Me robe a la novia

CAPITULO 10

Artem

Convencerla para salir fue difícil, parecía que tampoco quería salir ni siquiera con mi compañía. Ya estoy acostumbrados a los comentarios de mi gente que ella siempre la interroga preguntándoles si puede salir al jardín o a cualquier otro lugar dentro de los terrenos de la casa, y sé que he sido muy estricto, pero es Tori, es capaz de escapársele a algunos de mis hombres, o algo peor, que alguno la lastime solo para impedir que salga.

No quiero que se lastime, y deseo que nadie la lastime solo por protegerla, ella no está acostumbrada a que la cuiden, por esa razón un hombre como Paul Garnet se acercó tanto que la engañó.

La miro de reojo mientras mis ojos están directos al camino, se que su cabecita terca está buscando la mejor manera de escapar, ya que la traigo está noche a la ciudad, pero ni que lo piense, no soy estupido, traerla es con un solo fin, que confie en mi.

— ¿Adónde vamos? — pregunta por tercera vez.

— Es una sorpresa — le respondo por tercera vez también lo mismo.

— ¿No puedes decirme? — insiste.

— No, porque dejaría de ser una sorpresa — respondo mirando como uno de los hombres que nos custodian en motos nos sobrepasan.

Miro la pantalla del celular y veo que solo se adelantó para abrir el paso y llegar a nuestro destino sin contratiempos.

Miro a Tori y sé que puede leer lo que dice la pantalla muy bien, no me importa, igual hay palabras que jamás entenderá.

— ¿Siempre hablas en ruso con tus hombres? Es normal en la mafia ¿no? — Casi río.

¿Mafia?

¿Aún cree que soy algún tipo de delincuente con traje?

Aunque el poder y el dinero en ocasiones nos hacen dejar de lado la ley y hacer lo que queramos, si, quizás si soy una especie de delincuente, si eso hace que consiga lo que deseo, no me importa serlo.

— ¡Wow! ¿Vamos ahí? — dice de repente al ver las luces del aviso de Sushi showroom.

— ¿Te gusta la sorpresa? — le pregunto cuidando en quedar exactamente frente a la puerta del restaurante.

— Es muy costoso, siempre quise venir, pero Paul...bueno no importa — sin darse cuenta habló y se le escapó el nombre del traidor de Garnet.

Me detengo y me bajó, veo como uno de mis hombres se coloca frente nuestra puerta para vigilar, yo abrí la puerta para ella y sale, entre fascinada y sorprendida aún por traerla a un lugar tan exclusivo, y que gracias a mi ama de llaves, supe que era un lugar que ella deseaba visitar.

— Vamos, que nos esperan — le digo y veo como su cabello lo mueve la brisa de la noche y se tapa con su abrigo, estamos a mediados de septiembre y pronto nevará.

Entramos y ella quedó fascinada por un lugar que parece de otro continente, he estado en lugares impresionantes en toda Asia y el lugar es parecido a estar allá.

— ¿Te gusta? — le pregunto ayudarlo a quitarse el abrigo y revelar un vestido azul oscuro que se ajusta a su figura.

Fascinante es Tori cuando se arregla. En la casa no usa maquillaje y se pone toda la ropa que le queda una talla más, se que lo hace para que no la mire, pero está noche no podré dejar de admirarla.

— Si es muy lindo pero...— mira hacia su alrededor — ¿ya cerraron? No hay nadie, solo nosotros.

Dice con tono ingenuo y sonrió para mis adentros.