࿐ Flashback ೃ

7 1 0
                                    

6 años atrás...

- Jimin si tú corres es imposible que te alcance!!!
- Te dije que tenía poco tiempo. Y eres mi experimento.
- Entrevistado! Pero si sigues corriendo no voy a poder ni hablar!

Me gritaba mi amigo mientras corríamos entre la gente con escaso tiempo, ya que el día de hoy se había ofrecido a participar en una clase en la que necesitaba ayuda de personas ajenas a mi cátedra. Pero como era de costumbre... estaba llegando tarde, y no precisamente por su culpa sino por la mía, como era de esperarse. Aunque sabía que todo este esfuerzo que estaba haciendo era el camino necesario que debía recorrer para poder dedicarme a eso que tanto amaba y que tantas posibilidades de expresarme me brindaba, como lo era la magia del periodismo.

Algún día, haré excelentes columnas, lo sé.

- Ya muévete! - Le dije a Yoongi tomándolo del brazo para hacerlo correr aún más, ya que nuestro bus pasaba en escasos minutos, hasta que de repente...

La lluvia de papeles a mi alrededor detuvo mi andar... Un idiota cruzándose en mi camino.

- Maldita sea. Porque no te fijas un poco por donde vas??!

Le grité furioso, agachándome a levantar los papeles, mientras Yoongi permaneció en silencio así como ese imbecil frente a mí, quien no tuvo intenciones de absolutamente nada. Junté rápidamente mis anotaciones, las guardé entre mis carpetas, y furioso me reincorporé, me levanté los lentes de sol, despeiné un poco mi cabello por costumbre y lo encaré.

- Encima de torpe, eres un imbecil sin modales que ni siquiera te disculpas. - Miré su uniforme. - Eso les enseñan en Taekwondo?

Pero quien estaba frente a mí sólo alzó una ceja, observándome de arriba a abajo, sin decir ni una sola palabra, lo que hacía que mi enojo creciera aún más.

- Eres sordo? - Retruqué furioso. Yoongi me tomó del brazo y se acercó a mi oído, intentando calmar mi ira.
- Jimin... basta. No lo provoques más. Porque si este grandote se enoja estamos perdidos, ni tú ni yo sabemos ni la mitad de lo que sabe él. - Me susurró.
- No le tengo miedo. - Le contesté a Min en el mismo tono.

Giré a ver a aquel atrevido luchador de Taekwondo que no se inmutaba pero tampoco dejaba de mirarme. Y siendo realistas, si realmente no fuese tan arrogante como se veía que era, seguramente hubiese tenido algo con él, sin dudas, porque además de su cuerpo atlético formado y trabajado, sus ojos oscuros, su cabello castaño corto pero rebelde, sus labios abultados y tentadores, y su mirada sobradora, eran el cóctel perfecto que te aseguraba que seguramente era un hijo de puta pero que iba a encantarte. Aún así... un arrogante.

Hasta que caí en cuenta... la hora... el bus... todo se había arruinado.

Respiré hondo, indignado, ya con intenciones de irme porque no iba a obtener nada de ese hombre sexy más que siguiera siendo un estorbo en mi camino.

Bufé molesto, me acomodé el bolso, tomé del brazo a Yoongi, y pase junto a él, lanzándole una mirada asesina, dispuesto a pasar por entre los demás Taekwondokas que salían de aquel lugar, que supongo terminaban de entrenar. Hasta que...

Uno de ellos pasó ante mis ojos... mi corazón se detuvo... todo mi ser necesitaba enfocar mis sentidos absolutos en él... todo el mundo se silenció.

Un pelinegro alto, con un cuerpo que no era real, de esos que no puedes creer existan, con algunos tatuajes en su brazo que evidentemente estaban allí como invitación segura a la locura, su cabello corto, sedoso y rebelde que amenazaba con caer sobre su perfecto rostro, pero que aún así intentaba peinarlo hacia atrás, ojos grandes y curiosos, labios finos excepto su inferior, pero totalmente apetecibles, su andar seguro, confiado... sexy. Era la única palabra que le quedaba a ese hombre hermoso... sexy. No, perdón, me rectifico... el hombre más sexy y hermoso que vi en toda mi vida, que me deslumbró por completo haciéndome sentir que perdí todos los estribos por su causa. El hombre perfecto por donde se lo mirase. Que aún sin haber podido escuchar su voz, sabía que sería tan espectacular como él lo era.

Detuve mi paso, Yoongi hizo lo mismo ante mi acción, y sin darme cuenta y sin poder quitarle la vista de encima, suspiré. Claramente sin que él lo notara, porque simplemente él iba hablando con alguien más mientras se dirigían a un auto...

Ese rostro... esos ojos... ese todo... ese hombre... ese... Ese idiota.

- Qué te pasa?
- Discúlpame.

Me dijo a quien había dejado atrás olvidado por completo luego de ver a esa aparición divina de pelinegro. Sí. El mismo que había tirado todas mis hojas, me tomó del brazo para voltearme y disculparse. Me agarró desprevenido ya que fue como si de un hondazo me bajase mientras yo volaba entre las nubes. Volví a girarme buscando al pelinegro tatuado sexy, hasta que lo vi nuevamente, por subirse al auto.

- Me disculpas? - Insistió el otro luchador quien aún no me soltaba del brazo. Giré a verlo, confundido. Volví a buscar con la mirada al hombre perfecto pero él ya no estaba... maldita sea.

Fin del Flashback...

Luv Is A Maze ೃ Kookmin auDonde viven las historias. Descúbrelo ahora