Pasaron dos días desde la última vez que vi a Jungkook... bueno, desde la última vez que lo rechacé otra vez. No me había escrito, y yo tampoco lo había hecho, y aunque me moría de ganas por hacerlo, sabía que no debía, y que las cosas tenían que ser de esta forma si no quería más adelante llevarle los anillos al altar mientras se casaba con la loca de su prometida.
Ya no tenía motivos para volver al Dojang, ya tenía suficientes vídeos, los artículos los tenía prácticamente listos, que fue en lo que más tiempo invertí hasta ahora, así que solo quedaría la parte de la edición de los videos y trabajo resuelto, no más motivos para ver a Jungkook nuevamente, ni a él, ni a su carita hermosa y cuerpo totalmente ardiente.
- Es lo mejor Jimin... tienes que alejarte de él... tienes que olvidarlo de una vez por todas. - Me repetía una y otra y otra vez, mientras le quitaba la memoria a la cámara y la insertaba en la laptop. - Terminas esto y te olvidas de él... Editas estos videos y te olvidas de él...
Como si fuese tan fácil... horas de videos suyos, sudando, entrenando, siendo perfecto. Maldita sea.
Abrí la memoria de la cámara desde la Laptop pero...
- No... no... no... no me puede estar pasando esto... porqué!!!!!! Qué hice maldita sea para merecer esto!!!! Porque Dios???? Es porque no voy a la iglesia nunca???? Es por eso??? Porqueeeee.....
Me dije dramáticamente tirándome sobre la mesa, ya 0que la maldita memoria estaba en blanco... se había formateado por algún motivo que desconocía, y la mitad de lo que había grabado que no alcancé a copiar a la laptop, lo había perdido. Ya no estaba.
Revisé los archivos que había guardado previamente en la computadora, pero me eran insuficientes, no tenía casi nada de la persona más importante del lugar, que era Jungkook, más que aquellos videos que grabé admirando su belleza mientras se me caían las babas, pero como presentaba ese material? Primeros planos suyos, de su rostro, sus brazos, de su espalda mientras estiraba, y esos glúteos firmes que... ashhhh... parecían videos promocionales del hombre perfecto más que de prácticas de Taekwondo. Que desastre.
Pero eso no era lo peor del caso... sino que debía volver a verlo, y pedirle que filmáramos algo, con la diferencia que ahora tenía que hacerlo después de saltar sobre él como un desquiciado pidiéndole más mientras le gemía en la cara después de decirle que me encantaba, que era hermoso y no sé cuántas cosas más.
Yo era especialista en fingir que nada pasaba, pero ahora no sé cuan capaz sería de hacerlo realmente, después de todas las cochinadas hermosas que habíamos hecho juntos esa noche en la que comprobé que su auto tenía los mejores amortiguadores de la industria.
No. No sabía como afrontar esto.
- Maldita sea. Maldita vida.
Me dije. Dejando el café que me había preparado, para comenzar a cambiarme y salir para el Dojang. Sabiendo que mientras más rápido encarara el asunto, más rápido iba a dejar de verlo, aunque no es lo que quería, pero tenía era lo que tenía que hacer.
Me puse un pantalón negro ajustado, una camisa con el cuello desabrochado, unas botas, lentes de sol, me despeiné el cabello con molestia y salí, maldiciendo a la vida y todo lo que se me cruzara por la cabeza en esos momentos. Porque no podía estar pasándome esto a mí, justo cuando dije que me iba a alejar de él, la vida me jodía una vez más.
Y así tal cual fue mi mood hasta que llegué al Dojang, maldiciendo todo y a todos. Entré, sentándome en el medio de la sala principal, frente al Tatami, donde justamente estaba Jungkook entrenando. Quien en ese momento estaba en un break, de espaldas a mí, tomando agua desde la botella, de la manera más jodidamente sensual del mundo.
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Luv Is A Maze ೃ Kookmin au
Fanfic- Hablemos si? - De qué deberíamos hablar? De lo que acabas de hacer? Sí. Hablemos. - No. De lo de anoche. - Ah... eso... Justamente. Fue anoche Jeon. Sexo casual. Entiendes? No puedes reclamarme si alguien se me acerca. - Jimin... Repitámoslo... po...