Pescador³

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(1 mes después)




Los días eran cortos y las noches largar para el joven que era atormentado en cada una de ellas en sus sueños. Las noches estaban llenas de tormentas, sueños sin sentidos, y el miedo en su cuerpo cada vez que despertaba.

Cuando el sol se asomaba por las ventanas y pegaba en su rostro, para Orys ese era su consuelo, su paz. Cada mañana tenía que tomar un baño al despertar empapado en sudor, teniendo que responder las misma pregunta de aquellos con los que vivía, ¿Que te paso durante la noche?.

Cada mañana cuando el sol se asomaba detrás de las torres de la septa y el olor a comida llegaba a las fosa nasales del castaño, sabía que era momento de despertar. Todas las mañana la imagen de Lilith era lo que veía al salir de su cuarto, ella con su gran sonrisa y la comida sobre la mesa. Orys se sentía bien al saber que al menos alguien en esa casa si se preocupa por el.

Después del desayuno, Jhaor llegaba junto a el, y ambos salían hasta los muelles dónde el barco del pelinegro ya estaría listo para zarpar en busca de un lugar para pescar.

En todo ese tiempo Jhaor le había estado enseñando a pescar, y aunque en un principio no sabía ni tomar la red, con el tiempo logro saber hacerlo.

Hoy como de costumbre después de una buena pesca, ambos hombres caminaba por el muelle, cada uno con un balde lleno de peces. Las miradas curiosidad de las personas estaba fijos el ellos, aunque no tanto como cuando la primera vez que se le vio a Orys por esos lados.

-Me sigues sorprendiendo, muchacho. A algunas personas suele tomarle meses en aprender lo que tú aprendiste en dos semanas- dijo, dándole una sonrisa al joven junto a el.

Orys le devolvió la sonrisa, sintiéndose orgulloso por las palabras del pelinegro.

-Bueno... Creo que la pesca es lo mío-

-Lo es, muchacho-

Ambos continuaron el caminos entre pláticas y risas. El cielo tenía ese característico color amarillo con naranja, indicando el atardecer.

Cuando las calles comenzaron a llenarse de pequeños puestos de comidas y de más, ambos supieron que habían llegado a la calle de mercado. Orys sujetaba con fuerza la cubeta con pescados, temiendo en soltarla de tan pesada que era.

-Mi esposa está por aquí, no está muy lejos- hablo Jhaor a pocos pasos por delante de el.

Orys no respondió nada, siguió caminado detrás de el, rezando porque el puesto estuviera cerca: sentía que en cualquier momento su mano soltaría la cubeta.

Jhaor cruzó en una esquina, desapareciendo entre los puestos de comida, Orys buscaba con la mirada a aquel que hace unos segundos estaba frente a el.

-Por los siente infiernos- murmuro entre dientes. Las calles repletas de personas dejaba casi imposible distinguir al pelinegro que había estado con el.

Orys siguió caminado, sabía que en cualquier momento podría encontrarlo, deseando que fuera pronto.

Unos brazos que lo envolvieron por la espalda casi lo hace soltar la cubeta en su mano. Orys se separó sobresaltado, dándose la vuelta para ver quién era la personas que lo había abrazado. Dejo escapar un suspiro de alivio cuando observo a Lilith con una sonrisa divertida en frente de el.

-¿Perdido?- soltó con burla.

Orys rodó los ojos, causando carcajadas en la castaña frente a el.

-El puesto de mis padres está atrás, pasaste de largo-

-Si bueno... Perdí a tu padre de vista, yo jamás había venido- Lilith reprimió una sonrisa mientras se daba vuelta para caminar de vuelta al puesto de sus padres.

Amor en guerra Donde viven las historias. Descúbrelo ahora