Maldita Princesa - Una historia de Maldita Pelorroja

39. Max

Mi rostro está arruinado, pero el show debe continuar. Me toma casi dos horas conseguir arreglarme, mi rostro se ha hinchado y amoratado así que resulta dificil  moverme un poco así que tomo tantos analgesicos como puedo e intento cubrir mis moretones.

El vestido de dama es color lila y a juego con el de radha, con un escote en bandeja y ajustado en la cintura. Anna está nerviosa por el retraso y las gemelas comenzaron a desesperarse por lo que cuando voy por ella, mamá y Marcus están dandole biberón a las niñas y Anna está srntada detrás de una cortina probablemente escondiendo su vestido de Marcus.

— Todo está de vuelta al ruedo — Digo contenta haciendo mi camino hacia mis sobrinas.

Mamá me mira y sus cejas se unen con preocupación.

— Mi niña, pero mira como estás — Se queja. Yo niego

— Estoy bien mamá — Aseguro antes de mirar a mi hermano — Ve a tu puesto,  todos están esperando.

Marcus suspira y besa a sus hijas, dejando a Alice en mis brazos antes de salir de la habitación.

— Oh, espera — Llamo sacando de mi cartera una de las fotografías que Anna había tomado como parte de su regalo de bodas. Mi amiga realmente se había tomado en serio lo de sorprenderlo. Eran forografías subidas de tono que prometían volver loco a mi hermano durante la ceremonia.

Marcus frunce el ceño mientras la observa, y la forma en que sus pupilas se dilatan y una media sonrisa aparece rn su rostro es, sinceramente,  asquerosa.

Pero lanza una mirada en dirección a donde Anna se esconde luciendo tentado a sacarnos a mamá y a mi del lugar

— Shoooo, largo, la ceremonia tiene que empezar — Se queja mamá. Marcus gruñe y guarda la fotografía en su chaqueta antes de correr fuera y buscando su lugar.

Una vez que se ha alejado suficiente, Anna sale de su escondite y tengo que admitirlo la mujer luce despampanante,  su cabello era naturalmente castaño pero lo teñía de un par de tonos más claros y que le sentaba  perfecto a sus ojos bicolor. El vestido blanco tenía un corte sirena que se ajustaba a su cuerpo y dejaba ver su escote. La parte trasera del vestido era descubierta y el velo estaba encajado en una pequeña tiara (Cortesía de Radha) que la hacía ver como una princesa.

— ¡Max! ¡Por Dios! ¿Qué te pasó? — Pregunta la mujer al verme. Mamá se hace cargo de las gemelas, y Radha llega en ese instante

— Anna ¡Estás precios...¡Dios, Max! — Se queja la mujer, pasando del asombro a la preocupación.

— ¿Podemos centrarnos en Anna? Luce como una jodida princesa — Me quejo. Realmente quieriendo alejar la atención de mi rostro y mirando a mi amiga — Luces preciosa. Es tu día especial y ya lo he retrasado suficiente  — Digo con Firmeza antes de mirar a Radha, que asiente — ¿Los niños están listos?

— Solo falta la novia — Asegura.

— Eso quiere decir que es mi momento de ir a mi asiento — Dice, dejando a las niñas en el coche compartido y quitando el seguro antes de acercarse a Anna y tomar sus manos — No sabes lo feliz que estoy por ti, mi niña — Asegura, besando las manos de mi cuñada con cariño —  Realmente espero que mi hijo de la talla para ser un buen esposo, y pase lo que pase no dudes en darle un buen tirón de orejas.

Anna se ríe lígeramente y asiente.

— Lo haré, tengalo seguro — Asegura ella.

Mamá entonces sale de la habitación llevandose a las niñas consigo, lo que nos deja a Radha, Anna y a mi a solas.

— Dime que no fue Miranda — Se queja ls mujer acercandose a mi y luciendo preocupada — Se ve doloroso ¿Estás segura que estás bien? Maddie...

— Estoy perfectamente,  Theo me llamo mamá — Digo sintiendome contenta, realmente la situación había sido algo intensa y me había tomado por sorpresa, pero saber que el niño habia estado dispuesto a defenderme...se había sentido especial.