Tori Rusell, una química cosmetóloga en crecimiento, se entera en la noche de su boda, que su esposo la estaba engañando con su hermana menor, así que huye de la recepción, y en medio de su escape sufre un accidente que la lleva a la casa de un ele...
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Tori
Si estar delante de Artem es sumamente incómodo, no sabía que también su hermano y su padre al mismo tiempo me iba a poner tan nerviosa. No era solo que sus miradas solo estén sobre mí, si no esos dos hombres, bueno en realidad tres hombres, sólo tenían mi atención me hace sentir muy intimidada.
Son grandes y se ven peligrosos. Quizás para ser de la mafia debes verte así de aterrador.
Pero luego Sergie, el hermano de Artem, empezó a querer tener una conversación amable conmigo, es difícil cuando tengo varios días compartiendo las comidas más incómodas con el resto de su familia, no se me ocurre hablar de nada, solo si Ania me habla.
— ¿Química? No pareces una — dice sin dejar de hablar con ese acento ruso que se ve más marcado en su hermana Shana, que también vino con él junto a su esposo, sus gemelos, y el hijo de su difunto hermano Alek, los cuales no he visto aún, porque los tres niños duermen, el cambio de horario los ha golpeado mucho.
— Siempre me lo dicen — comento si tratar de parecer antipática ni nada por el estilo, no lo soy, y menos que ahora todos en la mesa miran prestando atención — no tienes que ser química y usar bata y gafas, para que te vea como una.
Luego de hablar los miro, creo que fui demasiado odiosa con mi comentario y me arrepentí.
Mire hacia Artem, que tomaba su café sin mirar a nadie. Necesitaba su ayuda pero creo que tampoco está de humor, no sé qué le pasa, pero está terriblemente distante, como si no le importara lo que su familia hable sobre mi. Me está hartando su manera de ignorarme, anoche prácticamente dormí sola, él salió durante la noche y no volvió, y noto que aún tiene la misma ropa que uso desde la noche anterior, creo que no fue a la habitación a dormir.
¿Qué carajos le pasa?
¿Qué carajos te pasa a ti Tori? — me reprendo — no te tiene que importar que te ignore y te deje dormir sola, al final eso es lo que deseas, no estar cerca de él para no seguir siendo su sucia zorra.
¿Su zorra? ¿Por qué pensé en eso?
— Tienes razón — habla Shana — nadie debería de criticar como se ven los demás por su carreras o profesiones, es absurdo.
Shana es una mujer alta de cabello oscuro y ojos miel, es difícil ver qué es la única que no se parece tanto a los rusos. Todos aquí son rubios.
— Todos dicen que no soy una Sokolov — dice ella y todos se quejan, hablan en ruso y Maki ríe con burla.
Me siento aliviada al no tener toda la atención.
— Tori tiene una línea de cosméticos y su propia tienda donde los distribuyen — interrumpe Artem y todos lo ven.
