26. Anthony

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Las ultimas dos semanas han sido cuando menos, una mierda.

Max había dejado de responder mis mensajes, Theo me odiaba y mi madre había comenzado a intentar convencerme de traer a mi padre a vivir con nosotros.

Todos parecían querer algo de mi ¿Y yo? Realmente solo quiero desaparecer. Nunca en mi vida, con toda la presión y trabajo de los años me he sentido tan jodidamente cansado como ahora, incluso en la oficina han comenzado a notar que estoy distraido, y he comenzaod mis clases, tengo un test dentro de una semana y ni siquiera me siento capaz de comenzar a estudiar. El trabajo en la oficina es demandante, Theo está actuando mal en la escuela y...

- Luces tenso - Dice Max para romper el silencio. Llevamos conduciendo cerca de treinta minutos, no mentí cuando dije que estaba quedandome en  otro  lugar. No voy a negar que una pequeña parte de mi sintió un poco aliviado al verla esperando por mi, el meido que había sentido y la tristeza que me había invadido cuando Theo me había dicho que me odiaba.

- Estoy tenso, Max - Me quejo.

Ella aprieta los labios, sé que es consciente de que estoy molesto, lo había dejado bastante claro antes de entrar en el coche, pero soy consciente de que al menos estaba dispuesta a hablar, incluso si intentaba seducirme en el proceso. 

- Lo siento, sé que me he comportado terrible - Dice bajando la mirada y jugueteando con sus uñas, noto que están lígeramente descoloridas y cortas, como si hubiera estado mordiendolas, lo que llama mi atención. Es la primera vez que no las tiene perfectamente arregladas, incluso cuando es evidente que se tomó el tiempo de arreglarse - Así que..¿Como...como lo tómo Theo? 

Tomo una respiración profunda mientras estaciono el coche en el garaje de la pequeña habitación de motel que he estado rentando por la ultima semana. Le hago un gesto para que me siga fuera del coche, no queriendo hablar de eso aquí, sin embargo le abro la puerta y tomo su maleta.

Una vez dentro, me cruzo de brazos y miro en su dirección, incluso luego de dos semanas estándo enojado me es dificil no mirarla con cariño, no cuando ella me mira con sus grandes ojos azules luciendo como si estuviera a punto de darle una sentencia de muerte.

- ¿Puedo al menos ducharme antes de tener esta conversación? - Pregunto, ella asiente, sentandose en la cama

- ¿Quieres...quieres que pida algo para cenar? - Pregunta mientras aparta la mirada cuando comienzo a desvestirme

- Está bien para mi - Murmuro, obligándome a mi mismo a mantener la calma, me deshago de mi camisa y comienzo a desabrochar mi cinturón camino al baño, defintivamente necesito una ducha de agua helada para alejar un poco el cansancio y tomar las cosas con calma.

Mientras estoy en el año, tomo la oportunidad para llamar a casa y checar en mi madre y Theo. No ha sido mi mejor movimiento irme de casa, pero realmente quiero darle su espacio  a Theo. La noticia le había caído como un balde de agua fría.

- No quiero verte, nunca - Había sido lo último que me había dicho antes de cerrar la puerta de la habitación en mi rostro, mamá lloraba y yo no había sabido que hacer...así que me había alejado, demasiado aterrrado de que Theo quisiera escapar o tal vez incluso...ni siquiera estoy seguro de qué.

- ¿Hola? ¿Antonio? - Responde mamá - Hijo ¿Como estás? ¿Llegaste del trabajo?

- Hola mamá - Respondo pasando una mano por mi rostro mientras me veo en el espejo manchado del baño, definitivamente necesito afeitarme - Llegué bien ¿Como está Theo? 

- Triste, y molesto - Admite - Aunque preguntó por ti esta mañana, dijo que quiere hablar con tu padre también.

- ¿Y qué hay de papá? - Pregunto

Maldita Princesa - Una historia de Maldita PelorrojaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora