ೃ Cap 6࿐

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Esa silueta... esa cintura tan pequeña, la sensación del suave tacto de su piel clara, su cabellera rubia, y ese placer de tenerla sobre mí, cabalgando como la más jodida gloria, sus gemidos embelesando mis oídos... nuevamente esas imágenes... nuevamente despertándome revolucionado por haber tenido otro sueño húmedo, por esa noche, en la que fui débil y no puedo olvidar, pero en la que tampoco me es posible recordar su rostro. Otra vez la misma tortura que viene repitiéndose desde hace 3 años... hasta que desperté.

12 del mediodía, y yo recién estaba abriendo los ojos, con resaca, un dolor de cabeza terrible, y miles de imágenes rondándome en la cabeza.

"Yejun"... Mierda todo. Qué hice ayer? No se suponía que era totalmente heterosexual pero aún así me calenté más que en mi vida entera sólo por una simple mamada? Aunque bueno... no fue una simple, fue la mejor puta mamada de mi vida. Pero aún así... de un hombre? Por Dios. Que hice?

Qué me pasaba? Si desde pequeño sabía que estas cosas estaban mal y que no debían ser de esta forma, porque bastó sólo un segundo para caer sin darme cuenta?

Me volteé en la cama para taparme la cabeza con la almohada, frustrado, porque no sólo eso me atormentaba, sino el pequeñísimo detalle... estaba comprometido y le había sido infiel por segunda vez en nuestra relación. Eso era todo lo contrario a los valores que predicaba y llevaba en mi vida, de respeto, de honor, de fortaleza, cuando simplemente ayer fui el más débil de todos.

Me levanté de golpe de la cama, para darme una ducha rápida y salir lo antes posible, ya que yo siempre era uno de los primeros en llegar al Dojang y en cambio hoy, sería el último seguramente. El ejemplo que debía dar, era una burla. Encima mal dormido y con resaca. Hice todo mal.

Luego de quedarme unos minutos bajo la ducha, esperando que el dolor de cabeza se me pasara un poco, intenté analizar mi absurda actitud, y no. Nada de lo que había hecho ayer resistía análisis alguno, por más vueltas que le buscara, la calentura de ayer sólo se atribuía a una cosa, que era haber visto a ese hombre teniendo relaciones con esa extranjera de la forma en que estaba haciéndolo, y para peor de mis males, que me haya volado tanto la cabeza la manera en la que me dio sexo oral.

Apoyé mi cabeza contra la cerámica del baño, dándome repetidos golpecitos.

‐ Estúpido... cómo se te ocurre? - Me recriminé mil veces. Mientras cerraba mis ojos. Pero estaba convirtiéndose siempre en la peor decisión, porque simplemente la imagen suya con mi pene en su boca venía a mi mente, llenándome de un cosquilleo indescriptible. Seguido a la gran erección que estaba experimentando en estos momentos.

Estaba jodidísimo.

Suspiré, en algún momento este "asunto" tenía que bajar por su propia cuenta. Pero los contornos de su cuerpo volvían a invadir mis pensamientos una y otra vez. Qué me pasaba? Esto no estaba bien. Nada lo estaba. Porque para peor de mis males, no podía parar de pensar en otra cosa que no fuese solucionar este asunto con mis propias manos, como primer medida.

Apuré la ducha, salí rapidamente y me cambié, ignorando cualquier tipo de problema que podía estar teniendo ahí abajo, porque lo último que me faltaba, era masturbarme pensando en un él y no en un ella. E intentando dejar la culpa de lado, lo que estaba siendo imposible, simplemente tomé mis cosas, y me fui a entrenar.

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El café que había llevado en un vasito descartable ya estaba frío y la única galleta de arroz que me quedaba en la despensa terminaron directamente en la basura de esa entidad bancaria que me venía persiguiendo hace tiempo.

Ya a estas alturas mi apetito se había cerrado completamente a causa de la frustración y del estrés que me cargaba a diario. Que fácil era para ellos amenazar con desalojos constantemente, como si yo realmente no quisiese pagarles, o como si lo que estuviese en mi casa no me perteneciera. Pero en cierta forma, ellos se creían y eran dueños de mi vida.

Luv Is A Maze ೃ Kookmin auDonde viven las historias. Descúbrelo ahora