y camiseta, parecía más joven de sus 20 años.

— Hola Jefa ¿Cómo se siente? — dice mientras Iris abre la puerta del auto para que yo salga.

Lo miro con duda, pero al final salgo, Amari me abraza, y yo suspiro.

— Que bueno que esta bien — aun sin responder el abrazo, y no por no sentirla sincera, si no por vergüenza — Sheqer me dice que no tiene a donde ir, aquí en la cochera de mi hermano hay una habitación, no es muy grande, pero le servirá.

— Además muy pocos saben de este lugar — habla Iris o Shaker, que no se que significa.

— ¿Shaker? — le pregunto y él me mira con seriedad.

— No se que significa, pero ella me llama así...íntimamente — baja la voz mientras carga dos de mis maletas y ella camina varios pasos delante de los dos.

— ¡Oh, ya veo!, pensé que no podrás relacionarte...íntimamente — comento sin juzgarlo, sonrió al ver el rostro de Amari, que supongo que se sorprendió que él la buscara, igual que yo.

— Hmmm.... no debería, de hecho ya tengo que irme, solo que...

Suspiró.

— No tenías que hacer esto por mi, yo estaré bien — le confieso apenada, quizás él pensó irse sin despedirse de Amari, pero creo que por mi culpa no lo hizo — yo me metí en esto, podía arreglármelas sola.

Aunque no tengo idea que hubiera hecho si Iris no estuviera esperándome, quizás arrastrando mis maletas o abandonándolos mientras caminaba sin rumbo.

— Me siento responsable— confianza y lo miro pero ya estamos dentro de la cochera, Amari nos abrió la puerta, el lugar parecía abandonado.

— Siento que está tan sucio, podemos limpiar y así será mejor para usted — se disculpa ella y luego me hace señas con la mano — la habitación está aquí, también puede usar el baño.

Era un lugar muy pequeño para que ella y yo pudiéramos entrar, Iris se quedó en la puerta con las maletas.

— Creo que dejaré esto aquí — dice a modo de despedida.

Miro hacia Amari que le brillan los ojos, quizás no sabe la verdad y termina decepcionada, como yo.

— Gracias por todo — le digo y empujo a la chica hacia la puerta — me quedare a... — miro a mi alrededor — no sé, acomodar todo.

El me mira y asiente, luego desaparece, ella lo sigue no sin antes decirme:

— Ya vengo a ayudar.

Me quedo sola en el lugar y exhaló un suspiro de tristeza.

No me importa donde esté durmiendo, eso no me duele, mi dolor en el pecho es toda la mentira, todo el desprecio de parte de mi madre, y por él, por Artem.

Hubiera preferido no saber más de él, no quería tener relación con Artem Sokolov o con su familia, pero a los dos dias me llego un citación para declarar en contra de Artem, y a la semana me tocó sacar todas mis cosas de el local que el me había dado, mi intención, devolverle todo.

Me robe a la noviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora