Ya que pidieron a mamá celosa...
— Cariño, vas a desgastar el piso, Matt está bien — Me asegura Frank mientras me toma por la cintura. Lo admito, puede que exagerara un poco en el estadio, pero ver a Matty inmovil en el suelo luego de que un bruto lo tacleara de forma icorrecta me había alterado.
— Sé que está bien, no es eso lo que me imquieta — Me quejo, pasando mi mano sobre mi rostro y mirando en dirección a la habitación en donde acaban de trasladar a mi hijo.
A la cual no he entrado porque está a solas con su novia.
Frank se ríe entre dientes, porque sabe perfectamente que el asunto me está volviendo loca.
¿Como es que yo no sabía que tenía novia? Mierda ni siquiera sabía que le gustaba una chica.
Y Matt me lo dice todo.
O bueno, al menos eso creía. Frank besa mi frente, divertido con mi sufrimiento.
— Tiene dieciocho, tarde o temprano pasaría — Me recuerda. Gruñendo, escondo mi rostro en su pecho intentando descubrir que hacer con mi frustración.
Soy una mujer racional, sé que eventualmente tendría una novia y se casaría y tendría hijos y... Dios creo que no he sentido tantas ganas de llorar desde que Zhevy dijo que no quería más besos de buenas noches.
Mis bebés estaban creciendo. Todos ellos.
¿Como se había ido el tiempo tan rápido? Matt era un bebé hace tan poco y ahora....
Había intentado consolarlo al ver su herida, pero cuando llamó a la chica lo admito, me sentí...desplazada. La chica era una porrista, la reconozco vagamente de algunas practicas pero nunca había visto a Matt mosttar interés en ella, y soy muy buena notando esas cosas.
¿Como lo había dejado pasar?
— Crecern tán rapido — Me quejo, abrazando a mi esposo.
— Dimelo a mi — Se queja — Pero aún tenemos a las gemelas, estoy seguro de que podemos convencerlas de ser monjas. — Añade, haciendome reír.
Desde que Max comezó a salir con Anthony, el hombre no tenía un día de descanso. Especialmente ahora que Max pasaba uno o dos días con el hombre.
Mi niña también había crecido, y aunque mi corazón aún duele por la tensión ocasional que existe entre ambas sé que ella quiere mejorar. Definitivamente el asunto de Theo había sido un duro golpe para ella (Y para Frank) así que yo había disfrutado de torturar un poco a Frank.
Supongo que el karma tenía que llegar tarde o temprano.
— Está bien, ya va media hora, voy a entrar — Me quejo finalmente, necesitando saber que mi niño estaba bien y consciente. Frank me sigue con una risita burlona mientras yo abro la puerta de la habitación.
Matt está semi sentado, sosteniendo el rostro de la chica mientras la besa. De forma demasiado intensa.
Frank carraspea y la chica se aparta evidentemente avergonzada mientras que yo tengo que resisitir el impulso de suspirar irritada. Yo muriendome de la preocupación y él estaba besandose con una chica.
Matt me mira y me da una sonrisa culpable.
— Mamá, papá — Dice finalmente, su rostro está lígeramente hinchado y hay una pequeña herida que ha sido suturada en su frente, su cabello rubio estaba suelto ahora, me pregunto vagamente si se lo ha dejado crecer por ella. La ultima vez que fui con él a la peluquería decidió que quería mantenerlo largo.
Miro a la chica, que aún tiene su uniforme de porrista debajo de una sudadera de Matt. Dios no estoy lista para esto.
— ¿Y bien? — Pregunto mirando a mi hijo con una ceja levantada mientras me acerco a su lado — ¿Algo qur decir, jovencito?
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Maldita Princesa - Una historia de Maldita Pelorroja
RomanceMaddison Francesca Zdorogzarkovitchdorv-Hyde. La hija preciada de uno de los hombres más ricos del mundo, la joya de la corona, según los medios, la consentida de los Zdorogzarkovitchdorv. La princesa mimada que siempre obtenía lo que quería. Era...