- Hablemos si?
- De qué deberíamos hablar? De lo que acabas de hacer? Sí. Hablemos.
- No. De lo de anoche.
- Ah... eso... Justamente. Fue anoche Jeon. Sexo casual. Entiendes? No puedes reclamarme si alguien se me acerca.
- Jimin... Repitámoslo... po...
El domingo había llegado, y yo estaba temblando de una manera descontrolada por los nervios que me causaba tener que pedirle esto a Jimin, iba a ser un gran paso, definitivamente iba a hacerle ver que me interesaba más allá que el espectacular sexo que teníamos, pero también iba a arriesgarme a que me rechazara y no vernos nunca más en caso que se sintiera presionado. Y es que en cierta forma, ya hacía casi una semana que no nos veíamos, y no eran sólo las ganas de tenerlo en mis brazos y llenarlo de besos o hacerlo sentir bien, sino la necesidad física de tener contacto con él, de que mi piel volviera a sentirlo, de hacerle el amor, de todo... aunque de cualquier forma, no quería dejarme llevar por todo esto que sentía, porque mis intenciones con él eran otras. Yo de verdad quería avanzar, e iba más allá de lo carnal, que en nosotros ya sabía, funcionaba como el infierno más delicioso.
Me desperté esa mañana rogando que ya fueran las 16 para verlo de una vez por todas. Me quedé dando un par de vueltas en la cama con Nina, tomándome la licencia de levantarme al mediodía, cosa que nunca hacía pero los entrenamientos realmente estaban siendo muy duros y me venía bien estar un poco más en la cama, sin mencionar que ya de por sí, estaba estresado por lo que debía hacer con el viaje a Japón, y ahora le había sumado lo de Jimin.
Quería simplemente retraerme un poco de todo, así que abrí las redes sociales, y lo primero con lo que me encontré, fue con el anuncio oficial de la pelea, que obviamente al ser dos luchadores profesionales y al hacerse bajo el marco del Torneo Nacional, iba a ser televisada. Genial. Ni siquiera se me había cruzado eso al momento de aceptarla, y menos cuando la cagué tantas veces... es que lo que pasó merecía una enorme descalificación, pero como Kang también me había golpeado, era obvio que no iba a hacer la denuncia formal. Esto quería decir que debía cuidarme aún más, ya que todos los ojos iban a estar puestos sobre nosotros, más después de lo polémia que fue nuestra última pelea.
Seguí navegando un poco... más precisamente, entré a su perfil.
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Nuevamente las interacciones con ese tal Yoongi, viendo que durmió otra vez en su casa... aunque a simple vista no parecía haber algo más, aunque no era parámetro de nada ya que conmigo parecía distante ante todos, pero a solas hacíamos desastres y las cochinadas más pornográficas y hermosas del mundo, aún así me volvía un poco loco saber que dormían juntos o en su casa.
Observé mejor la foto... por dios... que hombre tan hermoso, tan sexy y seductor de manera innata.
Eres real Jimin?
Suspiré y Nina vino a mí reclamando atención. Aparté mi celular.
- Qué pasa bebita? Que celosa eres eh. No debes de ser así. Ya sabes que te quiero... sólo que con él es distinto. Estoy enamorado de tí chiquita, eres hermosa, pero con él es otro amor. Entiendes? No compiten.
