Tori Rusell, una química cosmetóloga en crecimiento, se entera en la noche de su boda, que su esposo la estaba engañando con su hermana menor, así que huye de la recepción, y en medio de su escape sufre un accidente que la lleva a la casa de un ele...
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Artem
No acostumbro a quedarme mucho tiempo en un solo lugar, tengo una casa en Londres, otra en Italia, en Rusia y en otros lugares solo tengo algún Resort para vacacionar. New York ha sido el lugar donde más he estado últimamente, tengo una gran oficina y empleados que hacen muy bien su trabajo, pero recientemente me he dedicado a mi negocio aquí.
Tori Rusell, no es un negocio, pero sí una razón para quedarme mas tiempo en un solo lugar, aunque se está tardando mucho más de lo que esperaba para casarse conmigo; acostumbro a pautar un tiempo para cada plan que hago, pero con Tori todo parece salir mal, sobretodo para mi. Ahora debo lidiar con algo que quería evitar, lo que menos quería era esto que acaba de pasar, una visita inesperada de mi hermana gemela.
Al entrar a la casa veo a Mika sentada en el sofá de la sala de estar, nos miramos y la veo sonreír, pero yo solo resoplo.
— ¿Qué haces aquí? — le pregunto con fastidio, mientras me quito la chaqueta de mi traje.
Espero que a Tori no se le ocurra bajar hoy.
— ¿Qué pregunta es esa hermanito? Vine a visitarte, siempre lo hago — la miró entrecerrando los ojos.
Por alguna razón no lo creo.
— John no te ha dado dinero ¿cierto? — le digo y abre la boca para protestar.
John Johson es su pareja, el cual por alguna razón muy clara no le gusta darle demasiado dinero, porque Mika cuando tiene sus bolsillos llenos, toma un viaje a algún lugar del planeta y no tiene un lugar fijo donde estar.
Ella es como yo, a diferencia que la mayoría de mis viajes son por trabajo y los de Mika no, solo lo hace para llamar la atención de John, que trabaja mucho y a veces la ignora.
— Para nada, ¿Cómo crees que llegué aquí? — la miro tomar un mechón rubio de su cabello y ponerlo detrás de su hombro.
— Cómo has llegado las últimas veces que él se ha negado a darte dinero para que viajes — le digo y la veo sonreír con desafío. — Estoy harto de soportar esto — le digo y saco mi celular y hago una llamada a John, para que busque la manera de venir por ella.
— ¿Qué crees que hará? — me desafía porque sabe lo que haré.
— Me importa un carajo, Mika. No estoy de humor para soportarte— le digo y unos pasos hacen que ambos miremos hacia la escalera.
Lo que me faltaba, mi querida y ruidosa futura esposa, viene en bata de baño y con cara de pocos amigos. ¿Cómo logró salir de la habitación si esta tiene una cerradura automática? pero no me sorprende, ella es Tori Rusell y sumamente inteligente.
— Que bueno que llegaste, me quiero ir y estoy harta de estar aquí — dice ignorando la presencia de mi hermana.
— Ahora no Tori, sube a tu habitación — le digo y noto que sus manos están a cada lado de su cuerpo apretadas en puño.
