Capítulo 31:Un refugio temporal.
Mientras miraba hacia nuestra mesa, me percaté de que solo quedaban dos bolitas de arroz: una de pollo y otra de cerdo. En ese momento, caí en la cuenta de que, en mi afán por disfrutar la comida, había olvidado por completo que debía compartir con Kageyama. Sin pensarlo dos veces, tomé la que me quedaba y se la ofrecí. Para mi sorpresa, él hizo lo mismo sin cuestionarme. Esta acción me hizo reflexionar sobre lo amable que podía ser Kageyama a veces. En el fondo, deseaba que mostrara más a menudo este lado suyo.
Con cierta curiosidad, tomé el pequeño rollo de arroz y lo llevé a mi boca. Tras un par de bocados, lo terminé por completo. La explosión de sabores en mi paladar me hizo exclamar con entusiasmo:
— ¡Uwuah! ¡El de pollo también está delicioso! — Era fascinante cómo, con solo probarlo, la satisfacción que había sentido antes se desvaneció, y el apetito volvió a despertar en mi estómago, como si nunca hubiera comido.
Kageyama, notando mi evidente disfrute, me preguntó con una sonrisa:
— ¿Quieres más?
Fue en ese preciso instante cuando me golpeó una realización: esto se parecía mucho a una cita, ¿no es así? Desde que llegamos, Kageyama se había comportado de manera tranquila, atenta y caballerosa. Curiosamente, la idea no me aterraba ni me incomodaba en lo más mínimo. Al fin y al cabo, era mi amigo, y era natural que quisiera tratarme bien de vez en cuando. Me esforcé por no malinterpretar sus gestos amables, aunque no podía evitar preguntarme si habría algún motivo oculto detrás de ellos.
— Sí, me gustaría. — respondí con una sonrisa sincera.
Mientras continuábamos con nuestra comida, comencé a darme cuenta de que yo también me estaba comportando de manera diferente. Era como si las cosas fluyeran con una naturalidad inusual; no sentía nervios ni ansiedad ante nada. Simplemente estaba disfrutando de esta invitación por parte de Kageyama. No pude evitar comparar esta situación con las veces que estaba con Atsumu, donde siempre me sentía nervioso, alerta y ansioso, sin mencionar la confusión que me generaban mis propios sentimientos.
Me había propuesto ser completamente honesto sobre esta situación, pero en el momento de la verdad, todo cambiaba. Nunca pensé que estaría volviendo a un punto de partida donde permitía que se levantara nuevamente esa pared de hielo entre nosotros.
Mientras divagaba en mis pensamientos, me asaltaron varias preguntas: ¿Por qué las cosas no podían ser normales? ¿Acaso me gustaba el caos? Sería muy masoquista de mi parte si así fuera. Si bien es cierto que no puedo escoger de quién enamorarme, tampoco puedo simplemente decidir a quién amar. He escuchado tantas veces frases como "Esa persona no te conviene" o "Amigo, date cuenta", ya sea en TikTok o en otros lugares, pero la realidad es mucho más compleja.
Si pudiera elegir, considerando cómo van las cosas, quizás Kageyama sería la elección más lógica. Muchos me han insinuado que podríamos llegar a algo más, pero hasta ahora, siempre nos hemos comportado como amigos. Si las cosas fueran más simples, tal vez hubiera escogido a Kageyama para sentir esa calma y bienestar. Pero entonces, ¿Qué hay de lo que siento con Atsumu?
Es cierto que con Atsumu también experimento esa sensación de bienestar, especialmente cuando estamos solos. Pero antes de seguir profundizando en mis dudas e inquietudes, me golpeó una realización aún más impactante: ¿enamorarme? ¿Acaso estoy enamorado?
Justo en ese momento, tenía el vaso en mi boca, bebiendo agua como si no hubiera un mañana. Cuando esa palabra volvió a resonar en mi mente, me resultó increíblemente difícil tragar con normalidad. Bajé el vaso de inmediato y comencé a toser descontroladamente. Kageyama se alarmó al verme luchar por mantener la calma, y su preocupación aumentó cuando notó que me costaba cada vez más respirar.
ESTÁS LEYENDO
˚₊‧ 𝐍𝐨 𝐦𝐞 𝐠𝐮𝐬𝐭𝐚𝐬 ‧₊˚→ ᴀᴛsᴜʜɪɴᴀ
FanficUn interés inexplicable emergió, inquietante y profundo, en el corazón de Hinata. Nunca antes había experimentado una atracción tan intensa, y mucho menos hacia otro hombre. Se encontraba al borde de un abismo de emociones desconocidas, a punto de a...