Regente

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La princesa Rhaenys  abandonó sus aposentos al momento que escucho sobre el regreso de su hijo. Los pasos fuertes de la mujer hacían eco por los pasillos. Rhaenys caminaba los lo más  rápido, tenía que ver a su hijo y saber que su estaba bien.

--Fue una emboscada, majestad. Los dos dragones salieron al momento que comenzó a quemar las líneas de cole-- Rhaenys pudo distinguir la voz de su hijo entre las personas en el salón, mientras está bajaba las escaleras.

--Hiciste bien en dejar Rook's Rest, aunque sea una baja para nosotros, lo hubiera sido mas si hubieras muerto- contesto Rhaenyra mirado al rubio frente a ella.

--Lo se, majestad. Pero al menos no me fui sin dejar herido al usurpador--

--Eso es bueno--

Rhaenys llegó hasta su hijo, ella podía observar algunos rasguños en su rostro y tierra sobre su traje, la preocupación que sentía por el era mucha, pero el verlo ahí sin ninguna heridas más allá de los rasguños en su rostro la aliviaba.

--Ve con uno de los maestres, que atiendas las heridas en tu rostro-- dijo Rhaenyra quien miraba de reojo a Rhaenys junto a su hijo.

--Como usted diga-- contesto el mientras comienza a abandonar el salón.

Ambas mujeres observaron como el rubio abandonaba el salón, Rhaenys sentía  alivio de ver a su hijo, sentía paz, y Rhaenyra estaba aún más aliviada, no se imaginaba como fueran sido las cosas si no..

--Enviame la próxima vez-- Rhaenyra miro a la mujer a su costado --No quiero arriesgar a mi hijo, así como tú con los tuyos--
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--¿El despertara?--

--Con la voluntad de los siete, así será--

Aena observaba a su hermano sobre aquella cama, tenía heridas en su rostro y una pierna rota, se sentía culpable, si ella fuera actuado antes esto no hubiera pasado pero, no quería que el que estuviera así fuera Laerys.

--Te estaba buscado, hermana-- aena volteo hacia atrás, observado como aemond entraba en la habitación --Hay algo de lo que quiero hablar contigo --

--¿Que es, hermano?-- pregunto mientras se levantaba y caminaba hasta el.

--Lo hemos estado hablando en el consejo y... Alguien necesito gobernar en la ausencia de aegon--

--¿Que? ¿Por qué no me llamaron? Yo también soy parte del consejo--

--No eres tan relevante ahí, aena. Necesito que estés de acuerdo con que sea yo quien gobierne en la ausencia del rey--

Aena lo observo en silencio, dudando unos segundos.

--¿Por qué tú?-- aemond parecía confundido ante su pregunta --¿Tantas personas y te escogería a ti?--

--Soy el hermano mayor después de aegon, debo ser yo quien gobierne mientras no pueda el--

--Esta bien, estoy de acuerdo con quién seas tu quien gobierne en su ausencia, será lo mejor--

--Sabia que ibas a ser la más comprensiva, hermana-- aena le dió un corta sonrisa, antes de que el se fuera la vuelta y saliera de la habitación.

--Comprensiva, si claro...-- murmuro para ella misma mientras lo veía desaparecer detrás de las puertas.
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-- murmuro para ella misma mientras lo veía desaparecer detrás de las puertas

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--Tengo miedo, tía--

--¿Por qué pequeña?-- jaehaera se dió la vuelta hasta quedar frente a ella, aena podía notar la mirada decaída de su sobrina mientras está la observaba.

--Madre ya no pasa tiempo conmigo, ya no me quiere, y mi padre puede que muera. Tengo miedo de quedarme sola-- aena la atrajo hacia ella mientras acariciaba su cabello.

--Tu madre aún te ama, estoy segura de eso, tu padre no va morir, los dioses no dejarán que eso pase, y jamás vas a quedarte sola mientras me tengas a mi-- jaehaera se alejo de ella y levanto su mirada, aena observo la pequeña sonrisa en sus labios y siento felicidad al verla.

--¿De verdad crees que sea así?--

--Si, mi niña. No hay de que temer-- le aseguro.

Jaehaera sonrió y se acercó de nuevo a ella hasta abrazarla --Nunca me dejes, tía--

Aena correspondió su abrazo de vuelta, y una ligera sonrisa se formó en sus labios --Jamas te dejaré, jaehaera--

Aena y jaehaera pasaron el resto de la tarde en los jardines, era el único lugar en el que se sentía algo de paz en los últimos días.

Las pequeña jaehaera buscaba refugio en su tía, aena. Con la muerte de jaehaerys, Helaena había estado descuidado a su hija y a ella misma a la vez, algo que alarmaba a Aena quien se preocupaba por amaba. La pequeña jaehaera buscaba a su tía para todo, pues era la única que parecía preocupada por ella, era la única que le demostraba aun amor en un lugar en el que hacía falta eso.

La noche cayó sobre la fortaleza roja, Aena llevo con ella a su sobrina, ambas ya habían abandonado el comedor donde ellas fueron las únicas en la enorme mesa. Aena había decidido dormir hoy con si sobrina, no sabía quién era la que más necesitaba la compañía, si ella o jaehaera, tal vez las dos.

--Buenas noches, pequeña-- jaehaera sonrió al sentí el beso sobre su frente.

Aena también sonrió mientras se acostaba junto a ella.

--Buenas noches tía, te quiero-

--Yo también te quiero--
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--¿Me aceptas, hermana?--

--Siempre lo haré, aena--

Sus ojos estaba cristalinos al igual que los de ella. Ambas se miraba, sin decir una palabra mas.

Aena se acercó hasta ella y la abrazo. Rhaenyra podía sentir sus brazos temblando mientras la abrazaba, ambas necesitaban este abrazo, lo necesitaban tanto.

--Quiero que me perdones, no sé lo que hice, lo siento...--

--No te disculpes, yo ya te perdone--

Aena se alejo se ella, mirandola a la cara. Rhaenyra sonrió y limpio la lágrima que caía por su mejilla.

--Yo también te perdono, aena-- aena miro hacia atrás, observado como el se acercaba a ella y la abrazaba por detrás --Te perdono a pesar de todo--

--Laerys...-- dijo mientras se daba la vuelta y lo abrazaba con fuerza --No merezco que me perdones--

--Pero lo hago, porque te amo, aena-- ella levantó su mirada sorprendida ante sus últimas palabras, observado la sonrisa en los labios de el.

--¿Me amas?--

--Te amo-- repitió mientras la miraba.

--Yo también te amo--

Laerys se acercó a ella hasta poder sentí su aliento sobre su rostro --Te quiero conmigo, pero estás tan lejo-- murmuro contra sus labios.

--¿Lejos?, pero si estoy frente a ti -- dijo confundida mientras lo miraba.

--No aena, tu estás... lejos--

Aena abrió sus ojos mientras se sentaba sobresaltada en la cama, su respiración estaba agitada y su cuerpo empapado en sudor, la habitación aún seguía oscura, miro atraves de la ventana a un lado del lecho, aun seguía siendo de noche.

--Fue un sueño...-- murmuro mientras volvía a acostarse --Pero se sintió tan.. real--

Amor en guerra Donde viven las historias. Descúbrelo ahora