— ¿Qué te atormenta, princesa? — Pregunta papá sentándose a mi lado en la cama, sonanado preocupado.
Y realmente debe estarlo, porque normalmente se mantiene en la periferia de mi habitación, sin atreverse a entrar realmente a menos que yo lo pida abiertamente.
— Nada — miento, intentando esconder mis ojos hinchados con mi cabello.
Han pasado exactamente dos semanas desde la ultima vez que hablé con Anthony y siento que quiero morir. Él me enviaba mensajes al principio, cosas mundanas y contandome sobre su día, justo como yo solía hacer. Y genuinamente intenté responder, pero el último mensaje sobre Theo me había roto el corazón.
"Le dije a Theo. Creo que odia. Quiere conocer a su madre"
Allí estaba, el mensaje que temía y que a la vez...¿no era lo que quería? Que el niño supiera la verdad porque....ya ni siquiera sé por qué, sí, merece saberlo, pero a veces la verdad es dolorosa.
No respondí ese día porque realmente no había sabido qué dexir, una parte de mi quería ir y consolar a Anthony que probablemente estaba destrozado, y luego...me daba demasiada vergüenza el haberlo ignorado, y con cada día que pasaba sé que las cosas serán peores, he escuchado su voz casi todas las mañanas cuando recoge a mamá para el trabajo. Cuando fueron a Minesotta, el unico mensaje que recibí fue tres días después.
"Te extrañé"
He estado sintiendome miserable desde entonces y creo que mi familia finalmente lo ha notado. Todos bromeraron al principio sobre los reportajes sobre mi, excepto mamá y papá, que riñeron a mis hermanos por ello. Harold, quien se había ido hace unos días había intentado hablar conmigo pero yo me habia negado.
Anna habia intentado invitarme a salir, pero ni siquiera había tenido animo para ir a comprar mi vestido para su boda. Que es, en una semana.
Y soy una de las damas, por lo que debería estar con ella, pero hey, soy una diva egoista ¿no?
Papá aparta mi cabello, obligandome a mirarlo.
— ¿Qué pasa, hija? — Pregunta — Dime que puedo hacer por ti y lo haré.
Me río entre dientes, porque realmente quisiera que él pudiera ayudarme. Me acerco a él, recostandome en su pecho y sintiendome al borde del llanto.
— Tu...— Carraspea — ¿Anthony te hizo algo? — Pregunta sonando tenso. Y no puedo evitar reir divertida, papá definitivamente había estadl guardando esa opción por dos semanas.
— No, dejalo en paz por favor — Pido, limpiando una lágrima que se escapa y corre por mi mejilla — Creo que fui yo quien lo arruiné.
Papá se relaja visiblemente y me abraza
— A vee, cuentale a papá — Pide, antes de añadie — A menos que sean cosas de chicas y quieras hablar con mamá.
— ¿Puedo preguntarte algo? Sobre...sobre Tiffany — Pregunto, y papá vuelve a tensarse como nunca, pero asiente
— Acaba conmigo — Dice intentando sonae relajado, yo tomo su mano, jugando con ella como cuando era niña, sus manos son enormes y asperas
— ¿Por qué...por qué tu nunca dijiste nada sobre Matt y sobre mi yendo con ella? ¿Por qué dejaste a Natasha tomar la decisión? — Pregunto.
Papá deja escapar un suspiro largo y profundo.
— Tiffany nunca se interesó por tu hermano hasta que tu madre apareció — Explica lentamente, sopesando sus palabras y sonando cansado — Matt creció y siempre fue apegado a Nath desde el primer momento.
ESTÁS LEYENDO
Maldita Princesa - Una historia de Maldita Pelorroja
RomanceMaddison Francesca Zdorogzarkovitchdorv-Hyde. La hija preciada de uno de los hombres más ricos del mundo, la joya de la corona, según los medios, la consentida de los Zdorogzarkovitchdorv. La princesa mimada que siempre obtenía lo que quería. Era...