--¿De verdad lo crees madre?--Pregunto desilucionada la manor a su madre.--Si, aegon no puede estar enojado contigo por siempre --Le contesto la mayor, intento animar a su hija.
Madre trenzaba el cabello de su hija, mientras la menor miraba a su hermana mayor jugar con unos de sus insectos.
--Listo--
La mayor quito a la menor de sus piernas y la dejo sentada en el sillón. La reina camino hacia su hija mayor, sentadose a un lado de ella, observando como miraba a uno de sus insectos en sus manos.
--Este tiene 60 anillos, y dos pares de patas en cada uno. Son 240-- Decía Helaena, quien miraba al insecto en su mano.
--Si, así es--
--Tiene ojos, aunque...no creo que pueda ver-- continuaba la menor.
--¿Y porque es eso?-- preguntaba la mayor a su hija.
--Esta más allá de nuestro entendimiento-- decía la menor, mirado a su madre, antes de volver a mirar a aquel insecto en su mano.
--Supongo que tienes razón. Algunas cosas son así--La mayor acaricio ligeramente en brazo de su hija, quien se apartó de su cercanía.
El ruido de la puerta abriendo, hizo que la pequeña Aena levantará la mirada de su juguete.
--Majestad-- hablo un guardia quien tenía a un niño sujeto del brazo.
--Aemod, ¿Que has hecho?-- preguntaba la mayor preocupada a su hijo quien se levanta para ir hacia el.
--Lo hizo otra vez -- Dijo Helaena quien miraba a su madre y hermano.
--Se te ha advertido muchas veces--
--¿Tengo que encerrarte?--
--Ellos me obligaron-- Le decía el menor a su madre.
--Aun si tuvieran que obligarte. No logro entender tu obsesión por esas bestias--
--Me dieron un cerdo--
Las palabras del menor hicieron que la habitación quedara en silencio, y entre hermanas se miraron.
--¿Un que?-- preguntaba la mayor a su hijo.
--Me dijeron que encontraron un dragón para mí-- Explicaba el menor.
--El último anillo no tiene patas--Murmuro Helaena para ella misma, haciendo que su hermana la mirara con curiosidad.
--Pero era un cerdo-- terminada de decir el menor con desilución.
--Tendrás un dragón, algún día-- le decía la mayor a su hijo.
El menor miro a su madre, sin creer muchos sus palabras. La mayor atrajo a su hijo hacia ella y lo envolvió en un abrazo.
Si había algo que no le gustaba a la reina, era ver a sus hijos triste, y siendo humillado, en especial aemond, al cual no le había eclosionado su huevo.
Aena miro esa escena con una sonrisa, se levantó del suelo y camino hacia donde su madre y hermano --Yo se que tendrás un dragón, mod-- decía la pequeña, quien se unia al abrazó.
--Tendrá que cerra un ojo--Murmuro Helaena para ella misma, quien aún seguía observando a su insecto.
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Amor en guerra
FantasíaAena targaryen era hija de Alicent, su lealtad tendría que estar con su familia pero con el tiempo está cambiará a la hora de enamorarse de uno de los negros