11. Max

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Estoy tan emocionada que prácticamente estoy saltando de mi asiento en cuanto Anthony abre la puerta para mi.

Me había llevado rosas y se veía tan increíblemente guapo...se habia cortado el cabello, y se habia afeitado (Lo que aún no estoy segura si me disgusta o no, porque definitivamente extraño su barba de un par de días) y oh, definitivamente podría acostumbrarme a ver al hombre en camisas de vestir que se ajustaban de forma exquisita a su espalda ancha y a sus brazos firmes. Él toma mi mado y me guía hacia un restaurante de aspecto encantador, con un par de ventanales cubiertos por enredaderas, en el interior suena una música suave y el aroma a comida hace que mi estomago gruña lígeramente.

No he comido nada en todo el día a causa de los nervios.

— Reservación para dos, a nombre de Antonio Lopez — Dice Anthony  al maitre y creo que quieeo dar saltitos de felicidad.

Finalmente.

Una cita. Con Anthony

Mi corazón late con tanta fuerza que es dificil escuchar por encima de los latidos. Nos llevan hasta el fondo, cerca de una fuente, la mesa es de madera y el lugar tiene un toque rustico encantador. Anthony se apresura a ayudarme con mi asiento

— Todo un caballero — Digo en su dirección,  él se ríe y creo que me olvido de como respirar un segundo, porque su sonrisa lo hace ver inclusi más atractivo — Adoro cuando sonríes, deberías hacerlo más seguido — Apunto una vez que se sienta, no frente pero junto a mi, lo que adoro, porque está más cerca y puedo juguetear con sus manos.

Hay algo especialmente atractivo en lo grandes y ligeramente ásperas que son.

Me hace preguntarme como se sentirían en...otras partes.

— ¿Crees que soy muy serio? — Pregunta frunciendo el ceño de nuevo. Me inclino hacia adelante y acaricio la pequeña arruga que se forma entre sus cejas

— Pienso que deberías dejarte llevar un poco más — Insisto, él relaja su expresión y cierra los ojos cuando deslizo mis dedos sobre su mandíbula. Cuando los abre de nuevo, su mirada es completamente arrebatadora

— Lo intentaré — Promete, tomando mi mano y atrapandola entre la suya antes de besale gentilmente, entrelaza sus dedos con los míos antes de suspirar, relajando sus hombros —  Supongo que es difícil para mi...desde que volví del ejercito he tenido que hacerme cargo de...todo.

Asiento, sé que es difícil para él hablae sobre su familia, sin embargo,  no lo presiono. Tomando lo que esté dispuesto a ofrecerme.

— También está bien pensar en ti, lo sabes ¿verdad? — El sonrie lígeramente antes de asentir y mirarme con cariño

— Lo sé — Sonrío como una idiota ante su mirada y cuando el mesero llega, ambos pedimos. Él pide un filete con papas y yo dudo un segundo..la voz de Tiffany aún resonando en mis oídos, como un fantasma permanentemente aferrano sobre mi hombro.

Pero sacudo la cabeza antes de ordenar algo más fuerte que una ensalada, un plato de pastas con camarones. Mi favorito.

— Así que...¿Qué tal la escuela de leyes? — Pregunta Tony luego de que estamos a solas de nuevo, yo hago una mueca

— ¿Sinceramente? Terriblemente aburrida — Admito — Aunque va bien, supongo...mejor de lo que esperaba

— ¿De verdad? — Pregunta con sorpresa — ¿No...no te gusta?

Aprieto los labios.

— No...me disgusta — Digo finalmente — No es lo que me apasiona, si te soy sincera

Maldita Princesa - Una historia de Maldita PelorrojaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora