El dragón rojo y azul

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Las flechas volaban sobre los hombres en el campo de batalla, docenas de ellos morían, al igual que docena de ellos seguían al frente. La guerra era algo para lo que los hombres probablemente estaban hechos, pero no aena.

La joven princesa estaba montada sobre su dragón, escuchando los ruidos de la guerra que se desataba a solo pocos metros de dónde ella estaba.

--Yo tampoco quería esto,  Emerys, pero mira, será la primera batalla en la que estemos ambas-- le decía a su dragona que parecía inquieta por tener que estar escondida de entre los árboles.

El sonido de trompetas  hicieron levantar la mirada al cielo a aena --Esa es la señal, Emerys-- murmuro .

La joven dragona se  levantó, dejado al expuesto su posición.

--Sōvēs, Emerys--  ordenó la platinada.

La enorme dragona  roja obedeció la orden de su jinete. Una enorme sombra se hizo sobre los árboles al momento en que la enorme bestia sobrevolaba sobre ellos.

--¡Dragón!--

--¡Dragón !--pudo escuchar en el momento en que sobrevoló sobre algunos de los hombres.

Aena esperaba encontrará a Daemon, la princesa Rhaenys o hasta la misma Rhaenyra, pero no fue así. Aena pudo observa como un dragón de color azul quemaba a los caballeros, prohibiendoles seguir adelante a  los que quedaban vivos. Aena se acercaba a aquel dragón pero, sintió como su sangre se eleva con cada aleteo que daba su dragona que la acercaba más al otro; aena logro reconocer a aquel dragón de color azul, aquel dragón que por mucho fue su compañero cuando salían a volar, era el dragón de Laerys

--No...-- murmuro.

El sonido de un rugido a su espalda hizo desviar la mirada del frente al joven Velaryon quien quemaba las líneas de su enemigo. Laerys puedo observar como las dragona Emerys se acercaba tan rápido que ni siquiera pudo darse cuenta de cuando sobrevoló sobre el, haciendo que tambaleara sobre su montura.

El dragón azul se sobresalto ante aquella repentino aparición de otro dragón --Līkirī, Herax-- ordeno al ver cómo su dragón rugía al ver a la dragona sobrevolarlos.

--¿De quien es ese  dragón, cole?-- pregunto Gwayne a sir criston junto a el.

--Es el de la princesa Aena-- contesto el guardia

--¿Este era tu plan, Cole? ¿Que mi sobrina menor viniera a la guerra y probablemente muera?-- Pregunto con enojo al hombre a su lado.

--No, creí que sería aemond quien viniera--

Ambos dragones daban vueltas en el cielo esperado algún movimiento del otro para atacar, los hombres en suelo podían observar como estos dos solo parecían verse y no atacar, pero ninguno estuvo observandolos por mucho debido a su batalla en el suelo.

Sobre aquellos dragones dos príncipes se miraban a los lejos. Aena hubiera deseado haberse encontrado al mismísimo Daemon Targaryen, probablemente hubiera muerto de haber sido así, pero no fuera dudado en atacarlo en en el momento que lo vio sobre caraxes, en cambio el que habia venido a defender Rook's Rest fue Laerys, a quien, por mas que tuvo la oportunidad de quemar y no recibir daño de su parte, no lo hizo.
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                              Días atrás

--¿Es cierto?--

Jacaerys miro sobre su hombro, observando al rubio entrar a sus aposentos.

--¿Viste a Aena en el norte?-- El castaño de dió la vuelta quedado frente a el.

--Si, la vi-- dijo el haciendo que Laerys lo mirara con curiosidad.

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