Luv Is A Maze ೃ Kookmin au

ೃ Cap 35࿐

Dejé pasar 3 días sin ver a Jungkook, que me costó? Muchísimo. Él tampoco me había escrito para nada. Y en cierta forma lo agradecía, pero por otra parte no, porque... porqué? No te intereso ni un poco?

Es verdad que me escapé nuevamente de él, pero en el interior, quería que él me hablara, quería de su atención, y no tenerla me impacientaba, me generaba abstinencia, así que como si fuese adicto a él, busqué una excusa para ir a verlo, y que mejor que el trabajo.

Y como dije, estaba deseoso de su atención, que me mirase con esos ojitos curiosos que a la vez me comerían si pudiesen hacerlo... Que podría usar para que me deseara? A veces no variaba mucho con la vestimenta... aunque... quizás... no... tampoco me voy a regalar, no Jimin, no tienes que olvidar el pequeñísimo detalle de su maldito estado civil, y ese asqueroso anillo. Y si, estoy buscando una excusa para verte Jungkook, pero eso no quiere decir que esté yendo a ofrecerme sólo porque eres el hombre más jodidamente hermoso y caliente de la tierra. Maldito infiel.

Pantalón de Jean negro ajustado, unas botas, una playera blanca, camisa leñadora oversize, chaqueta de cuero y lentes de sol, casual.

Salí del departamento camino al Dojang. Comencé a caminar tranquilo, me puse auriculares para regular los nervios que me recorrían por todo el cuerpo y sin darme cuenta, ya estaba en la puerta de donde debería estar, ya había llegado a destino.

Temblé completamente, y un nerviosismo corrió por toda mi columna vertebral, quería verlo, y estaba actuando como un niño esperando recibir su primer beso, cuando en realidad a Jungkook ya le había visto todas sus bendiciones, le conocía hasta el alma... es por eso que no entendía porque estaba así de idiota y nervioso. Di un par de vueltas en la puerta, moviendo y cerrando las manos de forma ansiosa, inmerso en mi mundo, aún con los auriculares puestos. Me paré nuevamente frente a la puerta, me sacudí un poco el cuerpo, respiré decidido a entrar, hasta que... una rosa apareció frente a mí, haciéndome salir del trance. Me volteé de repente ante la entromisión, encontrándome con él detrás mío, quien con una sonrisa me miraba, dejando la rosa en mis manos.

- Hola mi amor. - Me dijo sonriendo, y acariciándome el rostro.

Y yo como siempre sólo pude paralizarme, así como cada vez que él se me acercaba.

- No vas a saludarme?

Dejó un beso en mi mejilla, e instantáneamente la única reacción que pude tener fue apartarme con pánico en los ojos.

Mi ex.

- Qué quieres? - Le dije con duda y miedo.
- Sólo acercarme a tí. Te extraño mi amor? Ya te lo dije. - Me acarició.
- Aléjate de mí. - Intentando armarme del valor que me faltaba para lograr enfrentarlo.
- No seas tan duro mi vida. Te lo digo en serio. Te extraño. Te necesito... Inclusive, no voy a preguntar que pasa entre tú y Jeon, porque sé que es pasajero, tan sólo... - Se acercó lentamente a mi oído para susurrarme. Y como toda mi vida con él, no pude hacer nada, más que quedarme paralizado, porque su sola presencia me martirizaba la existencia y me sometía a un estado de sumisión que no entendía, más que estaba controlado por el terror que le tenía a su persona cerca de la mía.

- Yo... me tengo que ir... estoy ocupado.
- No cambies el número de teléfono otra vez por favor...
- Yo...
- Sé que tuvimos nuestros problemas últimamente... sé que no fui el más correcto tampoco. - Me acarició, acercándose más a mí. - Pero quiero arreglar mis errores. No estoy dispuesto a perderte Jimin.
- Taeoh, yo... estoy... ocupado.
- Regálame tiempo mi amor. Déjame mostrarte que cambié.
- Ya no quiero...
- No digas eso, por favor.
- Yo... tengo que irme.