35.

3.5K 601 47
                                    

Aemond observaba como el pecho de su ex prometida subía y bajaba, las cadenas sujetaban sus manos y miró a Sir Cole quien la levantó para subirla al barco. Lyra despertó a la mitad del viaje, estaba en la oscuridad y se dio cuenta que era los calabozos que tenían en los barcos.

Bajo la mirada a las cadenas que sujetaban sus muñecas y unas lagrimas salieron de sus ojos al recordar a Lucerys, Lyra perdió a Stwind su dragón con quien tenía un lazo único y especial, Lucerys su pequeño hermano a quien amaba como si fuera su hijo. Soltó un sollozo mientras golpeaba el suelo con enojo y lastimaba su puño, repitio esta acción varias veces soltando gritos de por medio.

Los verdes le habían arrebato lo que más amaba sus hijos, su hermano, su mejor amigo y su dragón. Su llanto lleno los calabozos durante todo el viaje, lloro durante horas y cuando habían llegado a King's Landing fue llevada por Sir Cole arriba.

- En tu lugar agradecería de estar viva.

La castaña no respondió y mantenía una expresión neutral, aunque la tristeza estaba presente en su mirada y un guardia sin miedo la empujó hacia adelante obligandola a caminar. Ataron las cadenas al carro que llevaba la cabeza de Stwind y sus ojos se abrieron a más no poder al ver la cabeza de su querido amigo.

- Alguien que lleve sangre verdadera de dragón jamás haría algo así... - Balbuceo mirando la cabeza de Stwind y sintiendo las lágrimas caer.

El aldeano que conducía la carreta miro a la princesa Lyra, esta lo miro unos segundos y Sir Cole demando.

- Deje de ver a la bastarda traidora, empiece ahora.

El hombre apartó la mirada y azotó a los caballos con las riendas, estos empezaron a caminar y la joven camino descalza pisando el suelo. Los aldeanos observaban la escena que se desarrollaba delante de ellos, Lyra caminaba con la frente en alto y miró a los aldeanos sin expresión.

- ¡Bastarda! ¡larga vida al rey Aegon!.

- ¡Bastarda!.

- ¡Impura!.

Esos insultos no tardaron en aparecer y Lyra emboscaba una sonrisa ligera en su rostro sucio, miro al frente caminando y escuchando a Sir Cole gritar.

- ¡La cabeza del dragón traidor Stwind!. - Grito fuerte mientras los aldeanos aplaudían.

Un tomate podrido golpeo el costado del cuerpo de Lyra, esta aún así mantuvo la cabeza en alto siendo abucheada y los aldeanos le lanzaban cosas podridas dadas por el propio rey para este momento. Al llegar al castillo fue llevada a la sala del consejo, donde vio a Alicent, Aegon y los consejeros que en un momento estuvieron del lado de su abuelo.

- Parece que los bastardos no se cansan.

- Digo lo mismo. - Hablo Lyra mirándolo con seriedad. - Te vas a arrepentir tanto de hacer esto...

- Ten cuidado con tus palabras, estas hablando con el rey.

- ¡Calumnias!. - Grito fuerte hacia Alicent y escupió el suelo. - ¡Maldita perra beseme el trasero!.

Alicent le propinó una cachetada, pero esto solo provocó la risa de la princesa quien levantó su mirada y se acercó hasta que las cadenas no la dejaron avanzar más.

- Huelo tu miedo... - Susurró mirándola fijo y riéndose. - Maldita reina mata bebes...

Lyra los observo a cada uno de ellos, para luego decir con mucha seguridad.

- La guerra de fuego y sangre va a comenzar, todo por culpa de los verdes.

- Le dimos opciones a tu madre, mandamos a-

Danza De Lazos. | Benjicot Blackwood.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora