Capítulo 19 parte 2

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Capítulo 19 parte 2

Vincent.

Desayunamos juntos. No soy muy de verduras pero el rato con ella valió la pena.

Cómo era domingo ni Rita ni Graciela estaban. Bianca insistió en lavar los platos y eso hicimos. Pude haberme puesto camiseta durante todo ese tiempo pero disfrutaba como a Binaca se le iban los ojos aunque la rubia lo negara.

- Desayunamos , lavamos platos. Ahora sí, libres del trabajo. A la piscina - le informé.

- ¿ Piscina? ¿No te apetece una peli ?

- No. Un trato es un trato.

- Accedí a pasar un rato. Nunca dije nada de piscina.

- No acepto no como respuesta.

- Si se acabó el trabajo ya no me mandas - me retó con chulería.

- Mucho hablar poco caminar a cambiarte.

- Solo para que dejes de molestar voy pero no pienso bañarme.

Eso ya lo veremos.

Nos sentamos en una tumbona frente a la cascada de la piscina.

- Vamos a bañarnos en la alberca.

- No. Eso ya lo hablamos Vincent.

- ¿ Porqué? - insistí porque ganaba esta pelea a toda costa.

- ¿Te parezco alguien que luce trajes de baño, Vincent?

Si es el problema. -¿ Sabes nadar ? - pregunté.

- Si.

Le tomé ambos brazos poniéndola de pie. Tomé su mano y la apreté ligeramente pero sin posibilidad de que escapara. Corrí con ella y saltamos al agua.

- ¿ Estás tonto? - gritó sacando la cabeza del agua. - Casi nos ahogas animal.

Se me salió una risita, eso la enfadó aún más. Con sus manos me chapoteaba agua.

- Basta, basta.

- Ahora verás - me tiró más agua aún.

Agarré sus manos. Así no pudo chapotear más. La coloqué contra el borde de la piscina. Ella vestía un short negro y blusa blanca que con el agua se convirtió en transparente.

- Mis ojos están arriba - usó mis palabras contra mí.

- Claro perdón-miré directo a esos ojazos de la rubia.

- ¿ Me sueltas? - inició una serie de movimientos para soltarse que solo provocaron una punzada traidora en mi entrepierna.

La solté y me aparté antes de que mi se diera cuenta de mi amiguito de abajo.

⌛⌛⌛

En la tarde noche salimos a caminar. Sugerencia de ella, yo quería ir en coche. Conversábamos, bueno ella hablaba y yo escuchaba. Eso sí, no hablamos más de lo ocurrido en la alberca. Lo que me costó la graciecita.

Pasamos junto a un puesto ambulante de comida y un idiota chocó conmigo derramando su bebida en mi ropa.

- ¡ Joder! Pero que tiene la gente contra mi ropa.

- Lo siento mucho. Estaba distraído.

- La próxima no andes como...

- No importa los accidentes pasan - me interrumpió Binaca y el estúpido se fue.

- Cómo qué no importa.

- No te quejes tanto. Voy por una servilleta con el vendedor y te ayudo.

- Viste. Salió la mancha - habló Bianca limpiando mi camisa.

Su aroma a jazmín entraba perfectamente por mis fosas nasales.

- Eres demasiado blanda - ella negó con la cabeza en respuesta a mi palabras.

Amor Agridulce Donde viven las historias. Descúbrelo ahora