ANNA
La tarea de química se me hace innecesariamente complicada. Y eso que no estoy sola. Estoy en casa de Adam, en su estudio, frente al computador. La pantalla está llena de ecuaciones y fórmulas químicas que apenas comprendo.
Sin embargo, esa no es la verdadera razón por la que estoy aquí. Sí. La tarea de química es importante, pero esta es solo una excusa para pasar tiempo a solas con Adam y descubrir si está ocultando algo.
—Este problema de química está demasiado difícil —me quejo, fingiendo frustración—. Creo que necesito una limonada para refrescar el cerebro.
Como esperaba, Adam se ofrece inmediatamente.
—¿Quieres una limonada? —pregunta, levantándose de su silla.
—Sí, por favor —respondo, sonriendo agradecida.
Adam sale del estudio y se dirige a la cocina. Este es el momento que estaba esperando. Me acerco rápidamente al computador de Adam y comienzo a revisar sus redes sociales. Busco cualquier indicio que pueda delatarlo como la Reina Blanca. Paso por sus conversaciones con amigos, publicaciones, todo.
Nada extraño.
La duda corre por mi piel como un ejército de hormigas. ¿Será que Adam no es la Reina Blanca? ¿O quizás la información importante la tiene en otro dispositivo? Me levanto de la silla, dispuesta a buscar en el estudio, pero en ese momento, Adam regresa con la limonada.
—Aquí tienes —dice, entregándome el vaso.
—Gracias —respondo, tomando el vaso y sonriendo con sinceridad—. Justo lo que necesitaba.
Adam vuelve a sentarse al lado mío. Pero algo ha cambiado. Siento el calor de su cuerpo aún más cerca. ¿Acaso cortó la distancia entre nosotros? ¿O es idea mía?
—¿Te gustó la limonada? —me pregunta, mirándome fijamente.
—Sí... muchas gracias. Deberías ser... chef de limonadas.
Él se ríe sin dejar de verme. Yo también me rio, de manera nerviosa. Me incomoda que me esté mirando fijamente y tan de cerca.
—¿Sabes, Anna? —Él se inclina hacia mí—. Me encanta... que... hayas querido venir a mi casa hoy...
—Em... seguro. Es genial hacer tareas juntos.
Su cara se acerca a la mía. ¿Qué está pasando? ¿Por qué se está acercando? Oh, no, no, va a besarme. ¡NO!
—¡Adam! —Me pongo de pie de un salto—. ¿Qué estás haciendo?
—Yo... em... —Palidece y su lengua se vuelve un nudo—. Em... yo... pensé...
—¿Pensaste qué? ¿Que yo había venido a tu casa porque quería besarme contigo? ¿Es eso?
—Yo... em... no sé... yo... es que... pediste que venir a mi casa cuando estamos solos... a hacer tareas y tú nunca me pides eso y quisiste volver al equipo y... yo... lo siento, me equivoqué. Malinterpreté las cosas.
Me cruzo de brazos.
—Eso es evidente.
Me siento de nuevo y finjo concentrarme en la tarea de química, aunque mi mente sigue dándole vueltas a que Adam acaba de intentar besarme. El ambiente posterior al intento de beso fallido, se vuelve demasiado tenso. Quiero que me trague la tierra, desaparecer o salir corriendo de allí.
Afortunadamente, mi celular suena e interrumpe la sesión de estudio más incómoda de la historia. Veo que es Javier y contesto, notando de inmediato la tensión en su voz.
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Destruyendo a Javianna
Romance👑Anna tiene todo lo que una chica de 18 años podría querer: fama💅, dinero💵, poder y el novio más guapo💏. Todo gracias a que Javier Lleras, una estrella en Tik Tok y compañero de clases, le pidió que fuera su novia en un video que se hizo viral...