CAPITULO 60

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Artem


Fui tan descuidado e impulsivo, me lastime el hombro tratando de abrir la puerta de Tori, debía ser menos idiota, pero no lo he sido.

Todo me ha salido muy mal con ella.

Antes de conocernos, la seguí por un buen tiempo, nunca me vio, y podía ser ella, al natural, toda Tori; ahora siempre está disgustada y cuando puede me da unas miradas de odio que solo me enciende. Estoy loco, ella lo supo siempre y ahora es que yo entro en razón que ella me ha enloquecido.

Ahora estoy internado en una clínica, con un respirador pegado a mí, para poder ayudar a mis pulmones a sanar, no, ella no hizo nada para que esté aquí, me lo hice yo mismo en mi afán de estar cerca de ella, me mude a un lugar nada seguro para mi.

Por demasiado tiempo cuide de mi salud con miedo de que si me pasaba algo nadie estaría a mi lado, ahora fui descuidado, estupido y siento que si no me recupero pronto perderé la vida tratando de recuperarla.

Aun siento que ella es mía, aunque me repita cada momento: Estoy cansada de ti, vete.

Pero no puedo, la amo.

El apartamento estaba en malas condiciones, los dueños me engañaron por mi afán de querer estar frente a ella, lo tome. Había humedad y las tuberías que me aseguraron que sustituyeron, colapsaron, desperté una madrugada con todo el lugar lleno de agua, una tos que me dejaba dormir y cuando le pedí ayuda a mi querida esposa, solo me miro molesta.

— ¿Es joda? Son las 3 de la madrugada, ¡DÉJAME EN PAZ ARTEM! — me gritó y me tranco la puerta en la cara, sin importarle que tenía un hombro lastimado.

Ella me ignoró.

Me odia.

Tomo una respiración profunda y siento un toque cálido en mi pecho desnudo.

— ¿Quieres que llame a la enfermera? — miro por sobre la mascarilla que me da el oxigeno a mi gemela.

Tan mal que la traté por años, ha sido la única que no me ha abandonado.

Mi familia solo me recrimina la estupidez que hice. Supieron todo y aunque me gritaron por el celular, no me dejaron en paz, mi padre por fin abrió los ojos, y aunque nada borrar lo cabron que fue con Alek antes de morir, se ha dedicado con todo sus conocidos en el gobierno que se limpie el nombre de mi hermano.

Le tocó hacerlo, porque las personas involucradas en la muerte de mi hermano, están solicitados por interpol por crímenes en varios países, el Nombre de Alek y el mio salieron a relucir por nuestra empresa, y ellos no tuvieron más que tomar el caso.

Pero yo aun sigo siendo para ellos el adolecente que se fue de su casa y decidió hacer su vida lejos de ellos, censuran mi matrimonio con Tori, por su relación familiar, si antes la creían una aprovechada, ahora que saben lo que es su familia, es un peor su repudio y si supieran que estoy intentando por mi terquedad de querer recuperarla, creo que la matarían, si pudieran.

Niego con la cabeza y suspiro. Respirar es tan importante, ahora lo sé.

Cierro mis ojos y quiero respirar a Tori, estoy jodido y a veces creo que ella nunca me perdonará y la perderé, pero yo nunca pierdo.

— Deberías de dejar de ser estupido, Artem — me habla Maki — estas cansando a Tori con ese empeño tuyo de seguirla — la miro y suspiro, cierro los ojos y luego la sigo mirando.

Coloca su cabello detrás de la oreja y cruza sus brazos sobre su pecho, su mirada tiene algo de Alek cuando me reprende, al final todos tenemos algo de todos.

Me robe a la noviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora