Amor Agridulce

Capítulo 40

Bianca.

Abrí los ojos aún mareada y mucho dolor. Sobre todo en mi zona baja.

Miré a mi alrededor tratando de ubicarme.

Estaba en el hospital.

Vincent estaba dormido en un incómodo sillón.

Quise despertarlo para preguntarle por mi hijos pero realizar ese mínimo de esfuerzo me dio un duro pinchazo de dolor.

Tal parece que me atropelló un tren.
Respiré hondo y llamé la atención de mi esposo.

Se despertó. Talló sus ojos y cuello por el dolor causado por la incómoda posición en el asiento.

Cuando se despejó lo más que pudo del sueño. Me miró y me dio una amplia sonrisa. Un poco de miedo teniendo en cuenta que el casi no reía y ahora parecería el gato de Alicia en el país de las maravillas.

Se levantó y llegó a la cama para abrazarme. Me dolió un poco, pero nada que no pudiera soportar por estar entre sus brazos y su olor a lugar seguro.

—¿Y mis hijos? —quise saber de inmediato. No me asusté. Muy en mi interior sabía que estaba bien. Tenían que estarlo. Claro que sí no iba a aceptar un caso diferente.

—En observación durante unos días. Seguro lo tren dentro de unos minutos para darle de comer o el contacto piel con piel.

—Eso quiere decir que están bien —dije con un júbilo inmenso.

— Si. La primera en nacer fue Valery D'Angelo Fiore con 7 libras. El segundo Vincent Junior D'Angelo Fiebre con 6.5 libras. —siguió con su sonrisa y me contagié de felicidad y ansia por verlos y abrazarlos.

—¿Cuánto tiempo estuve dormida?

—Casi 9 horas. Lo normal.

—Me duele todo el cuerpo —me quejé en confianza.

—Es normal. ¿ Sabes qué te amo mucho, qué eres una mujer muy fuerte, qué ayer me hiciste el hombre más feliz del universo?

Sus palabras me pusieron sentimentales — Te amo también. Me siento amada y ayer también fue el día más feliz para mí —me hubiera puesto a llorar si la enfermera no hubiera entrado con dos cuneros transparentes a la habitación y una sonrisa en la cara.

—Buenos días mamá. Que bueno verla alegre. Sus niños son una divinidad ¿Quieres intentar darle el pecho?

Asentí eufóricamente con deseos de saltar de la cama pero aun tenía sentido todo el cuerpo. Debía esperar que me lo acercaran.

—Bien ¿Con cuál? Mientras le da el pecho el otro puede ir con papá para contacto piel con piel. Eso tiene efectos positivos en los bebés nacidos antes de tiempo.

— Toma a Valeri. Aún no he podido cargar al niño —me dijo Vincent. Y así hicimos.

La doctora me trajo a la bebé y la arrullé enseguida. Gracias a mamá y sus pláticas sabía lo básico para darle pecho, pero el miedo y la inexperiencia estaban presentes.

La enfermera nos dejó a solas.

La mecí  lentamente con mis brazos y la acerqué a mi pecho. Subiendo mi blusa y acercándole el pezón. Tardó un poco pero finalmente lo agarró. Empezó a succionar lo que me provocó cosquillas.

Toqué su bracitos para estar segura de que tanta felicidad no era un espejismo. Era un sueño cumplido poder acariciarla. Sus ojos estaban cerrados pero ya quería mover sus manitas porque hacia cosas graciosas con sus deditos al no poder coordinar.

Definitivamente mis hijos son lo mejor que tengo en este mundo. Será una etapa compleja que tendrá sus altas y bajas. Era algo abrimador.No hay un libro que te enseñe a ser padre pero estoy decidida a dar mi mejor esfuerzo para que no les falte nada. Mucho menos el amor de una famila. Les demostraría el amor de madre que siento por ellos.

Valery tenía una narcita fina y una mata de cabello oscuro. Era increíble que después de todo se iba a parecer al padre.

Miré a Vincent.

Tenía la camisa desabrochada con una expresión relajada y de paz.Junior estaba acostado completamente sobre el pecho de su padre mientras él le pasaba la mano por la espalda de manera cariñosa de arriba a abajo. La habitación estaba en total tranquilidad.

Cuarenta y cinco minutos después intercambiamos bebé. Vincent tomó a Valery la acostó sobre su pecho y le sacaba los gases. Ella al contrario de su hermanito hacia pequeños ruiditos.

Junior tardó un poquito más que su hermana en succionar pero finalmente comenzó a comer. Su manito se estiró por mi pecho. Yo no cabía del gozo y alegría. Era casi casi la misma carita de la hermana. Lo sentí más liviano en cuanto al peso pero aún así estaba en una buena masa muscular y peso.

Solo podía dar gracias por los dos sanos y salvos entre mis brazos.
Después de un rato en la andanzas de padres primerizos ambos hermanos se durmieron. Vincent los acostó en las cunitas y terminaron con poses muy raras para dormir.

Mi esposo se acercó a mí. Me abrazó. Besó. Llenó de palabras bonitas y muchos muchos mimos.

No podía pedir nada más. Todo lo que quería. Lo tenía. Sonreí.

NOTA

VIERON NO SOY TAN MALA ( Por EL MOMENTO ) 😔 🤣

QUE LES PARECIÓ LOS NOMBRES Y LOS BEBÉS?