ೃ Cap 5࿐

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Desde el momento en el que Namjoon fue a buscarme a casa, ya sabía que nada iba a estar bien, principalmente por el hecho que en el auto habían miles de botellas de distintos tipos de alcohol, y su mirada me decía que él ya había empezado la fiesta sin mí.

- Mejor córrete y manejo yo - Le dije. Pero pareció no importarle mucho realmente.
- Jungkook. No vamos a matarnos. Mejor toma de esto. - Me acercó el resto de una botella de vaya a saber que...
- Ya sabes que no bebo.
- Es tu cumpleaños maldito amargado! Tómatelo o no salimos.
- No salimos entonces.
- Mierda Jungkook. Tómatelo y sé libre alguna vez en tu vida. - Lo miré con desconfianza. Pero sin decir más, le di fondo blanco a ese algo que había en la botella, que sabía fuertísimo, pero no voy a negar que me relajó bastante y que estaba necesitando distracción urgentemente.

Sin darnos cuenta, terminamos en el auto con la música a todo volumen, mientras este mal amigo seguía intentando embriagarme más y más. Abrí la ventana para tratar de espabilarme, sonriendo inconscientemente, recordando la última vez que había salido de fiesta y la última vez que me había emborrachado de la forma en la que lo estaba haciendo, sin preocupaciones ni presiones.

- Dime si no extrañabas esto? - Me preguntó mi amigo quien sonreía recibiendo el aire de la ventana que permanecía abierta.
- Algo... - Contesté con duda. Porque realmente no sabía que iba a pasar luego.

Al cabo de unos minutos, llegamos a un bar de 2 pisos, que de fachada se veía como el más normal del mundo. Realmente no se veía algo por lo que debiera alarmarme, así que tan sólo me dejé llevar, intentando confiar por un segundo en las malas decisiones de mi amigo.

Al entrar, Namjoon saludó a un tipo grandote en la entrada de una forma muy natural, supongo que era el de seguridad, y éste le devolvió el gesto como si fuese habitué de aquel lugar y como si se conociesen de toda la vida. Una hermosa mujer se acercó hasta nosotros para darnos la bienvenida, guiándonos luego a un cuarto que era una especie de reservado, donde en ella habían dos mujeres más esperándonos junto a una mesa llena de alcohol, tabaco y un par de cartas. Todo en ese lugar me indivaba descontrol. Y nada de eso era bueno. Lo detuve del brazo en la puerta antes de entrar, mi amigo me miró sin entender.

- Qué se supone que es esto?
- Un bar.
- No eso. Ellas...
- Ah... las chicas. Ellas van a ayudar para que te relajes.
- Contrataste prostitutas?
- Jajajaj, qué? No. Ellas sólo son masajistas. Es tu tema si quieres final feliz o no. Ya relájate hermano. Tómalo como una despedida de solteros. Nadie va a enterarse de lo que pase aquí. Además estás muy tenso últimamente. Sé libre. Lo necesitas. - Me dijo con una sonrisa, mientras me daba un trago que sirvió de las botellas de la mesa frente a nosotros. Que por algún extraño motivo, recibí.

Y sin darme cuenta, ya había pasado una hora en el reservado que Namjoon había pedido para nosotros, hora en la que tomamos unas cuantas copas, habiendo perdido la cuenta ya de cuantas, mientras él fumaba un habano, charlamos y nos reímos como hacía mucho no lo hacíamos, absolutamente descontracturados, desconectados. Mientras aquellas señoritas seguían dándonos atenciones. Más que nada a mi amigo, quien de tanto en tanto coqueteaba con la que fue desginada para él.

- Estás muy tenso cariño. - Me dijo ella al oído. Mientras masajeaba mi espalda.
- Tan así lo crees? - Le contesté cerrando los ojos, mareado por el alcohol que corría por mi sangre.
- No lo creo. Te siento. - Me dijo ya bajando ambas manos por mi pecho. Y no lo voy a negar, estaba algo bastante sensible, hacía tiempo ya que no tenía ninguna clase de contacto con una mujer, y entre el alcohol y mi abstinencia, realmente le era bastante fácil a cualquiera empezar a activarme.

Luv Is A Maze ೃ Kookmin auDonde viven las historias. Descúbrelo ahora