Luv Is A Maze ೃ Kookmin au

ೃ Cap 53࿐

- Nayeon? Mierda. - Murmuré en voz alta totalmente audible para todos, luego de que la luz se prendiese y ella nos viera a ambos haciendo el amor como lo estábamos haciendo.

Invadida por un estado total de histeria salió corriendo de la habitación, llorando, enfurecida. Y este fue el error del que más iba a arrepentirme luego. Salir corriendo detrás de ella dejando a Jimin solo en la habitación y aunque yo tenía mis motivos, él aún no los sabía.

Tomé un pantalón que tenía a mano, y casi a los saltos mientras la seguía me los coloqué, bajando las escaleras con rapidez, mientras ella hacía lo mismo, como huyendo de mí. Llegó hasta la puerta en un ataque de nervios, llorando, pero la detuve del brazo.

- Dame la maldita llave de una vez por todas.
- Eres... un maldito hijo de puta! - Me dijo golpeando mi pecho totalmente sacada de sí. No sin antes abofetearme la cara. Respiré hondo intentando centrarme, porque a estas alturas, y pese a que no era alguien violento, soportar sus berrinches constantes, sus reclamos, y que siempre terminaran en ella desquitándose en mí, ganas de devolverle esa bofetada no me faltaban, pero no era algo que iba a pasar, ni por más enojo que estuviese manejando.
- Cálmate y dame la llave que tienes. Te dije que no podías tener una copia.
- Justo él? Justo con él tenía que ser? Sabías lo que sentía y fuiste por él? Lo hiciste a propósito para joderme la existencia? Maldito homosexual hijo de puta. - Continuaba golpeándome. La detuve de ambos brazos intentando que se calmara aunque parecía algo realmente imposible.
- Dame la puta llave de una vez por todas maldita sea. - Le grité prácticamente en la cara.
- Te voy a destruir maldito. Te juro que te vas a arrepentir. - Masticó sus palabras en mi rostro, con una expresión llena de odio.
- Haz lo que se te de la gana. Pero no se te ocurra tocar o hacerle algo a Jimin. Porque va a ser la última idiotez que cometas en tu vida.
- Te voy a hacer la vida imposible.
- Te lo advierto Nayeon, cuidado con lo que piensas hacer.
- Te juro que todo el mundo va a enterarse.
- Me tiene sin cuidado. Pero más te vale, te mantengas alejada de él.
- Te vas a arrepentir toda tu patética vida. Y hasta que no te vea llorando, como la marica que eres, suplicándome que me detenga, rogándome que vuelva contigo... no voy a parar. Tu vida va a ser un infierno.
- Dame la llave de una vez por todas! Maldita loca!
- Muérete! Me das asco!
- Es mutuo.

Le dije soltando sus muñecas, momento en el que volvió a abofetearme, para lanzarme la llave en la cara y salir dando un portazo.

Y  pesar que lo intenté, yo era consciente que ella no iba a detenerse hasta generar el mayor mal posible, y que no habría fuerza humana que la detuviese.

Me agaché a buscar la llave que Nayeon había arrojado, sabiendo que en cierta forma esta absurda relación se había terminado definitivamente, pero sabiendo que de ahora en más, tenía la tarea de preservar a Jimin a como de lugar, porque el revés podía ser terrible.

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No podía ser. Es que no podía ser. Y en verdad el problema no era que ella nos haya visto, en realidad me alegraba, porque era una maldita. Pero el problema real era que en realidad ellos nunca dejaron de estar juntos, ella seguía yendo a su casa como si nada, teniendo su propia llave, yendo a verlo como si nada. Aunque el problema más grave fue principalmente, como él se había desesperado y había corrido preocupado tras de ella, porque claro, necesitaba darle explicaciones de lo que acababa de ver.

Me sentí tan mal en esos momentos, que realmente la discusión que estaba transcurriendo en la planta baja, no fue para nada percibible para mí. Todo mi yo se acababa de desmoronar. Él nos tuvo a ambos, y eligió sin dudar tras de quien ir, dejándome a mi en su habitación desnudo, sin ni siquiera preguntarme o pensar en como podría sentirme, ya que también a mi me habían visto en algo tan íntimo como lo que estábamos haciendo. Y sí, no es que antes no me hayan visto, él mismo inclusive, pero era distinto está vez, porque yo lo sentía como algo más, hasta este momento, para mi no era simple sexo casual como con los demás, sino era algo nuestro, aunque claramente para él no lo era. Quizás me estoy dejando llevar por los celos, pero a la vista, estuvo su actitud. Literal, se desesperó por ir a darle explicaciones.