Dolor y miedo

27 2 1
                                    


Días habían pasado y el dolor habían consumidos a la pobre madre que había perdido a su hijo. Rhaenyra había estado buscando los restos de su hijo. Desde que aquel cuervo le informo sobre la muerte lucerys, Rhaenyra había tomado a su dragona syrax, recorriendo cada lugar, cada playa, cada ola y cada cosa que dejara la corriente en la orilla, pero no había conseguido nada, nada que con lo que ella pudiera asegurar su muerte o lo que ella pudiera cremar para darle descanso a su tan querido hijo.

El rencor en ella había crecido, jurando vengar la muerte de su tan querido hijo lucerys, la paz ya no era una opción para aquella madre que había sido consumida por el dolor de una perdida.

--La reina Rhaenyra Targaryen, primera con el nombre, reina de los Andals y los Rhoynar y los primeros hombres, señora de los siente reinos y protectora del reina-- anuncio un guardia mientras Rhaenyra entraba en el salón.

Daemon camino hacia ella y Rhaenyra se detuvo frente a el, Daemon observaba como sus ojos estaba rojos de tanto llorar, le frustraba ver asi a su esposa.

--¿Encontraste lo que necesitabas?-- le murmuro.

Rhaenyra había logrado encontrar algo, algo que le destruyó su corazon, después de haber buscado durante dias algo que le asegurara la muerte de su hijo, ella lo encontró.

Rhaenyra asintió ante las palabras de su esposo, pasando por un lado de el y caminado al frente de la mesa donde todos los del consejo la observaba.

--Su consejo está presente y listo, majestad-- dijo Daemon mientras tomaba su lugar en la mesa --Estoy listo para volar a Harrenhal en cuanto lo ordene. Establecer un punto de apoyo en Riverlands-- dijo el.

--Majestad, el bloqueo de mi esposo en el Gaznate esta en efecto. Todo el comercio y viaje por mar hacia King's landing cesará pronto-- dijo Rhaenys.

El silencio se hizo presente durante unos segundos, mientras todos estaban atentos a las respuestas de la reina.

Rhaenyra miraba la mesa, sin decir una palabra. Su mirada se levantado, encontrándose con la de su esposo al otro lado de la mesa frente a ella.

--Quiero a... Aemond Targaryen-- dijo con la voz temblorosa, para luego dejar su lugar y salir de la habitación.

Todos miraron a la reina irse del lugar, quedando confundidos ante sus palabras, pero Daemon no.
.
.
.
.






--Serás un gran rey, después de tu padre-- dijo aena mientras jugaba con su sobrino sobre sus piernas -- Y si no lo deseas, podrías ser un gran caballero-- dijo, a lo que el niño sobre sus piernas sonrió.

--Quiero ser rey y caballeros -- dijo el.

--Tambien puedes serlo, aunque sería algo complicado--

Aena jugaba con su sobrino jaehaerys, el niño tenía un caballo de madera en sus manos y aena un dragón, ambos peleaban por saber cual sería el que derrotaría al otro antes.

--Oh no..-- dijo aena soltando suaves risas al ver a su dragón tirado en el suelo a un lado de ella.

--Gane-- dijo el pequeño con una sonrisa quien se volvía para mirarla.

--Me ganaste, así es--

Aena levantó su mirada al escuchar pasos entrar en la habitación.

--Te he estado buscando-- dijo aegon quien se acercaba a dónde estaba ella --Te necesito en el consejo--

--No deseo participar más en el consejo-- dijo aena.

--Quiero que este ahí, aena. Soy tu rey y te lo ordeno--

Amor en guerra Donde viven las historias. Descúbrelo ahora