CAPÍTULO 55

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Artem

Tres meses han pasado ya desde que todo esto se supo, le agradezco a Mika para tratar de mantener a la familia lejos de todo este enredo, lo peor fue tener que pagar cárcel por culpa del imbécil ese que casi mato

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Tres meses han pasado ya desde que todo esto se supo, le agradezco a Mika para tratar de mantener a la familia lejos de todo este enredo, lo peor fue tener que pagar cárcel por culpa del imbécil ese que casi mato.

Tenía que matarlo.

Necesitaba hacerlo.

Pero por alguna razón no paso, casi me envían de vuelta Rusia sin derecho a volver jamás a estados unidos, si no fuera que ser un empresario ejemplar, un hombre de negocios que cumple sus obligaciones con la sociedad, pero solo cometí ese estúpido error, ese único y casi todo se va a la mierda.

No quería volver a mi pías, menos de esta manera, ser expulsado por haber casi matado a alguien, pero no era cualquier idiota, si no el hombre que tuvo que ver en la muerte de mi hermano.

Todos pensaron que fue por celos, los testigos los vieron muy bien, mi esposa estaba con otro y los encontré, ella declaró sin mirarme, sin siquiera ver en mis ojos que no la odiaba, estaba arrepentido, por lo que hice con ella, pero no con lo que quería hacerle a esos malditos.

Por otra parte, Tori nunca me acusó de haberla retenido a la fuerza. Mi nombre nunca estuvo involucrado en el escandaloso caso de Russell y el lavado de dinero, y mucho menos en las estafas que también se le involucraron, de ese grupo que al final salió a la luz sus verdaderos nombres.

Paul Garnmet, era un irlandés de 30 años, que su verdadero nombre era Brendan Walsh, la mujer que engaño a mi hermano y es culpable de su muerte, no era Lidelia Doyle, que con solo 25 años es buscada por hurto y varios robos a empresas donde ella se hacía pasar por asistente y se metía en los sistemas para vaciar las cuentas, como hizo en la empresa que Alek y yo teníamos. Dos hombres más que según la averiguaciones, lograron escapar pero que también pudieron publicar sus nombre, y por supuesto el jefe de todos ellos, y que según había muerto hace unos años, apareció en una imágenes de vigilancia en el sur de América y en varias playas de México.

Todos estaban siendo investigados hace algún tiempo, quiere decir, que yo no era el único tras la pista de estos malditos delincuentes.

Alek no fue el único, pero sí el que tuvo peores consecuencias y sucedió así, porque ellos sabían que mi hermano estaba abriendo una investigación privada y los tenía muy bien vigilados.

Por esa razón yo estaba seguro que mi hermano nunca atentaría contra su vida, cuando estaba haciendo este trabajo, yo no lo sabía todo lo que él estaba haciendo, pero yo no podía decir nada porque era algo que mi hermano guardaba muy bien, necesitaba recuperar credibilidad, no intervine porque mi hermano era inteligente, pero lo mataron, lo sabia muy bien y por esa razón ahora que termine de cumplir mi condena por atacar a ese idiota, vuelvo donde me quedé.

Ellos deben pagar por la muerte de mi hermano Alek, y eso no se quedará así; no mientras viva.

— Deberías descansar — me pide Mika mientras llegamos a la casa y busco en el celular que Marcus me entrega el nombre del inspector en Rusia.

Me robe a la noviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora