👫👫 Capítulo 15 👫👫

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ANNA

El Club de Ajedrez se ve igual que siempre, con las mesas alineadas en filas perfectas y el característico olor a madera y tablero de ajedrez. Ha pasado mucho tiempo desde que estuve aquí por última vez, y mi corazón late rápido mientras me acerco a la mesa donde Adam está sentado, solo, mirando fijamente el tablero.

Adam levanta la vista y sus ojos se encuentran con los míos. Parece sorprendido al verme, pero una sonrisa tímida cruza su rostro mientras se levanta para saludarme.

—¿Anna? ¿Qué te trae de vuelta al Club de Ajedrez? No me digas que vuelves arrepentida por abandonarnos.

La ansiedad me cosquillea por debajo de la piel, pero trato de mantener la calma.

—No te ilusiones. —Sonrío—. Solo tenía ganas de jugar una partida de ajedrez, y pensé en venir aquí. Espero no estar importunando.

—Para nada. Me encanta que estés aquí. —Señala la silla que está en frente de él—. Por favor.

Yo me siento y miro la posición de las fichas en el tablero. Reconozco la formación de la Defensa Francesa, una apertura que muestra su habilidad y conocimiento en el juego. La nostalgia de nuestros días de ajedrez se mezcla con la emoción del momento, y me doy cuenta de que, aunque hemos cambiado, algunas cosas aún permanecen igual.

—La Defensa Francesa. —Señaló con la barbilla.

—Sí. —Asiente moviendo las fichas. Las piezas de Adam han formado una estructura defensiva sólida, protegiendo su rey en el centro del tablero—. Me funcionó en el campeonato nacional del primer año del club, ¿recuerdas?

—Cómo olvidarlo. —Sonrió con nostalgia—. Fue increíble ver cómo defendías tu posición y luego lanzabas un ataque sorpresa. Ganaste esa partida de manera impresionante, Adam.

Él asiente, sonrojado.

—Gracias. —Me rehúye la mirada—. ¿Sabes? Siempre me he preguntado si extrañas tus días aquí.

—¡Por supuesto! —No miento—. Recuerdo este lugar con cariño.

—¿Y a los amigos? —Claramente se refiere a él.

—A los amigos aún más. —No estoy segura de esto. Solo lo digo porque supongo es lo que él quiere escuchar.

Nuestros recuerdos compartidos del ajedrez se convierten en un puente entre nosotros, un recordatorio de los momentos en los que éramos amigos antes de que todo se volviera tan complicado. Cuando él mostraba sus sentimientos tan obvios y yo no pude corresponderle.

Adam reorganiza las piezas en sus puestos de salida.

—¿Comenzamos una partida para recordar viejos tiempo?

—Encantada. —Sonrío de manera sincera.

Yo tengo las blancas, así que comienzo. Avanzo mi peón de rey dos casillas hacia adelante. Adam responde moviendo su peón de reina dos casillas hacia adelante, optando por la Defensa Francesa una vez más.

Sigo adelante con mi plan y muevo mi peón de dama dos casillas hacia adelante. Adam levanta una ceja. Creo que sabe lo que planeo. Adam avanza su peón de caballo a la casilla f6, desafiando mi centro.

—Interesante. —Sonrío emocionada.

Él también sonríe.

Decido desarrollar mi caballo y lo muevo a la casilla f3.

Él suelta un bufido y continúa su desarrollo, moviendo su peón de dama a e7. La partida se calienta mientras ambos desplegamos nuestras piezas rápidamente. Muevo mi peón de reina a d3, apuntando a su rey.

Destruyendo a JaviannaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora