Maldita Princesa - Una historia de Maldita Pelorroja

4. Anthony

Me dejo caer en la cama sintiendome agotado, intento no hacer demasiado ruido mientras que Theo duerme. Mi noche fue definitivamente más intensa de lo que esperaba.

No me habían despedido por un tecnisismo, pero defintivamente atacar a los clientes que se propasan no es mi trabajo. Cierro los ojos al pensar en el motivo de todo el alboroto.

Ella mo había estado sola después de todo, pero eso no significa que me gustara la forma en que su guardia simplemente la había arrastrado fuera sin siquiera preguntar. Claro, su trabajo es ponerla segura y yo probablemente habría hecho lo mismo.

Tuve suerte de que no me disparara directo en la cara por seguirlos.

Pero Max...trago con fuerza, su petición de verme me había resultado demasiado irreal, y cuando le había preguntado si realmente no le importaba la evidente diferencia entre ambos...
Ella había dicho que sbae que quiero esto tanto como ella.

Incluso si sigo diciendome a mi mismo que no la merezco...

Definitivamente quiero poder disfrutar por una vez, y cuando estoy con ella lo consigo, olvidar mis responsabilidades nu ca se habia sentido tan bien como cuando habiamos estado juntos en el jardin botánico.  Cuando no eramos Maddison la hija de un magnate y Anthony el bartender.

Solo eramos...Max y Tony.

Y jodidamente me encantaba ser solo...Tony.

Amo a mi familia, de verdad que sí, pero mis padres son agotadores, y con Theo es...bueno, mi hermano es un chico risueño y algo tímido, pero defintivamente mis padres parecían casi irritados con su presencia, insistiendo en que debería comenzar a ganarse la vida, aunque mamá no quiere que deje la escuela, me preocupa que la amargura de papá consiga hacer que finalmente no le de importancia a la educación de mi hermano.

Sacudo la cabeza, de nuevo...responsabilidades.

Pienso en Max y cuestiono mi propia cordura, tal vez...¿tal vez estoy siendo testarudo? ¿Tal vez estoy pensando las cosas más de lo necesario? Definitivamente la amenaza  de su padre no había sentado bien en mi estómago,  es la principal razón por la que me he mantenido contacto cero incluso con Marcus, no queriendo poner en riesgo a mi familia ma's de lo necesario.

Tengo suficiente con la amenaza de Constantine aún resonando en mi mente, incluso si el hombre no había mostrado ningún indicio de querer reclamar su deuda...bueno, no es precisamente algo que me deje dormir tranquilo.

No sé en qué momento me quedo dormido, pero despierto con el familiar ruido de los gritos de papá quejandose sobre algo y el ruido de la televisión, tomo una respiración profunda mientras salgo de la cama, tomo una ducha rápidamente antes de enfrentarlos, mamá está sentada  en la mesa tejiendo, usando el mismo rollo de lana una y otra vez, un par de lentes de lectura con la montura rota están sobre el puente de su nariz.

Necesito comprar un par de nuevos lentes para ella. 

Theo está sentado en el pequeño balcón del edificio, usando un par de audifonos que habían sido un regalo de Anna y usando mi viejo telefono para ver un partido de futbol mientras papá se queja sobre la empresa en la que trabajó por años. Mamá levanta la vista al verme

- Es tarde, Antonio - Se queja en Urdu, insiste en que debo practicar más, recordar mis raices -  ¿No irás hoy al taller? 

Niego, sentándome en la silla junto a ella y tomando un par de galletas saladas del paquete que mantiene frente a ella

- No, es mi día libre  - Murmuro, tomando el rollo de lana desgastada - ¿Qué estás haciendo?

- Es una bufanda para Teodoro - Explica, sin dejar de mirar lo que hace antes de sonreir - Quisiera poder tejer sus guantes, pero ha crecido.