- Tan hermosa como siempre - Dice Richard en cuanto me ve, su unico ojo me mira con hambre y me hace sentir sucia incluso ahora, lame sus labios deformados - ¿Me extrañaste, pastelito?
Una sensación de furia y asco se instala en mi pecho. Miro en d irección a Bruno
- ¿Cuanto? - Pregunto, levantando la barbilla e ignorando completamente a Richard, sé que quiere controlarme, el hombre siempre disfrutaba de hacerme sentir asustada, disfrutaba de mi dolor.
- ¿Disculpa? - Pregunta Bruno, sus pobladas cejas grises se levantan con fasicinación
- Es obvio que hiciste negocios con él por traerme aquí, quiero saber cuanto valgo - Explico, intentpando mantener mi voz serena mientras que Riachard frunce el ceño, confundido por mi evidente intento de ignorarlo - ¿Realmente crees que puede pagarte? Yo tengo todo su dinero, ¿Y quien crees que heredará las propiedades, negocios, y todo el capital de mi familia si realmente te deshaces de mis padres? ¿De mims hermanos?
- Oh por favor, no eres más que una pequeña puta - Se queja Richad, una de sus manos deformes intentando cerrarse en un puño - ¿Realmente crees que te tengo miedo?
- Te escucho - Dice Bruno mirándome con interés.
- Lo quiero muerto, pagaré el doble de lo que sea que te esté ofreciendo por mi - Digo directamente, el odio ardiendo en mi pecho mientras los recuerdos atormentan mi mente una y otra vez, todas las cosas que me hizo, las veces que me tocó.
Su sonrisa satisfecha desaparece.
- ¿Realmente crees que puedes hacer semejante oferta? Eres mía - Gruñe, veo de reojo a Amir levantar una ceja antes de mirar su reloj por quinta vez en la noche ¿Acaso tiene un plan? ¿Tiene que ver con la presencia de Klaus y Vladimir en el exterior? Trago con fuerza, apartándome de Richard y mirando a Bruno
- Sé que secuestraste a Anna y a los niños para recuperar a tu familia ¿Pero, yo? No dejas de decir lo mucho que valgo - Replico - ¿Realmente crees que él pueda hacer algo conmigo? -Miro en dirección a la bolsa llena de orina junto a la silla de ruedas - Estoy segura que mi padre no dejó nada allí que pudiera funcionar
Richard enrojece, pero ¿Realmente? parece inofensivo, no puede hacer más que hablar, no tiene ningún poder sobre mi, no de nuevo.
Bruno parece mirarme ahora con un renovado interes.
- Interesante, pero el dinero es lo que me motiva - Apunta el hombre, avanzando con su bastón hacia uno de los sillones y sentándose placidamente - Ciertamente no me interesa lo que quedó de Richard, debo admitir que estoy más bien curioso...¿Es cierto lo que dice? ¿Frank te cortó la verdad y se la dio de comer a sus perros?
Richard escupe
- Hablamos de esto - Gruñe - La quiero a ella, que haré o no después no te incumbe.
Doy un paso al frente, dispuesta a tirar de los cables que lo unen a la maquina, pero antes de que pueda hacer algo, Amir me detiene.
- Quieta, Shahzadi - Murmura el hombre. Lo que solo consigue hacerme cabrear, Nadie, nadie más que Tony puede llamarme eso.
- Sueltame, voy a matarlo, así sea lo ultimo que haga - Gruño, intentando alejarme, luchando por escapar del agarre de sus brazos.
Bruno deja escapar una carcajada, evidentemente divertido con la situación.
- Bueno, esto resultó ser mejor de lo que esperaba - Murmura el hombre antes de suspirar - Sometela Amir, no quiero que mi nieta escuche gritos
Amir no duda en obedecer, empujandome contra el suelo y dándome una bofetada, fuerte. Caigo sintiendo mi mejilla arder, las lapgrimas quemando mis ojos a causa del dolor, la sensación de humillación haciendo desaparecer cualquier rastro de valentía que había sentido hace un momento.
ESTÁS LEYENDO
Maldita Princesa - Una historia de Maldita Pelorroja
RomanceMaddison Francesca Zdorogzarkovitchdorv-Hyde. La hija preciada de uno de los hombres más ricos del mundo, la joya de la corona, según los medios, la consentida de los Zdorogzarkovitchdorv. La princesa mimada que siempre obtenía lo que quería. Era...