12. Anthony

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La cita es un exito, y realmente me siento algo orgulloso de mi mismo por ello. No habia salido con una chica en años y realmente me siento fuera de juego, pero con Max...hablar es jodidamente sencillo, consigo relajarme lo suficientemente como para contarle detalles personales que nunca creí capaz de compartir.  Y ella es excelente escuchando, lo que me hace sentir un poco tonto al notar que esruve hablando de mi mismo por la mitad de la cena.

Claro que ella intenta evitar hablar de ciertas cosas y la entiendo, especialmente luego de mi ridículo comentario sobre ser "cariñoso" usando el ejemplo equivocado.  Me avergoncé a mi mismo  lo admito, pero al menls habia conseguido beso.

Y no lo voy a negar, cuando la mujer fue al baño tuve que tomar un segundo para mi mismo y controlarme. Porque realmente se me habia cruzado la idea de llevarla a un lugar más...privado, con las intenciones incorrectas. Mi erección había tardado unos buenos quince minutos en desaparecer por completo.

Asi que finalmente habia decidido traerla a mi ligar favorito en la ciudad. Es un pequeño parque en la región sur de la ciudad,  no es demasiado concurrido y hasta me ateveria decie que la zona es un poco descuidada.

Pero en el interior, hay un pequeño lago y un jardín de rosas que sé le van a encantar. Max deja escapar un pequeño jadeo de sorpresa que va directamente a mi entrepierna en cuanto ve al precioso cisne que está nadando a la luz de las pequeñas lamparas que rodean el lago.

— Esto es...precioso — Susurra ella mirandome, sus ojos brillando con el reflejo de la luz. La guio hasta una banca junto a la fuente

— Mamá solía traernos a Amir y a mi aqui cuando eramos niños — Explico — Cuando recien llegamos a Estados Unidos...Amir solía alimentar a los animales y yo  disfrutaba más de observar — Admito mientras me siento junto a ella —  Esa es Josephine por cierto.  Vieja como ella sola, tiene diez años y no puede volar hace mucho.

— ¿De verdad? ¿Está herida? — Pregunta sonando preocupada.

— Hace unos años unos niños le lanzaron piedras y lastimaron su ala derecha — Explico, rodeandola con mi brazo y tirando de ella más cerca, su espalda está descubierta por lo que probablemente tendrá frío pronto — Con Theo intentamos ayudar pero...no somos los mejores veterinarios del mundo. Así que no puede volar.

— ¿Y quien la alimenta? ¿Quien cuida este lugar? — Pregunta mirando en dirección a Josephine

— Los vecinos de la zona, realmente no es una zona descuidada...solo privada — Explico.

Ella asiente y se recuesta sobre mi pecho,  abrazandome y Dios es una sensación increíble el tenerla recostada de esta forma, trago con fuerza mientras deslizo mi mano por su espalda. Ella jadea lígeramente, lo que me hace detenerme.

Puedo sentir su respiración entrecortada. Me da el más ligero de los asentimientos y con mi propoo corazón latiendo con fuerza, presiono mi mano completamente sonre su espalda. Su piel es increíblemente suave y está algo fría,  ella es pálida y puedo sentir la perfecta curvatura de su columna.

— T-tony — Dice levantando la mirada.

— ¿Sí, Shahzadi? — Pregunto mirandola,  estamos tan cenrca el uno del otro que nuestras respiraciónes se mezclan y aunque evidentemente nos hemos besado antes, hay cierta tensión en su mirada, cierta...duda.

Me contengo de tomar sus labios y arrastrarla a mi regazo, porque es exactamente lo que quiero hacer. Pero sé que no es correcto. No aún.

No quiero asustarla, por el contrario deseo que se sienta segura junto a mi, que sea su decisión dar el siguiente paso. Ella traga con fuerza y apoya una mano contra mi pecho, presionando lígeramente, acariciando mi pectoral.

Maldita Princesa - Una historia de Maldita PelorrojaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora