Capitulo 25

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Bianca.

Un año y 7 meses después

1 de diciembre.

No podía creer lo que veían mis ojos, la felicidad los nublaban. Mis tres locales estaban completos y casi listos para funcionar.

El restaurante era todo un sueño, la decoración basada en madera de un color caoba muy oscuro y tonos grises. Dos pisos, con luces tenues y candelabros arañas dorados pero discretos colgaban por todo el techo. Las mesas sobrias y acomodadas de forma tal que se utilizaba todo el espacio pero aun así se observaba un lugar espacioso.

La dulcería era más pequeña en colores alegres derivados del rosa y violeta. Una gran barra como mostrador y unos taburetes rojos, algunas mesas sencillas y pequeñas, un espacio especialmente para niños junto al destinado para esperar las órdenes para llevar.

No creo haber sido tan feliz en mi vida como en el tiempo que llevo con Vincent.

Entramos juntos a la fabrica que será donde más tiempo pasaré para la administración de los otros dos locales. Está era estrecha pero amplia de largo, pintada de un color rojo vino, de un solo piso y pequeña tal a mi gusto.

Si la vuelta sobre mi propio eje para mirar a mi novio. Mi sonrisa era más grande que el gato de Alicia en el país de las maravillas.

— Me encanta más bonita imposible. Mejor de lo que soñé — lleve mis manos entrelazadas abajo de mi mentón sin quitar mi sonrisa.

— A mí me encanta verte feliz — dijo mi novio pellizcando mi cachete.

— Auu. Mi cachetico.

Durante este año han pasado muchas cosas, los pongo al día. Graciela y Óscar se casaron en un viaje que hicieron, a mí no me sorprendió su matrimonio, la sorpresa fue el hecho de que hicieron una escapada y volvieron casados. Están algo locos.

Seguí haciendo ejercicios y ahora peso 85 libras, me terminó gustando el deporte y no solo porque mi entrenador es Vincent, igual y si influye.

De Sonny no he vuelto a saber, le mandé mensajes y llamé pero nada. Vincent estaba al tanto, entendió que una amistad de años no se corta de raíz así por así. No me ha contestado y renunció al trabajo y creo que se mudó. Nunca supimos quien le envió la foto a mi novio.

Hablando de mi novio, este año juntos ha sido maravillo. Si es un sueño, no me despierten por favor. La única discusión que hemos tenido fue cuando me enteré que tenía guardaespaldas en secreto. Cómo me tomaron una foto sin mi consentimiento y la enviaron, no vi tan descabellada su idea aún si me molestará.

—¿ Qué día quieres hacer la inauguración, rubia ? — me sacaron de mis pensamientos.

— En febrero sería buena idea.

— Claro, los restaurantes se llenam mucho para esas fechas, clientela asegurada — hizo silencio pensando unos instantes —. Voy a llamar a Liris de relaciones públicas para que te ayude.

— Has hecho demasiado y te lo agradezco. No te preocupes.

— Claro que sí lo hago. Es buenísima en su trabajo. En semanas ya había bajado todos los videos y el rumor que afectaba a la empresa.

— No sería mala una ayudaa.. pero voy a pensarlo no es seguro amor.

— Unmm amor, que lindo suena — se acercó y me abrazó.

— Porque eres el amor de mi vida — le di un corto beso.

— Ahora que ya caducó nuestro contrato no te vas a ir ¿ Verdad ?

El roce de nuestros labios fue ligero, al contrario de mis palabras que venían desde lo más profundo de mi alma. Llenas de felicidad en conjunto con un miedo latente como roca pesada en mi corazón.

— Te amo, Vincent.

— También te amo — besó mi frente —. Se que no te lo digo mucho pero mi corazón late por ti cada día con intensidad.

— Y no tienes que decírmelo. Lo demuestras con acciones.

Apoyándome en todo, escuchándome, con cariño, con tus mimos. Con los pequeños detalles que significan que me prestas atención y acuerdas de mí y eso es lo mejor de todo. Lo mejor que podrás darme. Te amo como no imaginas.

— Aunque sea un amargado y tú un dulce.

— Me encanta lo agridulce — comenté con júbilo a lo que Don gruñón comenzó a repartimos besos por toda la cara.

— Para — dije entre carcajadas.

— Vale. ¿ Si está todo listo podemos irnos?

— Si — tomé mi bolso y juntamos nuestras manos.

Recordé algo importante.

— Este, como te lo digo ¿ Prometes no enfadarte?

Vincent me dio una mirada como si con sus ojos pudiera ver dentro de mi alma.

— ¿ Qué hiciste ? — suspiró.

— Que poca fe me tienes — fingí estar enojada —. Me ofendes.

— Vamos habla.

— Verás — pasé el dorso de mi mano libre por su antebrazo —. Me gustaría organizar si es posible la fiesta de fin de año con la presencia de todos.

— Hemos cenado antes con Graciela , Óscar , Rita , Gonzalo y Andy no hay problema.

— Nuestras familias también — solté en apenas un susurro.

— ¿ Familia?

— Si. No te enojes, por favor, si. Piénsalo por este lado, es una ocasión para estar todos en familia.

— Me parece bien.

— Admito que no se cómo  querías pasar el 31 de diciembre. Debí preguntarte antes y lo siento mucho. Pero hoy solo es 1 hay 30 días para que lo pienses bien y con calma. Me encantaría una víspera de año nuevos todos juntos.

— Respira. Dije que estoy de acuerdo Bianca.

Pensaba en las próximas palabras de mi discurso previamente preparado, si no funcionaba hoy tenía mas de 20 días para convencerlo.¡ Espera un momento !

— ¡¿ Te sientes bien !? Es raro que accedas — su mirada hizo retractarme —.Perdón.  Es que dijiste que si — no puede evitar la sorpresa en mi voz.

— Si — contestó con aburrimiento.

— ¿De verdad ? Gracias, gracias.

Amor Agridulce Donde viven las historias. Descúbrelo ahora