Y ahí estaba yo, bajando del primer taxi que detuve, en medio de una crisis nerviosa, prácticamente corriendo hacia la puerta de la lujosa casa del hombre que me quitaba la estabilidad emocional constantemente desde hace seis años. Me paré frente a ella, respirando hondo, temblando por lo que iba a encontrarme, muerto de miedo, con el corazón estrujado. Me apreté un poco las manos nervioso, y toqué el timbre. Los latidos taladraban en mi pecho, estaba totalmente desbordado, y era obvio el porque, él era mi vida entera, yo estaba a sus pies por completo, y en estos momentos, no tenía ni idea de cómo estaba y a mí se me estaba rompiendo en mil pedazos el alma entera.
Al cabo de unos segundos, la puerta se abrió, trayendo a Namjoon quien vestido de forma relajada y casual, con una taza de café en las manos, sin muchas preocupaciones me recibió, aunque algo sorprendido por mi aparición repentina.
- Jimin?
- Dios... dime por favor que está bien. - Le dije totalmente colapsado del estrés que tenía encima, sintiendo que iba a desmayarme si recibía una respuesta que no fuese afirmativa.
- Si Jimin. Tranquilo. Él esta bien.
- Dios santo... - Me senté en cuclillas tomándome el pecho. Porque realmente sentía que iba a morirme.
- Ya ya. Tranquilo. Pasa y te cuento.Al entrar, nuevamente esa sensación de extrañeza por estar en su casa otra vez, pero también de familiaridad, de lugar seguro, de confort.
- Ayer quiso acomodar un saco de box flojo, se subió a la escalera, pero el saco cedió, y cayeron ambos, el saco y él, solo que el saco sobre su rodilla mala.
- Dios santo, no...
- Un idiota. Lo sé. Así que tuve que llevarlo de emergencia al hospital, porque no soportaba el dolor. Le hicieron una intervención, que debería haberse hecho hace tiempo, por suerte nada complejo, pero tiene aún que mantener reposo por un mes. Está bastante anestesiado por los calmantes porque va a dolerle bastante, pero si no te avisaba, después iba a matarme. Ayer estaba insoportable queriendo contactarse contigo. Entiendo que iban a verse... pero entre el dolor y los doctores, no pudo hacerlo.Me quedé mudo escuchando todo lo que me decía, porque mientras yo creía que él estaba jugando conmigo de la forma más cruel, mi hermoso pelinegro estaba atravesando muchísimo dolor. Y lo admito, no pude evitar sentirme pésimamente mal y más porque no pude estar para él.
- Perdón. No te ofrecí nada. Quieres un café? Algo para tomar?
Continuó Namjoon. Mientras yo veía un poco nervioso todo a mi alrededor. Aunque un detalle llamó mi atención, y fué aquella camita que claramente tenía una dueña, esa camita que él aún conservaba, que pertenecía a mi bebita. Recordé lo tierno que se veía cuando me la mencionaba y hablaaba de ella, mientras ambos ignorábamos completamente que se trataba de Nina, automáticamente recordé su empatía con los animales, y eso me hacía desbordar de amor. Porque no sólo era ese detalle, sino las miles de cositas que habían por la casa suyas, esos pequeños juguetitos por todo el piso, el rascador, o aquella mantita aún doblada sobre su camita, que daba fé que quizás cada noche él se encargaba de arroparla, porque literalmente para él, ella era su princesa. Definitivamente, me estaba muriendo de amor.
- Jimin?
- Si... perdón... - Me hizo volver a la realidad.
- Te decía si quieres un café o algo.
- No. Gracias. Dónde está?
- Arriba. En su cuarto.
- Puedo verlo?
- Si. Si. Está un poco somnoliento por los calmantes. Quizás hasta dormido.
- Sabe que me llamaste?
- No. No quise decirle por si no querías venir o seguías sin responderme.Hice una mueca apenado, porque seguramente, quedé como el más histérico del mundo.
- Vamos...
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Luv Is A Maze ೃ Kookmin au
Fanfic- Hablemos si? - De qué deberíamos hablar? De lo que acabas de hacer? Sí. Hablemos. - No. De lo de anoche. - Ah... eso... Justamente. Fue anoche Jeon. Sexo casual. Entiendes? No puedes reclamarme si alguien se me acerca. - Jimin... Repitámoslo... po...