Amor en guerra

Por favor

La princesa Aena bajaba de su dragón, los guardianes que estaba al rededor del dragón, intentaba que este mantuviera la calma.

--Emerys debe alimentarse bien y descansar, con tres cabras estará bien-- dijo la princesa mientras se quitaba los guantes y caminaba hacia el carruaje que la esperaba.

--Princesa-- dijo en hombre al abrir la puerta del carruaje.

Aena entro al carruaje. En los últimos días la menor de los vástagos de la reina había comenzado a salir a volar con más frecuencia, pero todos creían que solo era porque la menor gustaba de salir a volar en su dragón, Emerys.

Aena miraba las calles del pueblo atraves de la ventana, las únicas veces que la princesa había caminado por las calles de kings' landing era cuando iba hacia el septon junto a su madre, y eso en compañía de varios guardias.

El trayecto desde la fosa de dragones hasta la fortaleza roja había sido tranquilo, aena solo se quedó mirando por la ventana y pensado en lo que había hecho cuando salió a volar. El carruaje se detuvo y la princesa supo que habían llegando, la puerta se abrió y aena salió de este y para su sorpresa, el guardia juramentado de su madre, sir criston, la estaba esperando al momento que estaba salió del carruaje.

--Su madre la espera en sus aposentos, princesa -- Dijo el guardia.
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--Los vieron juntos, alicent --

--Esa niña me volverá loca--

La reina Alicent hablaban junto a su padre, otto. Este le había informado que su hija Aena se le había visto junto al hijo de lord corlys Velaryon en muchas ocasiones, y que esa era la razón de por la cual la menor había comenzado a salir a volar con frecuencia.

--Te dije que era extraño que ella saliera a volar cuando antes no lo hacía--Dijo el mayor a su hija frente a ella.

La puerta de los aposentos de la reina fueron abiertas interrumpiendo la conversación entre padre e hija--La princesa Aena, su majestad-- Dijo sir criston.

--Madre-- dijo aena mientras entraba en la habitación --¿Necesitas hablar conmigo?--

--Sir criston puede retirarse -- el guardia hizo una leve reverencia y salió de la habitación cerrado la puerta detrás de el.

--¿Te has estado viendo con el hijo de los corlys?-- pregunto la mayor a su hija.

Aena miro con sorpresa a su madre, no esperaba que se enteran tan rápido de sus encuentros con el Velaryon --Si-- admitió.

--Te lo dije-- dijo Otto quien miraba a su hija.

Alicent se acercó donde su hija mirándola con seriedad --Te prohibido que vuelvas a verte con ese muchacho--

--¡No puedes hacer eso madre!--

--No, si puedo. Soy tu madre y la reina y te prohibido que lo vuelvas a ver-- dijo de nuevo la reina

Aena miraba con enojo a su madre, odiaba a aquel que le fuera dicho de sus encuentros con el joven Laerys.

--Madre..-- aena tomo una de las manos de su madre mientras la miraba --No hacíamos nada, por favor no me prohibas verlo, te lo pido-- le suplico la menor a su madre.

La reina miro con el semblema serio a su vástago menor y negó, la joven aena miro con tristeza a su madre, ¿No volvería a ver a su amigo?, paso por la mente de Aena.

--Si alguien más los hubiera visto, los rumores que se crearían podrían ensuciar tu nombre, niña imprudente-- dijo el viejo Otto que se acercaba donde estaban las dos mujeres.

Aena soltó la mano de su madre y miro a su abuelo acercarse--¿Que rumores? Laerys y yo solo salíamos a volar, nada más--

--Ver a dos jóvenes solos no es bien visto, rumores de que algo entre ustedes dos pudo haber pasado no se harían de esperar -- dijo otto.

--Tu abuelo tiene razón, aena-- dijo alicent --Por eso es mejor que ya no se vean, y no volverás a salir a volar--

--¿Que?, no puedes hacer eso-- dijo aena.

--Puedo y lo hago-- respondió la reina.

Aena miro a su madre, lágrimas luchaban por no salir, la reina solo miraba sin ninguna reacción a su hija. Aena asintió y se dió la vuelta para salir, la princesa se detuvo ante de cerrar la puerta y se volteo a mirar a su madre.

--¿Dónde quedó esa mujer que amaba y dejaba a su hija ser feliz?-- dijo la menor para después cerrar la puerta.

La reina solo pudo observar como su hija desapareció detrás de la puerta, aquellas palabras habían tomado por sorpresa a la mujer.

--Hiciste lo mejor, a aena se le pasará su berrinche en unos días-- dijo Otto quien se paraba junto a su hija.
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--No es justo, no hice nada malo--

--Aena..--

--Laerys y yo solo salíamos a volar, nada más--

---Madre tiene razón --

Aena se detuvo y miro a su hermano--¿Por qué la tendría?--

Aemond hizo lo mismo que ella, mirando a su hermana --Sabes porque--

--Me temo que no lo sé--dijo ella.

--Aena..--

--Solo entiéndeme aemond-- dijo la menor mientras daba un paso hacia su hermano.

--Y lo intento, pero lo haces difícil--dijo el mayor mientras la miraba.

--Tambien crees que lo mejor es que no lo vea, ¿No es así?--

--Lo hago--

La menor miro a su hermano con indignación--Si siempre estuviste de acuerdo con madre, ¿Por qué seguías escuchandome?--

--Porque yo siempre estaré para escucharte aunque no esté de acuerdo contigo--

--Te destetó-- dijo la menor quien lo miraba antes de darse la vuelta y volver a caminar.

--¿A dónde vas?-- pregunto aemond quien la observaba irse.

--Lejos de cualquiera que no esté de mi lado-- respondió aena.
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Suaves pasos se escuchaba atraves de los pasillos de la fortaleza roja, suaves pasos subiendo las escaleras hasta una de las torres. Aena camino hasta una de las jaulas de un cuervo, está lo saco con cuidado y enredo un pequeño papel y la pata de este.

--Lleva a salvó mi mensaje hasta Driftmark-- murmuro la princesa mientras soltaba al cuervo.

El cuervo se camuflaba con la oscuridad de la noche, aena miraba a este desaparecer con cada aleteo que daba y solo esperaba que su mensaje llegara a manos de su amigó, laerys.

Hoy solo habrá un capitulo.
Lamento subirlo algo tarde. :(