Amor en guerra

Creeme a mi

--Princesa--Se escucho una voz masculina detrás de la puerta.

La joven princesa que apenas abría los ojos, después de escuchar ser llamada escucha tres golpes a la puerta.

--Adelante-- grito la menor, quien pasaba sus manos por la cara, quitado el sueño de ella.

El sonido de la puerta abriéndose y una figura masculina pasando por ella, hizo que la atención de la princesa fuera hacia allí.

--Ser tyron, ¿Pasa algo?-- pregunto la princesa

El hombre negó, mientras la miraba --Su madre me mandó a informarle que la esperan para tomar el té--

La joven asintió y comenzó a bajar de la cama. El joven guardia tuvo que apartar la mirada de ella, mientras está bajaba de su cama. La joven camino hasta su guardia, mirándolo con una sonrisa en sus labios.

--Muchas gracias ser, estaré lista en un minuto--
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La princesa caminaba junto a su guardia real camino a los jardines, la princesa miraba sin disimulo alguno a aquel que tenía a su lado y, podía notar como este reprimía una sonrisa al sentir su mirada sobre el.

--Escuche que su hermana y su familia llegarán hoy a la capital, princesa -- dijo el mayor mientras la miraba de reojo.

Aena apartó la mirada de su guardia, quedándose en silencio al escuchar lo que acababa de decirle. Tener a su hermana y a su familia de nuevo en la capital no era algo que le disgustaba pero, ciertamente, la última vez que se vieron, ninguna familia había terminado en buenos términos con la otra.

El mayor miro el silencio en respuesta de su princesa, pero no quiso decir algo al respecto.
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Aena entro a los jardines, observando a su madre y hermana sentada en uno de los bancos cercanos, la joven camino hasta llegar donde se encontraban ambas mujeres.

--¿Por qué tardaste tanto, Aena?-- pregunto la reina a su hija que acababa de llegar.

La menor se sentó junto a su madre y la miro un tanto apenada.

--Lamento mi demora, madre. Me quedé dormida-- Explico, mientras tomaba la taza de té que acababan de servirle.

La mayor miro a su último vástago con desaprobación, mientras que su hermana Helaena la miraba con una sonrisa.

--Madre, sabes que aena nunca está a tiempo para nada, esto es normal si se trata de ella--

--No. Aena debe aprender, ella es una princesa y debe saber sobre cumplir con sus deberes y siempre ser puntual-- dijo la mayor mientras miraba a su hija menor

Aena solo se limito a llevar su taza de té a sus labios y darle un sorbo.

--Lo se madre, y lo lamento. Por favor no sigamos con esto--

La mayor miro a su último vástago y asintió, ante te tomar su taza de té --Esta bien--

Ambas hermanas se miraron con una sonrisa antes de tomar de sus  tazas de té.
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--Aun no entido tu miedo por los dragones, madre--

--Sabes que a madre ni siquiera le gusta estar cerca de ellos y  tiene miedo de esas bestias, como le dice ella-- ambas jóvenes soltaron una suave risa.

--No les tengo tengo miedo-- Respondió la mayor.

--Entonces deberías volar algún día conmigo, Emerys es lo suficiente grande para llenarnos a las dos--

La mayor negó ante la propuesta de su vástago menor, pero antes de que pudiera responder, las tres mujeres pudieron escuchar una voces detrás de ellas. La reina y su hija menor miraron hacia atrás y pudieron ver a la princesa Rhaenyra caminado junto a sus hijastras Baela y Rhaena.