Maldita Princesa - Una historia de Maldita Pelorroja

3. Max

Dejo escapar un grito al ver la mirada cabreada de Anthony, en un solo movimiento  tiene a ambos hombres por la camisa, tirando de ellos de forma que están prácticamente inclinados sobre el mostrador.

— Ella dijo que no — Repite lentamente con voz gruesa y amenazante que hace que mi cabello se ponga de punta.

Él ha estado ocupado toda la noche, y aunque me sirve algo de beber ocasionalmente  y rellena mi bebida sin preguntar demasiado, sé que me mira de reojo. No es que yo he estado disimulando la forma en que lo miro, mi plan había sido simplemente buscar una forma de...contactar con él, y mierda, me había costado un montón de dinero poder consegui que mis guardias me dejaran sola por unas horas. Técnicamente estaban esperando fuera del bar.

Pero definitivamente entrarían si escuchan el revuelo.

Uno de los hombres que estaba intentando conseguir convencerme de ir con él, escupe en dirección a Tony, que parece realmente dispuesto a arrancarle la cabeza a alguien.

— Hey, Tony ¿Qué demonios? — Pregunta su compañero, un hombre mayor de aspecto serio y canoso que me recuerda un poco a papá, lo qje me hace sentir culpable.

Anthony empuja lejos a los dos hombres, lo que hace que se tambaleen, uno de ellos comienza a gritar y el otro tropieza contra el tercero, que lo deja caer antes de intentar arremeter contra Tony.

Soy levantada en el aire antes de darme cuenta y por una milesima de segundo, el pánico me invade. Pero es Bryan, uno de mos guardias, que no parece precisamente contento mientras comienza a arrastrarme fuera del lugar.

— ¡Hey! — Llama Tony, confundido por un segundo. Se ha hecho un pequeño espectaculo ahora, los tres hombres pelean contra uno de mis guardias y dos de los hombres de seguridad.

— Bajame en este instante — Me quejo en dirección a Bryan, intentando alejarme de su agarre, veo a Tony seguirnos luciendo preocupado — ¡Es una orden!

— Lo siento señorita, pero solo recibo ordenes de su padre — Se limita a decir antes de  tirar de mi hacia el exterior. Anthony nos alcanza  rápidamente

— ¡Hey! ¿A donde...? — Antes de que pueda advertirle que es uno de mis guardias, Bryan saca su arma y apunta en dirección a Tony, que retrocede con ambas manos en el aire y una mirada letal, definitivamente reconociendo a Bryan como una amenaza

— ¡Basta! Por Dios, Bajame — Me quejo — Le diré a papá que me tocaste indebidamente si no me sieltas en este...

El hombre me suelta tan rápido como si le quemara, por lo que tropiezo lígeramente al sentie nuevamente mis tacones contra el suelo.  Anthony parece reconocer ahora que mi orden indica que este hombre es mi guardia. Bryan sin embargo inclina la cabeza en dirección al hombre.

— Atrás — Dice.

— Dejalo en paz — Me quejo, empujandolo a un lado e intentando hacer mi camino hasta Anthony — ¿Estás bien?

Bryan gruñe algo sobre como hago su trabajo imposible y le lanzo una mirada sucia mientras guarda su arma y se aparta para darnos privacidad,  nos da la espalda...más o menos. Me estremezco, porque sé que informará a papá de esto y eso significa que estaré castigada de nuevo.

Hemos salido por la parte trasera del local, por lo que no hay personas alrededor, solo un enorme crsto de basura y un par de camiones estacionados.

—¿Qué carajos, Max? — Pregunta Anthony, sus ojos marrones centrandose en mi ahora — ¿Estás bien?

Asiento, al igual que siempre que estoy frente a él, siento mi estomago dar un vuelco, ha crecido un poco, incluso si tiene un par de ojeras y luce un poco pálido, definitivamente parecía haber estado haciendo más trabajo fisico. Extiende su mano para acariciar mi mejilla, pero lanza una mirada en dirección a  Bryan y suspira, apartandose.