--¿Han sabido algo de Aena?-- dijo el joven mientras tomaba su espada sobre la arena.--No-- respondió lucerys.
Jacaerys lo miro con una ceja levanta mientras se apoyaba sobre en mago de su espada-- ¿Por qué tendríamos que saber sobre aena?--
--Solo preguntaba-- dijo laerys mientras caminaba hacia ambos hermanos.
Lucerys los miraba a ambos para luego guardar su espada.
--¿Cuál es tu interés por aena?-- pregunto jacaerys quien miraba al joven Velaryon.
Laerys se volvió a jacaerys, mirándolo confundido --¿Mi interés por aena?--
--Si, ¿Por qué preguntas por ella?--
--Solo pregunto, nada más-- dijo mientras caminaba hacia adentro, pasando por un lado del castaño.
Jacaerys lo tomo del brazo bruscamente haciéndolo detener, el castaño tenía la mandíbula ligeramente tensa, mientras el Velaryon se notaba confundido por el comportamiento de jacaerys.
--Es raro que alguien al cual conociste hace menos de una luna ahora de cause interés-- dijo jacaerys.
Laerys se soltó del agarre del castaño --Aena se volvió mi amiga, además, solo preguntaba si sabían algo de ella--
Lucerys quien había visto la interacción entre ambos jóvenes, se acercó donde su hermano y lo tomo del brazo con firmeza, haciendo que este lo mirara --Laerys solo pregunta por aena, no es para tanto --
Los tres jóvenes se miraron sin decir algo más entre ellos. Laerys guardo su espada en el estuche y comenzó a caminar hacia adentro, dejando a los dos hermanos solos atrás.
--¿Que fue eso?-- pregunto lucerys a su hermano.
--No me gustó que preguntara por aena, es todo-- dijo el castaño dándose la vuelta dejando al menor atrás.
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.--Aqui tiene princesa -- dijo la mujer dejando la el vaso en la mesa a un lado de Aena.
--Gracias Mila-- dijo aena mientras tomaba la vaso y le daba un trago.
--¿Aena?-- dijo Helaena mientras entraba en los aposentos de su hermana.
Aena levantó su vista observando como su hermana la miraba desde la puerta.
--Puedes retirarte Mila-- dijo la menor.
La mujer dejo lo que estaba haciendo --Princesas-- dijo mientras hacía una leve reverencia y salía de la habitación.
Helaena camino hasta su hermana, sentándose a un lado de ella, aena miro a su hermana, parecía nerviosa o asustada.
--¿Pasa algo Helaena?-- pregunto aena dejando el vaso sobre la mesa.
Helaena levantó la mirada hacia su hermana y asintió --¿Que pasa?-- dijo aena.
--Tengo miedo, aena--
La menor miro sorprendida y confundida a la vez a su hermana --¿Miedo? ¿Por qué?--
--Algo malo, algo malo pasará-- dijo Helaena mientras tomaba las manos de su hermana --No quiero que nada nos pase--
--Nada malo nos pasará Helaena, no tienes porque tener miedo--
La mayor negó --Yo lo siento, aena. Y tengo miedo--
Aena apretó ligeramente las manos de su hermana, mirándola --Te puedo asegurar que nada malo pasará, no dejaré que nada te pase--
La mayor miro a su hermana, en su rostro algo de tranquilidad había parecido. Aena soltó las manos de su hermana y le dió una leve sonrisa.
--lo siento-- dijo la mayor mirando con seriedad a su hermana.
Aena miro confundida a Helaena --¿Por qué?--
--Por lo que vas a pasar--
--¿A qué te refieres?-- dijo aena mirando a su hermana.
Helaena se levantó mientras miraba a aena, la mayor le dió una sonrisa y se dió la vuelta saliendo de la habitación.
Aena observando confundida como su hermana salía de la habitación, no entendía a qué se refería lo último que le dijo Helaena. Sabía que Helaena solía decir incoherencias desde pequeña, pero esto la había dejando muy confundida.
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.El suave sonido de la lluvia golpear sobre la ventana y la poca brisa que entraba atraves de la ventana semi abierta hizo a aena levanta de la cama --Crei que la había cerrado-- murmuro para ella misma mientras cerraba la ventana por completo.
Mirando atraves de ella, observando el cielo oscuro y los relámpagos que aparecían en el cielo. La tarde había Sido solitaria para para la última hija de la reina después de aquella extraña conversación con su hermana.
No había deseado salir de la habitación, no tenía sentido pensaba ella, todos estaban ocupados en ellos mismo o simplemente no tendrían tiempo para ella y, después de que se le prohibió ir a ver a su amigo, aena encontraba aburrido el salir a volar sin nadie con quién hacerlo.
Aena se sentó en un sillón frente a la chimenea, observando el fuego, el como este bailaba de un lado a otro.
El estar así, sola, hacia pensar a aena que de verdad no tenía a nadie, había estado perdiendo a aquellos que tanto quería uno por uno y le aterraba pensar en perder a alguien más.
--Esto es tan aburrido-- murmuro para ella misma mientras se levantaba, camino hacia la puerta y salió al pasillo. El cielo nublado hacia ver los pasillos igual de oscuro que cuando ya era de noche. Pocas personas caminado por los pasillos noto la menor, quería tener algo con lo que quitar el aburrimiento o a alguien, pero no tenía a nadie.
Algo paso por la mente de aena, sabía que no debía pero quería hacerlo. Aena observaba a cada lado cada que cruzaba uno de los pasillos, vigilando el no ser observada. El suave sonido de los zapatos sobre la escalera mojada la delataban pero eso solo hacía que aena subiera las escaleras más rápido. Una sonrisa se formó en los labios de Aena al no encontrar a nadie en aquel lugar, miro a todos lados en busca de una pluma y papel y cuando la encontró la tomo y comenzó a escribir.
Una carta, era lo que hacía, deseaba saber de su amigo, saber de laerys. El clima oscuro podía hacer difícil ver a un cuervo volar y eso era bueno para la menor. Cuando por fin terminó de escribir aquella carta, aena la enrollo y tomo uno de los cuervos, como había hecho antes, lo enredo en la pata del animal y lo soltó.
Había dejado de llover, pero el cielo aún estaba gris. Esperaba que el mensaje llegara a Driftmark, la menor no soportaría un día más en este lugar.
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.No pensaba subir un capítulo hoy ya que había tenido un bloqueo y no tenía ideas para este capítulo. C':
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Amor en guerra
FantasyAena targaryen era hija de Alicent, su lealtad tendría que estar con su familia pero con el tiempo está cambiará a la hora de enamorarse de uno de los negros