Vincent.
Corro lo más fuerte que puede a mi sala. Me siguen dos de mis hombres de seguridad.
Cuando entro me encuentro con mis perros atacando y mordiendo a la Levia maldita Oslo, a lo que Binaca intenta detenerlos.
Me acerco y los separo con dificultad. No quiero que mis perros se contaminen.
Sostengo a Chacha que mordía la pierna de Levia.
—¿Qué carajos haces aquí? Sabes qué no quiero saber. Solo lárgate —ladro prácticamente.
— Solo vine a dar el dinero de la indemnización de Bianca por la demanda de agresión. Mejor aquí que en los tribunales.—dijo intentándose poner de pie, tuvo que ayudarse de la mesa. Se puso de pie cojeando, su pierna en rojo vivo, mientras se sujetaba el brazo mordido por Cucho.
Mis perros al escucharla hablar ladraron fuerte e intensamente.—Largate —solté.
Se fue cojeando y chorreando sangre de su brazo.
—Asegúrate de que salga y no ponga un pie más aquí —le ordené a Óscar.
—¿Me quieres explicar esto? —me volví a mi esposa con una expresión dura por su imprudencia.
—Vino por la demanda. Y empezó a pedir disculpas que estaba muy herida por su hermano pero ya cambió. Ya casi se iba cuando llegaste —me explicó en voz baja.
—No la quiero aquí fue una total imprudencia de tu parte. Es capaz de todo. ¿CÓMO SE TE OCURRE DEJARLA ENTRAR?— grité
—No se. Vino a la indemnización. Yo ni recordaba solo la escuché. Lo siento mucho.
Me sentí como un idiota al verla tan triste por haberle gritado. Traté de calmarme.
— Solo me preocupé por ustedes. No se puede volver a repetir. Ella es peligrosa ¿Dónde están los gemelos? —hablé más bajo.
— Se volvieron a dormir. En su cuarto,arriba — me enseñó el monitor aún con cara afligida.
—¿Estás bien? ¿ Te hizo o dejo algo? — si ese fuera el caso iba a cazar y matar a esa maldita.
—No. En verdad estoy bien. Se comportó bastante bien.
—Amo —la abracé con paciencia—. Se que quieres creer en la bondad pero hay personas que no cambian. Es un riesgo para tí, nuestros bebés y todos en general.
—Lo siento —. Enterró si cara en mi pecho.
—No pasa nada—la besé probando sus lágrimas.
—¿Ya no estás enfadado.
—No.Necesito un baño.
Subí a mi dormitorio y tomé todo lo necesario para relajarme con un baño.
Inicié el proceso de enjabonado cuando mi esposa entró al baño mordiendo su labio inferior.
—Tengo que ir con mis padres y también tengo que tomar un baño.¿Te importa si ahorramos agua? —dijo desnudándose.
Le sonreí pícaro y la entré al baño.
La cargué y la pegué a la pared del baño. Reclamé su boca en un beso feroz casi primitivo dejando los malos pensamientos atrás.
Ella apretó sus piernas enrolladas en mi cintura. Tiró de mi pelo buscando más acceso y se lo concedí.
Bajé la cabeza y le besé la pequeña cicatriz que le quedó de la cesárea y ella gimió arqueando la espalda contra las baldosas con el agua cayendo por todo su sexi cuerpo.
No me vine con esa imagen tan erótica de milagro.
Al inicio estaba un poco avergonzada por el cambio que sufrió su cuerpo pero ya pasamos esa etapa.
Para mí ella es perfecta en
personalidad y cuerpo.Y así se lo demostré haciéndola mía y llevándola al éxtasis.
⌛
Salí del baño en toalla, dejé a Bianca terminándose de bañar.
Más tarde cuando los niños se despertaron ayudé a Bianca a prepararlos a ellos y a un bolso con lo necesario para ir con sus padres.
Ya listos los montó en el coche doble y salió luego de despedirnos.
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Amor Agridulce
DragosteElla es todo lo dulce que podrás encontrar. A él muchos lo definen como amargado Ella ve el vaso medio lleno.Él medio vacío. Aunque el lado pacífico de Bianca siempre sale a la luz , va a ser el terremoto que hará temblar , desmoronar y ayudará a...