Nota: Los hechos narrados en este cappitulo son delicados e involucran actos en contra de una menor, si bien no son completamente gráficos les recomiendo discresión.
Despierto con la sensación familiar de suciedad y el dolor punzante entre mis piernas que me deja sin aliento en cuanto me incorporo. Estoy desnuda en mi cama, cubierta unicamente por mi manta y una delgada capa de sudor. Me siento mareada y aterrada mientras que la comprensión de lo que había sucedido me golpea como un tren.
Mis manos tiemblan mientras me pongo de pie con dificultada, necesitando entrar a al ducha, necesitando quitar de mi cuerpo la sensación de estar sucia, de eliminar cualquier evidencia de él en mi cuerpo. Me doy una ducha caliente, llorando en silencio a causa del dolor, no solo físico pero emocional.
No sé cuanto tiempo pasa hasta que finalmente siento la necesidad de salir de la ducha, finalmente la consciencia llegando a mi. Tengo practica de ballet, se supone que debería estar lista hace una hora, pero me cuestiono si realmente vale la pena, con mi cuerpo adolorido...
Es viernes, me recuerdo incorporandome y apresurandome mientras armo mi mochila, trayendo conmigo ropa limpia y dos de mis uniformes de la escuela. Es viernes, eso significa que Natasha irá por mi a la escuela. Podía...podía decirle ¿no? Ella podría sacarme de aquí si...
La puerta de mi habitación se abre, haciendome saltar a causa de la sorpresa, la repentina presencia en el único espacio que tenía para mi me hace sentir como un pequeño conejo asustado.
- ¿Sigues aquí? - Pregunta Richard mirándome con curiosidad, su expresión es como siempre, indiferente y casi molesta - Tu padre está abajo.
- ¿Papá? - Pregunto sintiendome al borde de las lágrimas, el alivio llenandome mientras me aferro a mi mochila. Riachard da un paso en el interior y cierra la puerta tras de sí.
- Solo voy a decir esto una vez, Maddison - Dice acercandose, y una sensación de panico se instala en mi pecho - Ambos sabemos lo que pasó anoche - Asegura acariciando mi mejilla, envíando una oleada de terror, no puedo moverme, ni respirar adecuadamente - Tu papá no estará muy contento de saber el tipo de comportamiento que tienes ¿No crees? Actuar como una pequeña puta...- el hombre chasquea la lengua, negando e inclinandose para aspirar el aroma de mi perfume mientras que su mano me sostiene con firmeza en mi lugar.
- D-dejame - Es todo lo que consigo decir, uno pensaría que saber karate y otras formas de defensa personal te harían más fuerte y valiente.
Pero no es así, solo consigo quedarme rígida y aterrada mientras el hombre toma mi mano y la guía hasta su erección.
- Si dices una palabra...Las consecuencias serán terribles - Asegura, dejándome ir y depositando un beso en mis labios - Tan hermosa - Sonríe antes de retroceder y apuntar hacia la puerta con la cabeza - Ve, no te olvides que este es nuestro pequeño secreto.
Consigo llegar con papá sin derramar una lágrima, sintiendo mi corazón latir con fuerza mientras corro hacia él, abrazandolo con fuerza.
- Hey - Saluda él con sorpresa ante mi abrazo, sus brazos me rodean de inmediato - ¿Todo bien, princesa?
Ahí está, la oportunida dperfecta, sé que solo tengo que decirlo, una palabra y todo desaparecería, Richard desparecería y...
- Frank, que...sorpresa - Me tenso al escuchar la voz de mamá al acercarse, me tenso lígermanete y puedo notar el ambiente en la habitación cambiar. Papá no me suelta, pero lo siente tensarse ante la presencia de mamá en la habitación, me giro sin alegarme de él, viendo a mi madre bajar las escaleras con elegancia - ¿Qué haces aquí?
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Maldita Princesa - Una historia de Maldita Pelorroja
RomanceMaddison Francesca Zdorogzarkovitchdorv-Hyde. La hija preciada de uno de los hombres más ricos del mundo, la joya de la corona, según los medios, la consentida de los Zdorogzarkovitchdorv. La princesa mimada que siempre obtenía lo que quería. Era...