Eran miles de cosas que no lograba dimensionar. Estaba sentado frente al escritorio del abogado, tomándome la cabeza con frustración.
- Tienes estas propiedades en Tokio, y las empresas de las cuales tenía acciones.
- Acciones? Empresas?
- Si señor Jeon. En esta carpeta que le entregó, está el detalle de todas las acciones que su abuelo tenía con jurisdicción en Tokio, entiendo que su abogado pidió hacer el traspaso a Seúl para evitarle preocupaciones. Aún así, le recomiendo que eche un vistazo al contenido de esta carpeta, así empieza a empaparse del tema, y sabe que empresas necesitan su atención inicialmente.
- Algo más?
- Firmamos estos papeles, y si no hay ningún inconveniente es libre, sino lo contactaré mañana o en 1 día.
- Mañana no puedo. Ni pasado. Si tiene que contactarse por favor que sea para mi vuelta a Seúl.
- No se preocupe. Hablamos señor Jeon. Fue un placer.
- Igualmente.Di un suspiro gigante, totalmente agobiado, miré la hora en mi celular, notando como se había pasado volando el tiempo, y yo aún no había podido hacer nada de lo que imaginaba con Jimin. Era la tarde, él debería ya haber despertado y estar descansado, así que era el escenario ideal.
Fui rápidamente hasta el hotel, pasé por el buffet y busqué algo para comer, en caso que él ya estuviese despierto.
Golpeé la puerta de la habitación, y al entrar, él estaba parado junto al gigante balcón de la habitación, vestido con una camisa oversized que le tapaba timidamente ese hermoso trasero que tenía, pero nada más que eso, porque ante el mínimo movimiento, más de su piel se descubriría, sin dudas. Lo miré de arriba a abajo un poco, ya que si bien era desquiciantemente sensual, a la vez era... realmente no sé como explicar, solo que era una especie de aparición divina, etereo... Así que antes de intrusar en sus pensamientos, sonreí sin darme cuenta, porque era algo que solía pasarme al verlo, y lo abracé desde la cintura, sorprendiéndolo con besos en su perfecto cuello. Besos a los que se desarmó y derritió al sólo tacto, dejándose caer en mis brazos como un gatito que recibía la atención que buscaba.
- Que bueno que estás despierto. - Le dije entre besos.
- Que bueno que volviste. - Me respondió.Se volteó para verme a los ojos, y sin siquiera dejarme reaccionar, comenzó a besarme con locura mientras me empujaba hacia la cama y me desabrochaba la camisa. Mientras que mis manos no podían hacer otra cosa que recorrer toda esa piel que ya se había expuesto ante mí.
Pero en un atisbo de cordura intenté hablarle.
- Jimin... - Aunque hacerlo con su boca en la mía era imposible. Primero porque no podía articular palabras y segundo porque era imposible no dejarse llevar. Pero insistí. - Jimin... detente... Un segundo...
- No quieres? - Murmuró entre mis labios.
- Quiero todo.Acción que llevó que termináramos una vez más en la cama, volviéndonos locos.
Honestamente, yo quería estar con él, y parte de estar era esto también, y no niego que quería salir y crear momentos propios y nuevos, pero como podía negarme si él en cierta forma me pedía estas atenciones que a mí me hacían perder la cabeza? Imposible.
Y así como empezamos, nuevamente terminamos haciéndolo hasta tarde, internados en el cuarto del hotel, sin ver ni la luz del sol ni la de la luna. Sólo viendo nuestros cuerpos desnudos, sudados y llenos de marcas, que eran rastros de cada lugar al que nuestras bocas habían decidido profanar.
La mañana siguiente no cambió mucho. Al despertarnos ocurrió exactamente lo mismo, porque era un hecho que no podíamos amanecer juntos sin terminar enroscados sobre o dentro del otro.
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Luv Is A Maze ೃ Kookmin au
Fanfiction- Hablemos si? - De qué deberíamos hablar? De lo que acabas de hacer? Sí. Hablemos. - No. De lo de anoche. - Ah... eso... Justamente. Fue anoche Jeon. Sexo casual. Entiendes? No puedes reclamarme si alguien se me acerca. - Jimin... Repitámoslo... po...