27. Max

913 153 9
                                    

No puedo dormir en la noche.

Probablemente porque el cuerpo caliente de Anthony presiona contra mi, o porque siento perfectamente su erección contra mi trasero, o porque su mano estaba sosteniendome con firmeza por debajo de mi top, su pulgar rozando mi pezón de forma sutil.

Mi cuerpo entero se siente caliente y siento el puntonentre mis pieenas completamente sensible, me siento húmeda y pegajosa. Estoy excitada e inquieta.

Reconocer eso se siente...extraño. Si bien no sería la primera vez que me siento así con Anthony  es la primera vez que siento la necesidad de hacer algo al respecto, de...ir más allá.

Intento obligarme a mi misma a dormir pero cuando Anthony  suspira en sueños tirando de mi más cerca y deslizando su mano hacia mi pecho  no puedo evitar el gemido que sale de mis labios. Anthony gruñe algo que no entiendo y suspira felizmente cerca de mi oído, sentir sus labios calientes tan cerca me hace querer retorcerme. Me muevo lígeramente inquieta,  presionandome contra la erección contra mi espalda.

Cierro los ojos, recordando lo grande y dura que se había sentido en mi mano, pesada definitivamente. Me había sentido algo intimidada ante la idea de tenerlo dentro de mi, sentía que podría partirme en dos...es un hombre fuerte, sus muslos son más grandes que mi cabeza, de un solo movimiento podría desarmarme.

Y aún así lo deseaba en mi interior.

Sin embargo, la idea de que tal vez no quiera seguir...si se enterara de  lo que me había sucedido ¿Qué si pensaba que era sucia y poca cosa?
No creo poder soportarlo.

Como tampoco estoy soportando la necesidad que late entre mis piernas  cada vez más fuerte. Incluso mi respiración se siente pesasa, y cuando siento la mano de Anthony moverse para pellizcar lígeramente mi pezón,  noto que he estado frotandome contra él hasta despertarlo.

— ¿Estás, excitada mi amor? — pregunta Tony besando el lobulo de mi oreja mientras que usa sus dedos para juguetear con mi pezón de forma provocativa.  Cuando acomoda sus caderas creo morir un poco pues ahora su erección presiona justo contra mi punto sensible — Dios, me muero por...— Comienza, dejanso escapar un gruñido frustado.

— H-hazlo — Digo sin aliento, arqueando mi cabeza hacía él y buscando su contacto — Por favor, T-te necesito.

Anthony suspira, deslizando su mano por mi abdomen,   mientras besa el lobulo de mi oreja, siento un escalofrío recorrerme cuando  traza el borde de mis shorts, jadeo al sentir sus dedos comenzar a bajar explorandome y acariciandome. Cierro los ojos tomando una respiración profunda cuando siento sus dedos acariciar mi centro

— Dios, estás empapada — Gruñe Anthony  con voz gruesa, usa sus dedos  para exponer mi centro y obligarme a abrir las piernas lígeramente  — Dejame comee tu colo, Shahzadi — Susurra, y no tiene que pedirlo dos veces antes de tenerme asintiento.

Estoy dispuesta a lo que sea, a lo que quiera.

Bien podría haberle dicho al hombre que ganó la lotería, que se incorpora tan rápido que a duras penas tengo tiempo de reaccionar ante la perdida de contacto y antes de darme cuenta mis bragas están en el suelo y la luz se enciende.

Tengo que admitir que la mirada de deseo en sus ojos es repentinamente...amenazante. pero me obligo a mi misma a relajarme.

No pienso dejar que los pensamientos de lo que me sucedió me atormenten y me quiten este momento.

Somos solo Anthony y yo.

Y el hombre me mira con tanta devoción y deseo que es dificil apartar la mirada. Se pone de rodillas entre mis piernas ates de comenzar a separar mis rodillas lentamente.

Maldita Princesa - Una historia de Maldita PelorrojaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora