Capítulo 32 ( parte dos)

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— Tú porqué te metes en estos problemas — me regañó mi pareja.

Cargué a Sofi y llegamos al palco. Era para dos personas pero con lo flaquita y chiquita que era Sofi entramos los tres en el asiento.

Salió el director de la compañia a dar una introducción.

Sofi que se sentaba entre los dos y casi en mis piernas se giró a ver a Don Amarguras.

— ¿Cuántos años tienes?

— 29 — dijo seco.

— Estás viejo ya ¿ Estás casado con ella?

— Si.

— ¿ Tienes hijos?

— No.

— ¿Vas a tener hijos?

— Antes quería, ahora me lo estoy replanteando.

La niña en su inocencia sin percatarse del transfondo de las palabras de D'Angelo siguió su cuestionario

— ¿Cuando vas a tener? Quiero jugar con ellos — hizo un puchero.

— Aunque tenga vivimos en ciudades distintas no podrás jugar con ellos.

— ¿ Tú jugarás con tus hijos ?

— Espero poder — Vincent se recostó de la espalda del asiento tapizado de rojo ignorando todo

— Ojalá mi papi jugará conmigo — comentó triste—. ¿ Quieres jugar conmigo mañana?

—No.

La niña casi llora así que intervine dándole un golpe a Vincent en el estómago y abrazando a Sofi.

— Es que mañana viajamos nena. No podemos quedarnos mucho tiempo.

— A, así sí. Volvió su sonrisa.

— Antes me caias mejor — le dijo muy sería a Vincent cruzándose de sus bracitos tan pequeñitos —. Ojalá y tú hijo sea más divertido que tú. No te imagino como niño. Mamá me enseñó sus fotos de niña. Dice que todos fueron niños primero pero creo que miente ¿ Tú no fuiste niño ?

— Dice la verdad. Si fui niño — dijo Vincent.

— No te cre
o.
Cómo la persona madura que era mi esposo le sacó la lengua a la niña.

— Puede que sí — cambió de idea una Sofía pensativa.

Así continuaron todo el primer acto del show. Yo en segundo plano escuchando el interrogatorio que le hacía una niña 20 años menor a mí esposo y riendo por las ocurrencias de la pequeña.

— ¿Así que si se muere en la TV no se muere en la vida real?

— No, los actores no. Es un actuación.

— Como las que hace mamá. Una vez hizo de cisne y no les es, pero es bonita verdad.

— Supongo — fue la respuesta del ogro.

— Claro que sí mi niña. Es hermosísima tu mami igual que tú — respondí y le di un beso en la mejilla.

— Eres muy bonita — me elogió y fue el cumplido más bonito que he recibido en toda mi vida.

— Gracias princesa.

— Serás buena mami. Debería decirle a el que sea como tú.

— Las personas somos diferentes todos y eso es lo bonito. Si no sería muy aburrido ¿ No crees?

— Razón sí. Yo y mi mejor amiguita somos muy diferentes.

— Mi amiga y yo — corrigió El pelinegro.

Amor Agridulce Donde viven las historias. Descúbrelo ahora