Amor en guerra

No hay elección

--Viserys enmendó sus deseos, es así de sencillo. Alguna vez juraron su lealtad a Rhaenyra pero ahora deben jurarla al futuro rey--

Alguno de los hombros y mujeres en el salón del trono se arrodillaron al igual que otros no.

--Ese asunto debo consultarlo primero con mi casa-- dijo uno quien se daba la vuelta para salir de la habitación.

--No saldrá de este salón sin manifestar si intención -- dijo Otto haciendo al hombre detenerse.

El hombre se dió la vuelta mirando a Otto frente al trono--Yo no rompo mis juramentos-- decía mientras se acercaba --No voy a arrodillarme--

El viejo Otto bajo del trono, caminado al frente donde estaban las personas --? alguien más?-- pregunto mientras observaba a las personas aún de pie.

Los que ya estaba arrodillado solo bajaron sus miradas en silencio, mientras que algunos de los que estaba de pie se arrodillaba al igual que otros no lo hacían.

--La casa fell mantiene su juramento a la princesa-- dijo la mujer

--Muy bien-- dijo Otto a lo que unos guardias caminaron hacia aquellos que aun se mantenía de pie y sacándolos del salón.

--Larga vida al rey-- dijo uno.

--Larga vida al rey-- repitieron los demás.
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Aena observaba como las hermanas oscuras envolvían el cuerpo de su padre ya muerto, las lágrimas corrían por sus mejillas inconscientemente. Hace una noche el estaba vivo y el verlo ahora ahí le dolía a la targaryen. Aena observaba a su madre junto a la ventana, como está sollozaba en silencio, sabía en amor que su madre le tenía a su padre, después de todo no le había dado cinco hijos si así no fuera por el amor que esta le tenia.

La corona del siendo colocada sobre el cuerpo del difunto rey, los sollozos en la habitación y el habiente oscuro que se sentía, hacían poner a la menor la piel de gallina, podía notar las lágrimas correr por las mejillas de su madre mientras está parecía despedirse de su difunto esposo, pero aena la observaba desde un lado de la habitación en silencio.

--Necesito que me acompañes a hablar con alguien-- escucho decir entre sollozos a su madre quien volteaba a verla.

--Si madre--
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Aena entro junto a su madre a aquella habitación oscura, notando junto a una ventana a la princesa Rhaenys. Aena se detuvo delante de la puerta, observando a su madre frente a ella.

--Te daré la considerable cortesía de saber que hay una buena explicación por el indignante trato de esta mañana-- dijo Rhaenys quien las observaba a ambas.

--Mis sinceras disculpas por la falta de ceremonia-- dijo alicent.

La princesa observo a la reina, dándose cuenta de lo que había significado aquel trato --El rey..--

--Y estás usurpando el trono--

--Fue el deseo de mi esposo moribundo-- la mayor solo rio ante las palabras de la Hightower.

--Créelo o no, no tiene consecuencia--

--Aegon será rey. He veni aquí para pedir tu apoyo--

--Bueno, debo darte mérito por tu audacia-- decía la targaryen mientras la miraba con el semblante serio.

--La casa velaryon es aliada de la princesa Rhaenyra desde hace mucho. ¿En qué los ha beneficiado?-- aena observaba en silencio la interacción de ambas mujeres.

--Tu hija murió sola en pentos. Tu hijo, engañado. Los herederos de Rhaenyra no son de el. Es tu esposo el que se aferra negligentemente al trono, he incluso el te abandono. Se fue por seis años a pelear una batalla desesperada, regresando gravemente herido o incluso normalmente herido. Dejando a la señora de Driftmark sola para decidir por si sola-- termino de decir alicent.

La mayor observaba a alicent frente a ella, indignada por aquellas palabras --La palabra de mi casa no es voluble -- dijo para después darse la vuelta y darle espalda a la Hightower.

La Hightower observo como está le daba la espalda y se alejaba, caminado acercándose a ella --No, pero querida prima..--

--Tú más que ninguna persona entiende lo que estoy diciendo-- dijo mientras tomaba a la mayor de las manos --Princesa Rhaenys, ame a mi marido pero diré la verdad que ambas sabemos. Tú debiste haber sido reina--

La princesa observando a la Hightower frente a ella con sorpresa --Jamas pensé escuchar esas palabras de ti--

--El trono de hierro era tuyo por sangre y temperamento. Viserys habría vivido sus días como un señor de campo, satisfecho con cazar y estudiar sus historias, pero aquí estamos--

--No gobernamos pero podemos ir a los hombres que lo hacen. Gentilmente lejos de la violencia y la destrucción, para encaminarlos hacia la paz--

La mayor se soltó del agarre de la Hightower, alejándose de ella caminado por la habitación --¿Es en el nombre de la paz que me apasionas?--

--¿Y que hay de mi dragón?-- pregunta mientras se volteaba para ver a la Hightower.

--Si somos superados, Rhaenyra podría atacarnos y desatar una guerra. Sin tu dragón, podríamos convencerla de negociar--

--Si es Driftmark lo que quieres, lo tendrás. Para ti y para tus nietas, podrán heredarlo como les plazca--

--Eres más lista de lo que creí, Alicent Hightower--

--Una verdadera reina evalúa el costo para su pueblo--

--Y aún así, estás al servicio de los hombres. Tu padre, tu esposo, tu hijo. Tu deseo no es ser libre, sino hacer una ventana en la pared de tu prisión-- decía la mayor mientras se acercaba a la Hightower.

--¿Alguna vez te has imaginado en el trono de hierro?-- le murmuro cuánto estuvo frente a ella.

Ambas mujeres se miraron entre ellas en silencio, la mayor solo se reía por debajo mientras la miraba.

--Te dejaré sola en tus pensamientos-- dijo mientras pasaba por un lado de ella y caminaba fuera de la habitación--Toca la campana cuando tengas una respuesta --

Aena observaba a la princesa Rhaenys, la menor no sabía que decir, y mucho menos que hacer ahora. La mirada de la menor se encontro con la de la princesa, aena trago saliva para decir algo, pero fue interrumpida por la targaryen.

--Jacaerys y mi hijo no te perdonarán esto--

Aquellas palabras fueron como un balde de agua helada para aena. Las palabras parecieron atascarse en la garganta de la peli blanca al querré decir algo, mientras ambas mujeres se miraban.

--No tengo elección-- murmuro mientras se daba la vuelta y salía de la habitación.
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